Estaba de buen humor, pero seguía engripada. Con los anteojos negros, la presidenta Cristina Kirchner se presentó imprevistamente en la sala de periodistas de la Casa Rosada tras recorrer las obras edilicias que se están realizando en el mismo piso: escuchó reclamos de la prensa, habló de su reciente viaje a Angola, pero se mostró evasiva cuando le preguntaron sobre las medias que tenían la inscripción “Clarín miente” que repartieron a chicos angoleños integrantes de su comitiva.
Los periodistas la invitaron a ingresar en donde realizan su tarea de acreditados. Querían mostrarle, además de poder deslizar alguna pregunta, los muebles nuevos que fueron enviados recientemente por el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Después de dos días de reposo total y otra jornada de trabajo en la Residencia de Olivos, retornó a la Casa de Gobierno aún con rastros del cuadro gripal. Tenía la voz tomada y se la veía congestionada. Así la vieron los periodistas presentes en la sala.
Al hablar de su último viaje frente a ellos, la mandataria destacó la lucha que llevan adelante las mujeres por lograr mayor independencia y contó que sus anfitrionesse emocionaron cuando recordó al 'Che' Guevara en uno de sus discursos.
Cuando le preguntaron por las polémicas medias, esquivó la demanda y señalando sus piernas, mostró las medias negras que vestía: "Yo uso estas", dijo y cerró el tema.
Minutos antes había confirmado que a las 10 partirá rumbo a Bariloche para participar del Tedeum que forman parte de los festejos por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.
Los periodistas le hicieron llegar un pedido que vienen reclamando desde los inicios de la gestión kirchnerista: un mayor acceso a la información oficial y pública. "Para eso tienen mis discursos", contestó la Presidenta.
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