A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 11 de mayo de 2012

ERICO Y LABRUNA LOS DUEÑOS DEL GOL

Arsenio Pastor Erico y Ángel Amadeo Labruna son los máximos goleadores del fútbol argentino con 293 tantos, cifra hasta hoy jamas superada. El paraguayo Erico lo hizo en 332 partidos jugando para Independiente y Huracán. Labruna los marco en 515 encuentros actuando solo para River Plate.
ARSENIO PASTOR ERICO

 Nació en Asunción, Paraguay, el 30 de marzo de 1915 y se inició en el club Nacional de la Liga Paraguaya. Por uno de esos avatares del destino llegó a ser una de las figuras máximas del balompié sudamericano.

A comienzos de la década del 30, Erico integraba el equipo de la delegación de la Cruz Roja que hacía giras para recaudar fondos para la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia.

En una de esas giras la delegación llegó a Argentina donde tenía pactado una serie de encuentros. Directivos del club Independiente observaron al jugador guaraní y no dudaron en contratarlo. Así comenzó una de las leyendas de la institución de la casaca roja y a la vez a conformarse un verdadero mito en el fútbol rioplatense.

Erico fue, es y será el "fuera de serie", un jugador sin molde que pudo haber jugado en cualquier época. Dueño de un estilo demoledor y fantasioso, poseía en la cancha una personalidad especial que generaba respeto entre compañeros y contrincantes.

Era hábil en espacios chicos y de excelente pegada. Dueño además de un salto electrizante que rubricó con la cantidad de goles que marcó con la cabeza. En su momento fue el astro indiscutido de Independiente y del balompié argentino, lo que entonces se optaba por llamar unCRACK en mayúsculas.

Jugó para Independiente desde 1934 hasta 1946, coronándose campeón en 1938 y 1939, y formando una trilogía de ataque que causó sensación en suelo gaucho: Vicente de la Mata, Arsenio Erico y Antonio Sastre (entre los tres marcaron 556 goles, sólo Erico 293). Llegó a marcar seis goles en un partido (a Quilmes en 1937, con un resultado final de 7-1) y cinco en otros dos encuentros.

Su estilo tan propio y agresivo y su récord de goleador lo convirtieron en uno de los favoritos de la afición de Independiente, y son muchos los hinchas que lo ubican un escalón más arriba del notable Bochini, hijo dilecto del club. Se dice que desde ahí ambos miran al resto de los mortales.

Cierta vez antes del Mundial de 1938 en Francia, Argentina quiso armar un equipo potente en pos de lograr la Copa Mundial e intentó convencer a Erico para que se nacionalizara por la friolera suma de 200.000 pesos de la época (una suma principesca ya que un automóvil último modelo valía 5.000 pesos). Erico dijo simplemente que “no”, antes que nada, era paraguayo. Eso llegó al conocimiento público entre los hinchas argentinos y llegaron a aplaudirlo a rabiar por ese acto de noble y sencillo patriotismo. Un periodista porteño escribió “El Hombre de Mimbre, el Paraguayo de Oro, cuanto nos lamentamos que no fuera argentino…”.

Arsenio Erico, tal vez el futbolista paraguayo más famoso de todas las épocas, falleció en Buenos Aires en 1977, a los 62 años de edad.
ANGEL AMADEO LABRUNA

La frase de Angelito sonó a premonición, a apuesta fuerte. Seguramente esa fija no estaba en La Rosa que llevaba El Feo en el bolsillo derecho de su saco azul, pero el hombre se animó igual, fiel a su estilo. 
"Vengo para salir campeón", dijo Don Angel Amadeo Labruna apenas se convirtió en el nuevo entrenador de River, allá por 1975. Hacía 18 años que los éxitos le daban la espalda al club de Núñez y la situación era insostenible. Sólo un Angel podía revertir el rumbo y apareció él. 
Como jugador había hecho todo. A River sólo le fue infiel con la selección argentina; fue el futbolista que más años jugó en primera, el máximo goleador millonario en el clásico con Boca; el máximo artillero en la historia del club de Núñez, con 293 tantos. 
La cancha de Alvear y Tagle lo espiaba al pibe que había nacido en Alvear y Las Heras, y que de purrete pateaba la pelota de trapo que le había hecho a escondidas su madre, Amalia, para que su padre Angel, relojero de profesión, no se enojará porque Angelito "perdía el tiempo" jugando al fútbol. 
Llegó a River mirando fijo una foto autografiada de su ídolo, Bernabé Ferreyra, cuya dedicatoria decía: "Para un crack en ciernes". Fanático de la Banda Roja, no podía creerlo cuando debutó contra Estudiantes, en 1939. Vino La Máquina, con Muñoz, Moreno, Pedernera, él y Loustau. Los títulos, la consagración. Sin embargo, la condición de ídolo intocable le llegó más tarde, cuando se convirtió en entrenador. Supo incorporar a jugadores de experiencia, como Roberto Perfumo, Miguel Angel Raimondo y Pedro González, además de Pablo Comelles, Héctor Artico José Omar Reinaldi y Alcides Bareriro; Oscar Mas, el goleador de ese equipo, volvió de Real Madrid. Al mismo tiempo, para el medio campo Angelito confió en los pibes del club, que con los años no lo defraudaron: Juan José López, Reinaldo Carlos Merlo y Norberto Alonso. 
"Un día empezó a dar vueltas. Le dije que lo notaba preocupado y me dijo que no pasaba nada. "Angel, tiene que jugar Carrasco ¿no?" Y ahí se desahogó. "¿A vos te parece, estos h... de p..., que vengan a decirme esto?" No se haga problema, le presto la camiseta un rato", le contesté. Los dirigentes no se portaron bien con él; se fue a comer con los directivos una noche, y al mismo tiempo estaban arreglando un contrato en Uruguay con Di Stefano", cuenta Alonso. "De quinta me puso en primera. Como DT fue fenomenal y un consejero de la vida, un segundo padre", dice Mostaza Merlo. "Esperábamos que se durmiera, con los anteojos puestos, con Crónica abierta en el pecho, aunque sabíamos que abajo estaba La Rosa, con las carreras... Era como si estuviéramos con nuestro viejo; eso fue Angel para mí", recuerda emocionado J. J. 
Hay muchas maneras de recordarlo. Sometiendo arqueros; dando una vuelta olímpica; tapándose la nariz cuando entraba en La Bombonera, o esperando el pulgar hacia arriba o hacia abajo desde la platea para saber cómo había salido su caballo en Palermo. Quizá lo mejor sería cerrar los ojos y verlo corriendo en la concentración de River a la medianoche, ya como DT, para encerrarse a escondidas en la habitación de algunos jugadores para tirar los dados y apostar a ganador. Murió el 19 de septiembre de 1983. 
AQUI ESTAN ESTOS SON

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