A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 7 de mayo de 2012

LA "DOCTA" REPROBO MI EXAMEN DE TURISMO

EL DESAYUNO DE DESPEDIDA CON MI NIETA, SU MARIDO Y MI BISNIETA




                                                                            Por Lucho Martinez Tecco
Con muchos bombos y platillos políticos, la ciudad de Córdoba inauguro hace poco su nueva “Estación Terminal de Micros”, una obra monumental desde el punto de vista de la arquitectura moderna, con un kilométrico “hall” de pasajeros, pisos de mármol, baños por doquier, plataformas de arribo impecables, señalización de andenes con grandes letreros iluminados, personal de vigilancia cada dos metros y agentes de la policía provincial por todos lados.
UBICACIÓN
Se encuentra casi contigua a la “estación vieja”, a la que se accede (-cuando se conoce el camino). Por un túnel peatonal de algo así como dos cuadras, pero, ambas estaciones funcionan totalmente. Por ahora, al parecer, la “nueva” para los servicios de interconexión local a las sierras y toda la provincia y la “vieja” para el cabotaje de
La persona que ingresa a la Terminal, podrá acceder a información sobre los diferentes servicios de transporte, a través de la Oficina de Contralor e Informesque está ubicada en el sector andenes del Nivel C.
La Oficina de Contralor e Informes opera durante la mayor parte del día los 365 días del año.
En el Nivel B opera una oficina de Información Turística.
También en el Nivel B funciona el ERSEP (Entre Regulador de Servicios Públicos) para la recepción de sugerencias y quejas sobre el servicio de transporte.
En el Nivel D tiene su lugar una oficina de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte).
Para mayor información ver en Servicio, Oficinas Públicas
todo el país e incluso el exterior (Uruguay, Brasil, las tres fronteras en Misiones, los lagos del sur, y el destino que se te ocurra. Pero….El sitio oficial en Internet dice lo copiado mas arriba.
La realidad no condice con la pagina web, como veremos mas adelante
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DE DONDE VENIS Y ADONDE VAS
Este escriba venia desde Traslasierra, Nono, por un transporte local y, al comprar su boleto allí, fue informado que lo dejarían en Córdoba ciudad, pero…en la “Estación nueva” y que, para seguir su viaje a Bell Ville /vía Rosario, por Zenit, (cuyo boleto tenia ya comprado, debía ir a la “estación vieja” que “quedaba muy cerquita”.

CARGADO COMO UNA MULA
Mi valija, montada sobre un viejo carrito de ruedas, con una funcionando y otra frenando, tenia adosada una caja de corrugado con alfajores, dulces, artesanías “comechingones” además a abrigos por las dudas y en una mano mi bastón de caminar, tipo trekking.
A la llegada a la estación nueva, luego de un hermoso viaje entre las sierras, me entregaron el bulto desvencijado y el chofer me dijo “no hay changarines, pero vaya y pregunte como ir a la Estación vieja…
Y arrastrando el bulto como pude, me encontré en un hall inmenso, faraónico, con pisos como de mármol, donde visualice un baño para hombres, también inmenso, al que fui a descargar las presiones internas, tanto de una próstata fané, como del copioso desayuno con el que mi nieta me agasajo de despedida, tres horas antes.
El cubículo (había muchos, impecable, además de los clásicos mingitorios) era pequeño, donde ingresar con mi gruesa humanidad fue un acto de calistenia, y tuve que dejar al bruto equipaje afuera, con riesgo de una “desaparición forzada”
Cuando salí, me encontré con un ambulante alfajorero, a quien le pregunte como hacer para ir a la “Estación vieja”.
Me contesto en cordobés básico:
“Teeni que ir por el túnel, peero con esos bulto, mejor te toomai un remi…¿queri alfaaajore freesquito?
Y volví a quedar, solo, en el inmenso hall.

POLICIA COMO LOS DE ANTES
En eso divise un policía de la Provincia, uniformado y con jinetas que debía ser oficial o algo asi .Lo llame agitando el bastón y se acercó, sonriente. Le explique de donde venia y donde iba, y tomando mi desvencijado carrito con una rueda si y otra no, me pidió lo acompañara, mientras pedía disculpas y descargaba su bronca “ Pasa que aun no han sido licitados los servicios, no hay chamarines, no hay altoparlantes, nunca se sabe cuando hay alguien en la oficina de informes… solo estamos nosotros y el personal de seguridad privada, los políticos de apuraron a inaugurarlo, por los votos, vio?...”
Entretenido y seguro, había pasado por el túnel , para mi misterioso, y estaba en la estación vieja, donde me deposito, equipaje incluido, en el anden, donde, presuntamente, salía el Zenit que, casi tres horas después, tenia reservado.
Me agradeció, (el a mi, merite) , haber visitado Córdoba, me deseo buen viaje y se despidió, como un amigo.

ESPERA, BUENA COMIDA Y MAS GENTILEZAS
Frente al andén hay una gran confitería, restaurant y quiosco de todo. Allí me aposente, arrastrando el equipaje. Almorcé, tome café, un “Fernando” (ferne con coca ligt). Y como eran aun las 17 y mi Zenit partía a las 19, el mozo dijo que me cuidaría el equipaje (por la buena propina o por gentileza propia, no lo se), para ir, otra vez, a un baño a casi una cuadra, esta vez sin ataduras, donde volví a descargar las urgencias de mi prostatitis, me lave la cara y las manos y volví, con mi equipaje intacto y vigilado por el gastronómico, un ejemplo de cultura turística receptiva.

EL ZENIT QUE DECIA “OK”
Como eran casi las 19, en el vecino andén estaba ya un Zenit, cuyo letrero en el parabrisas donde se anuncia el destino decía, solamente “OK”. Lo juro, soy chicato pero no ciego. Decía como destino “OK”
Siempre con el equipaje a la vista, me acerque a un “vigilador privado” que estaba cerca y le pregunte.
“No…va a Catamarca” me dijo.
Y volví adonde estaba sentado y esperaba mi equipaje,
diciendo cada momento “no gracias” a los chicos vendiendo estampitas, caramelos, hombres grandes con alfajores, promotores con volantes de boliches cuarteteros(era sábado), y toda la fauna ambulante local.
A todo esto, el Zenit con destino “OK” ya había partido.

MI OFICIO Y EXPERIENCIA A LA BASURA
Como ya era mi horario de salida, pensando que mis 65 años de oficio no me servían de nada, fui, cien metros mas allá arrastrando valijas con ruedas fané, a la que parecía ser una oficina de informes, donde un malhumorado señor, cola mediante, me pidió el pasaje de Zenit, lo leyó, escribió un numero de plataforma (entre la 23 y la 30) (Que era donde yo había estado) y dijo:
” apúrese que lo va a perder…“
Eran las 19 y monedas y empecé a sudar, síntoma clarísimo que mi presión (controlada con pastillitas) me había subido a la terraza.
Arrastrando el carrito desvencijado, revoleando bastón y pensando que un “turista de la tercera edad, que componen el gran mercado turístico cordobés, si no iba en un grupo con guía y Tour líder, se moría de un soponcio.
Eso, a mi, me dije que no me podía pasar..
PERO SI, EL Zenit OK era mi Zenit, con pasaje vip, asiento cama y todos los chiches.

LA BOLETERA PRODIGIOSA
Averigue donde quedaba la boletería de Zenit, baje como pude con toda la parafernalia por una escalera mecánica, seguí sudando, hice una cola como de diez personas y, al final, la boletera me dijo: ”lo perdió señor…salió a las 19…”
Le explique lo de “OK” , se mato de risa, y me dijo: El “OK” era un mensaje para el chofer, le decían que todo estaba listo, limpio y revisado… se ve que se olvido de cambiarlo por “Rosario” que era el destino final…suele pasar, vio?”
Me tuvo lastima y me emitió otro boleto, sin cargo, devolviéndome la diferencia como de treinta pesos, para un Chevalier. Eso si, con asiento común, al fondo, y que paraba en todas.
Llegaría a Bell Ville con un atraso de dos horas, y mis parientes, seguro, ya estaban hablando a mis hijos a Mar del Plata diciendo “el abuelo no llego…a lo mejor se perdió...” con el revuelo familiar previsible.
Llegue a mi destino con dos horas y media de atraso, y, una vecina de asiento, a mi pedido, muy solidaria, me dejo utilizar su celular para llamar a mis sobrinos nietos, sin éxito.
Había cambiado la característica telefónica del pueblo, como en muchos otros lugares, y el teléfono prestado decía “no corresponde a un cliente en servicio”.

UN REMIS Y NADIE
En la terminal de Bell Ville no me esperaba nadie. Me tome, como pude, con la próstata pidiendo auxilio, un remix y llegue a una casa vacía. No estaban, Espere en la calle, ya noche cerrada y al rato llegaron. Habían averiguado mi peripecia hablando a Zenit córdoba, donde los informaron de mi nuevo pasaje y habían ido a buscarme.
Sin encontrarme., claro. Yo ya estaba en su casa,
Y colorín colorado, este cuento de desencuentros, mala información , dos terminales de córdoba y mala praxis de turismo receptivo nacional en la docta, había terminado.
65 años de profesión no sirven para nada Quelevachache..

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