EL LUCHO CHOU
(Tercer y último acto)
A esta altura del partido, creo, ya habrán notado que, en estas notas, estoy hablando del señor Héctor Ricardo García, un periodista como pocos, un creador, un hombre que, en el oficio, empezó desde muy abajo, como fotógrafo y que gracias a ese olfato para la noticia, de ese conocimiento profundo del hombre común, de sus odios y sus amores, supo y pudo “Firme junto al pueblo” edificar un emporio periodístico, con un diario “Crónica”, con tres ediciones diarias (único en el país), un Canal de Noticias, “Crónica TV”, Teatros ( “Astros”, en Buenos Aires y “El Tronador” en Mar del Plata) además de “El Atlántico”, alternativas de cuya compra ya comente en el “Chou” anterior.
Tecleando a cuatro dedos en su maquina de escribir, fue por años el autor de “La Pavada” un informado, filoso, divertido resumen de las aventuras y desventuras de la Farandulita, material copiado, levantado , reproducido por cuanto “periodista del espectáculo” existió o existe en el país. Bajo sus ordenes, dadas como con “papas en la boca”, pasaron hoy famosos como Tinelli, Lucho Avilés, Jorge Jacobson, y muchos otros.
Sus genialidades lo llevaron a “Invadir las Malvinas”, casar enanos en Playa Bristol, hacer una novela por entregas de casos policiales famosos, inventar la “placa Roja” de Crónica TV, el “faltan tantos días para el verano”, Noticias de “turf” en la tapa de Crónica, (que luego copiarían otros diarios “serios” que siempre lo tildaron de “amarillo”), un jingle anunciando la primavera cantado por Ringo Bonavena y mil mas.-
Todavía me acuerdo de un hecho que marco muchos años de mi vida, personal y profesional.
La tarde de en que, acompañado por su amigo y colaborador, don Marcos de la Fuente, y algún otro funcionario de Crónica, se reunio en el primer piso del Atlántico con el Dr Carlos Cañón (a la sazón Director y apoderado del diario y la propietaria mayoritaria de las acciones de la S.A., la viuda de don Demetrio Eliades. Firmados los papeles, el acta de Directorio de trasferencia de la acciones y toda esa parafernalia legal, Cañón le dijo: “Señor García…acá esta el inventario de los bienes del diario, las maquinas y todo eso….¿quien lo firma y lo recibe?”
Y el Gallego mirando su Rolex dijo “Che… que tarde se hizo…tengo una mesa reservada en Los Vascos” y mirándome largo: “Recibilo vos…y vamos a comer que es tarde”.
“Héctor, perdóname, yo soy del grupo vendedor…no puedo hacer eso” fue mi azorada respuesta.
Y yéndose, agrego, como enojado: “… ¿o es que no queres trabajar conmigo?….vi que estas en la planta de personal del diario…apurate y mientras comemos, hablamos…”
No hablamos nada. Comimos, y al día siguiente empecé a trabajar, durante mas de 10 años, para Héctor Ricardo García”.
Y NO FUE FACIL. Tiene una fuerte personalidad. Todo lo que decide, lo decide “per se”. Pareciera que no acepta sugerencias, ni criticas, ni nada. Su vida es y fue el manejo de la información. Y ha vivido rodeado de “informantes”. Los que le pasan chimentos para su “pavada”, los que le dicen cosas para quedar bien con el, los/las que le cuentan intimidades de los compañeros de trabajo, para beneficiarlos o hundirlos, según. Y el decide. Y chau pinela.
Y así decidió – con el apoyo del entonces Director editorial del diario, mi amigo Koki Gastiarena, editar, además del matutino, un vespertino.
Estábamos entrando en plena crisis del 2000.
Juro que no fui consultado, que debí tratar de establecer las tarifas de publicidad sin saber demasiado del proyecto, tratar de armar la distribución zonal, de conseguir que los canillitas lo exhibiera y vendieran, que lo vocearan.
Ambos, HRG y Koki son, sin dudas, de los mejores y mas agudos periodistas gráficos que he conocido, pero creo que a ambos se les escapo la tortuga (como dice Maradona).
Los vespertinos, en el país, estaban en decadencia- Y además, Mar del Plata y la zona, especialmente en Invierno, no es Buenos Aires y su conurbano.
Y en invierno, cuando baja el sol, sube el frio. Y la gente se mete en su casa, a ver la Tele, y no sale a la calle a buscar “el diario”. Mucho menos en Miramar, Necochea, Gesell y localidades aledañas donde se intento distribuir el diario. Que no podía imprimirse a las dos de la tarde, con los matutinos aun en los quioscos, y repitiendo casi toda la información matutina- Había que esperar el final de la actividad oficial, los resultados de los deportes, de las lotería vespertinas. Y poner el diario en la calle, como dije, con el sol caído y el frio subido. Y no “ando”. Se duplico, casi, el personal de redacción, se duplicaron las “horas extras” (el doble de un jornal normal) se duplico el personal de maquinas, fotomecánica, tipeado, corrección, todo.
Ese fue, a mi pobre e ignorante juicio, el comienzo de la debacle económica del diario. Que con el aumento y las dificultades para obtener papel (Papel Prensa, de Clarín y La Nación manejaban a su arbitrio las cuotas, precio y condiciones).
Y los costos fijos de personal creciente, luz, energía, tintas y otros insumos, hacían imposible una administración equilibrada en él debe y el haber.
Asi tuvimos huelgas de personal por el cobro demorado del pago de haberes (justificadas, obvio), problemas con la provisión de papel, (si hasta nos vimos obligados a pedirle papel prestado a la “competencia”, o rogarle a Crónicanos prestara una bobinas, cuando, seguro, ellos estaban pasando por situaciones similares.
Y HRG dejo de venir, como lo hacia habitualmente, hasta que un día, luego de mucha insistencia telefónica, y la colaboración (impagable) de su secretaria, conseguí que viniera. Ya antes me había dicho, enojado y por teléfono: “si no dan mas, cerralo. Baja la cortina y ándate…yo de acá no te puedo mandar ni un mango, y me debes un montón de kilos de papel…”
Y tengo esa tarde-noche grabada en mi memoria. Llego, saludo, se sentó frente a mi escritorio, (como siempre) y sin muchas ganas, me dejo mostrarle carpetas, problemas sindicales, problemas de provisión de papel, de impuestos impagos, de cargas sociales no debidamente depositadas- Hasta que se levanto, se fue al ventanal mirando la calle Bolívar, dejo de prestarme atención y me dijo: “ Che…yo vine acá a comer con ustedes…llámalo al negro (Koki Gastiarena) y decile que vamos, que van a cerrar…o vos te crees que sos el único que tiene problemas…”
Metí todas las carpetas en un cajón, Y nos fuimos a comer. “Mañana la seguimos…llamame a casa…. “
A las diez de la mañana lo llame. Nos habíamos acostado a las tres. Y EL ya no estaba… se había ido de vuelta a Buenos Aires, a su “Crónica diario”, a su “Crónica TV” a sus problemas, seguramente mas graves que los nuestros.
Hasta que un día, su secretaria me llama y me dice:
”Lucho… le aviso que a don Héctor lo detuvieron por eso de la “penal tributaria” y a algunos de sus gerentes y directores también…fíjese que va a hacer usted, por que en la lista, como “Administrador- Apoderado” de El Atlántico esta usted también”
Y así fui como me enferme. Tuve meses en tratamiento, mi hijo me tramito la jubilación y renuncie. Estando enfermo, me llamo un día por teléfono a mi casa y esa fue la última vez que hablamos
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QUELEVACHACHE
LUCHO MARTINEZ TECCO
Viajes, salud y educación. Por encima de las necesidades del día a día o de los lujos que suelen permitirse, estos son los principales gastos que tienen los cada vez más numerosos ricos chinos. Gracias al extraordinario crecimiento económico que viene experimentado este país desde su apertura al capitalismo hace más de tres décadas, ya hay 2,7 millones de chinos que atesoran un patrimonio superior a los seis millones de yuanes (714.000 euros).
En su mayoría, son hombres (60%) con una edad media de 39 años. Junto a ellos, hay otros 63.500 ultrarricos que amasan fortunas por valor de 100 millones de yuanes (12 millones de euros). Aunque la edad media en este caso sube hasta los 41 años, el 80% siguen siendo varones.
Así consta en el «Libro Blanco sobre el Consumidor de Lujo en China», publicado recientemente por el Banco Industrial y el Instituto de Investigación Hurun, donde el experto Rupert Hoogewerf elabora cada año una lista con los principales magnates del país.
Para los países occidentales como España, machacados por la crisis y con una acuciante falta de liquidez, conocer las aficiones e intereses de los ricos chinos puede ser fundamental a la hora de plantearse nuevos y lucrativos negocios. «La calidad se percibe ahora como la primera característica de un artículo de lujo, lo que refleja un cambio más allá del estatus social que representa», asegura el informe, que cifra en un 3% de su fortuna anual los gastos que los nuevos ricos chinos dedican a viajar cada año.
A continuación le siguen la adquisición de productos de lujo y la educación de los hijos, que se está revelando como una de sus mayores preocupaciones junto al cuidado de la salud. A pesar de que la crisis los ha vuelto más prudentes a la hora de gastar su dinero, la mayoría de los ricos chinos aumentarán su presupuesto para viajes este año, mientras que el 40% destinará una partida mayor a la salud y la educación de los niños. Cada vez a edades más tempranas, el 85% planea enviar a sus hijos a escuelas del extranjero para que puedan aspirar a ingresar en las universidades más elitistas del mundo, como Harvard.
Volando en clase Business, de Oxford acaba de regresar Zhang Yi, la acaudalada esposa de un empresario de la provincia de Zhejiang que ha dejado allí a su hija, de 15 años, para estudiar en un colegio internacional – donde la mayoría de sus alumnos son chinos – con el fin de perfeccionar sus conocimientos y poder entrar en su prestigiosa universidad o en Cambridge. Entre las clases y el alojamiento en una familia británica, su familia va a gastar cada año un millón de yuanes (125.000 euros) hasta que cumpla los 18, a lo que tendrá que sumar luego la matrícula en caso de que sea admitida en Oxford, cuyas tasas oscilan entre 7.500 y 33.500 euros.
Son las exigencias de un mundo cada más masificado y competitivo pero donde, al mismo tiempo, los servicios sociales han entrado en una grave decadencia. En China, donde el dinero significa la barrera entre la vida y la muerte cuando uno enferma, están aumentando los hospitales privados para atender no sólo a los más potentados, sino también a la emergente clase media urbana.
Cuando viajan de vacaciones, a los ricos chinos les gusta gastarse su dinero en relojes (65%), ropa y complementos de las marcas más famosas (49%), prendas de piel (48%), joyas (45%), cosméticos (43%), aparatos electrónicos (31%), alcohol (20%) y arte (16%).
Entre sus colecciones, destacan las de relojes (44%), caligrafías y pinturas antiguas (31%), vino (23%), porcelana (13%), arte contemporáneo (13%), coches (10%) y casas históricas (5%).
Entre los caprichos con los que sueñan los millonarios chinos, el 13% aspira a poder comprarse un «jet» privado pero, por miedo a que la crisis dilapide sus fortunas, se han vuelto más ahorradores. Con la crisis, los ricos también lloran, pero menos que el resto de los mortales.
Más millonarios en Asia que en América
Por primera vez, ya hay más millonarios en Asia que en Norteamérica. Un estudio efectuado por Capgemini y el Royal Bank of Canada contabilizó el año pasado 3,37 millones de personas con al menos un millón de dólares disponible para invertir, lo que supone un aumento del 1,6% con respecto al año anterior. Sin embargo, su fortuna total se redujo un 1,1% hasta los 8,5 billones de euros.
Por su parte, los 3,35 millones de magnates norteamericanos siguen atesorando la mayor parte de la riqueza mundial (9 billones de euros), aunque su número se redujo un 1,1% y su patrimonio un 2,3%.
Los ricos europeos, que perdieron la segunda posición en 2009, suman 3,17 millones y acaparan 8 billones de euros. Por culpa de la crisis, la riqueza total del mundo se redujo el año pasado un 1,7% hasta llegar a 11 millones de personas, que suman 33,4 billones de euros.