A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

jueves, 10 de mayo de 2012

LA SOMBRA DE LA REINA ISABEL II


Su cargo tiene nombre de superhéroe. Es la sombra de la Reina en los actos solemnes en el parlamento británico. El Black Rod es el funcionario de mayor rango en la Cámara de los Lores y, el miércoles,acompañó a la soberana a las estancias reales en el palacio de Westminster, donde Isabel II se puso el tradicional manto de armiño y la Corona. Acto seguido, fue el encargado de llevar la «graciosa» invitación a asistir al discurso al presidente de la Cámara de los Comunes. Como es tradición, los ujieres de la cámara «plebeya» le dieron, literalmente, con la puerta en las narices, un brusco recordatorio de la soberanía parlamentaria frente al monarca. De hecho, ningún Rey de Inglaterra ha entrado en los Comunes desde que lo hiciera Carlos I en 1642, con intención de arrestar a cinco diputados.
Rituales como el discurso de esta semana con el que la Reina inaugura la nueva legislatura constituyen una celebración periódica de las esencias de esta vieja monarquía parlamentaria, que se manifiesta en sutiles tradiciones que, si bien arcaicas, engrasan todavía hoy la eficiente maquinaria institucional británica. El poder legislativo en Reino Unido tiene tres ramas, todas ellas presentes en Westminster, un palacio real cuyo último residente permanente fue Enrique VIII. La Corona solo transfirió formalmente la propiedad a las cámaras en 1965.
El Black Rod, la sombra de la Reina en la Cámara de los Lores
D. SANDS
Leaky, con su uniforme de ceremonias
Los Comunes ocupan, desde el establecimiento de la Cámara Baja en el siglo XIV, la parte del edificio marcada con alfombra verde. La cámara alta o de los Lores ocupa las estancias de alfombra roja. Y la reina, tercera pata (simbólica) del legislador, mantiene varias estancias (la Sala de Vestirse, la Galería Real, la Entrada del soberano, una capilla y el Westminsher Hall), delimitadas por el color azul de sus alfombras. No hay pérdida. Y más vale no equivocarse. Los ujieres de los Comunes todavía realizan una simbólica búsqueda de «espías reales» antes de cerrar a cal y canto las puertas de la sala del pleno, donde no está permitida la entrada a ningún extranjero. Ni a la Reina.

Cargo histórico creado en 1348

Solo el Black Rod está autorizado, después del portazo, a dirigirse al presidente de la cámara de los Comunes. Como pudo verse en las retransmisiones este miércoles, se organiza entonces una correosa procesión rumbo a los Lores, donde la Reina da su discurso, encabezada por David Cameron y el líder laborista, Ed Miliband, en animada conversación, y los dos cetros cuya presencia –símbolo del poder permanente de la soberana– es requisito para que deliberen las cámaras. La Reina accede a la Cámara Alta escoltada por, entre otros, el Black Rod, ujier mayor de los Lores pero, también, responsable de la seguridad.
«El cargo de Black Rod fue establecido en 1348 por Eduardo III, quien creó una orden de 25 caballeros a modo de Estado Mayor a su regreso de una exitosa campaña bélica en Francia», nos explica David Leaky, el actual representante de este cargo histórico. «La Orden de Galter existe todavía, con 25 miembros, y un jefe, el Black Rod, llamado así por la vara negra que el Rey le entregó», nos explica en su despacho este teniente general de caballería retirado tras 39 años en el Ejército.
El Black Rod, la sombra de la Reina en la Cámara de los Lores
DAVID SALAS
El Black Rod, ya sin el característico uniforme, en su despacho en los Lores
Aúna en realidad las responsabilidades de tres cargos en uno. Como Black Rod, Leaky es responsable de «mantener el orden y la discplina en la cámara», uno de los parlamentos más numerosos del mundo, con unos 800 miembros, aunque cada día acude una media de unos 370 miembros. «Esto es un lugar de trabajo con sus propias normas y convenciones, donde debe de haber una convivencia tranquila, y en ocasiones los miembros olvidan estas normas», nos explica Leaky.
A menudo, los «pares» o miembros de la Cámara de los Lores se dirigen a él para que aperciba discretamente a un miembro que aparca demasiados coches en el garaje, o que trae grupos de visita que supera el máximo de seis personas permitido. La propia realización de reportajes dentro de la cámara debe ajustarse a unos usos y horarios muy estrictos, y la toma de fotografías está muy limitada.

Contrato anual con Scotland Yard

Leaky es un elegante y eficaz funcionario con una inconfundible planta marcial. En sus 39 años en las Fuerzas Armadas, ha dirigido operaciones multinacionales en los Balcanes, Chad y el Océano Índico. Su último puesto antes de presentarse al concurso público a Black Rod fue el de director general del Estado Mayor de la UE. Ahora, su único uniforme es el característico atuendo negro con detalles blancos que emplea solo en los actos solemnes, como el discurso de la Reina.
«Aquí todos me llaman Black Rod, nadie sabe mi nombre, de hecho, ¡hasta mi mujer me llama Black Rod!», nos explica, divertido. Más allá del exotismo de ciertos rituales, Leaky es también el Sargento Mayor de la cámara, y responsable por tanto de la seguridad. En el terreno, la encargada es la Policía Metropolitana, a cambio de un contrato anual con los Lores de 38 millones de euros, nos explica Leaky, quien se reúne cada mañana con los responsables de Scotland Yard para transmitirles y discutir los planes de seguridad para la jornada.
«Este cargo, además de saber operar en el entorno institucional, exige experiencia en seguridad y capacidad de entender análisis de riesgos e inteligencia», cree. Por eso, tradicionalmente los ujieres de la cámara, formalmente garantes de la seguridad, provienen de las Fuerzas Armadas o de la policía, aunque no es una exigencia para obtener unas plazas abiertas a concurso público universal. El Black Rod sería el responsable de garantizar la continuidad de la cámara reubicándola, en 24 horas, en caso de atentado o disrrupción de la vida institucional, por ejemplo.

Gestión de las estancias reales

Este miércoles, Leaky fue la sombra de Isabel II en los pasillos de los Lores en calidad de secretario del Lord Chamberlain, su tercera atribución. Este es el encargado de administrar las estancias reales dentro de Westminster, un cargo hereditario de la Casa Real desempeñado desde 2006 por Lord William Peel. La tradición establece que, de hecho, delegue estas funciones en su secretario, el Black Rod, que se convierte así en la ventanilla a la que hay que llamar si alguien quiere usar alguna de las salas de la Reina en los Lores.
Así hicieron hace unos años dos miembros que buscaban una estancia para albergar una recepción de unas cien personas, con la que querían celebrar sus 40 años como «pares». Solo la Galería de la Reina tiene esa capacidad, y el Black Rod de la época –Leaky lleva menos de dos años en el cargo– fue claro: solo puede usarse si Su Majestad está presente. Los dos lores, encantados, enviaron una invitación a la Reina y pusieron en marcha la recepción. A última hora, el Black Rod tuvo que transmitirles, compungido, que Su Majestad no podría asistir por «encontrarse indispuesta». La jugada era maestra. Los miembros hicieron su fiesta. Isabel II se ahorró un compromiso. Y las normas de la casa fueron respetadas. Y, en el centro de esta delicada gestión de convenciones y rituales, un personaje clave: el Black Rod.

No hay comentarios:

Publicar un comentario