A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 31 de octubre de 2015

LA DURA ADVERTENCIA DE ZANNINI

La tensión en el oficialismo alcanza temperatura de ebullición. Se cruzan culpas por la derrota en la Provincia y por el achicamiento dramático de la ventaja con que Daniel Scioli va al balotaje contra Mauricio Macri. Se debate sobre cuánto influyó en el mal resultado la imposibilidad personal y política de Scioli de diferenciarse de Cristina y el kirchnerismo duro. Y se discute, con más intensidad todavía, sobre la necesidad de cambiar el discurso para mantener la ilusión de ganar. En este contexto explosivo, Carlos Zannini plantó ayer una advertencia que altos dirigentes sciolistas tomaron como una amenaza. El candidato a vice le habría dicho a Scioli que si cambia el discurso, alejándose del relato kirchnerista, él estaba dispuesto a renunciar a su candidatura y abandonar la fórmula.
Sucedió, según relataron fuentes del peronismo bonaerense, minutos antes de que la comitiva oficial emprendiera vuelo a Tucumán. Allí la fórmula, junto al jefe de Gabinete Aníbal Fernández y diez gobernadores justicialistas, acompañó la asunción de Juan Manzur como nuevo mandatario tucumano.
¿Qué efecto produjo la dura advertencia del vigía que Cristina le puso a Scioli en la fórmula? Es dificil determinarlo todavía. Por naturaleza, Scioli minimiza o niega los conflictos. Zannini, al llegar a Tucumán, recitó el libreto del buen político: dijo “vamos a ganar por 4 ó 5 puntos” el balotaje. Pero está claro que ningún candidato sobrevive electoralmente a la hecatombe de su fórmula. Ese es el abismo que Zannini le mostró a Scioli tratando de mantenerlo alineado.
La sujeción de Scioli a Cristina es una clave que ayuda a explicar el terremoto que atraviesa el escenario electoral del país. La sociedad venía alentando una corriente de cambio, que se empezó a expresar en las PASO de agosto, donde 60% de los votos fueron para candidatos opositores. Ante eso, las promesas de diferenciación y recorte de un fuerte perfil propio, que la gente de Scioli anunció a lo largo de la campaña, quedaron en gestos insuficientes que no fueron registrados por sectores amplios del electorado.
Scioli cosechó hasta acá los votos puros y duros del kirchnerismo. No alcanzaron para ganar porque hace rato dejaron de ser mayoría. Y si no junta porciones considerables de apoyos fuera del universo oficialista, corre el riesgo de terminar todavía peor en el balotaje. El tramo final de su campaña arrancó empantanado en los conflictos internos. Y resulta difícil convocar al público que ya votó otras opciones, si detrás del candidato campea una escenografía de agrias disputas y rencores mal disimulados. 
Hay allí odios macerados largo tiempo entre los que convivieron bajo la sombra dominante del kirchnerismo. Hoy esa sombra se esfuma cada día un poco más. La intemperie política puede ser la próxima estación en este viaje descendente. Para algunos también podría ser intemperie judicial.
Algo abrumadas por la situación, fuentes cercanas a Scioli reconocen el estado de convulsión que reina en la campaña. No es para menos.
Cristina dejó correr sin freno las expresiones desangeladas de los integrantes de Carta Abierta contra Scioli, su campaña, su discurso, sus formas de hacer política y sus gustos culturales. Son la expresión del kirchnerismo no peronista, el que más cerradamente defiende la pureza del relato porque no tiene otro diseño de futuro político, como en cambio sí lo tiene el peronismo que hasta acá es kirchnerista. Desde el entorno de Scioli cruzaron con dureza desacostumbrada esas expresiones.
También fue sugestivo que se alentara, en Internet y las redes sociales, la dispersión del rumor sobre que Scioli renunciaría a su candidatura. La intención sería cargar sobre el candidato todo el peso de la dificultad que afronta el oficialismo para retener el poder. Al mismo tiempo, salvar cualquier responsabilidad de Cristina, para permitirle una retirada envuelta en trompetas de gloria. Como si además de los errores y las insuficiencias de Scioli no fueran ella misma, su gobierno, sus políticas, sus derrotados paladines de La Cámpora, parte sustancial de la contrariedad política y electoral actual. 
Desde afuera se puede ver como un espectáculo divertido, pero políticamente es un desastre. “Esto es un hormiguero zapateado”, grafica un dirigente con acceso al comando de campaña de Scioli. Y revela que además de los cruces públicos y privados entre kirchneristas y sciolistas, hay discusiones duras al interior del sciolismo.
Se producen entre los que vinieron propiciando un cambio de discurso y los que –hoy ganadores de la pulseada– proponen mantener el alineamiento hasta el final.
Expresiones de ese debate entre seguir atados o despegarse de Cristina llegaron a plantearse en la cara del propio Scioli, en reuniones con sus equipos de trabajo y con posibles ministros de un eventual gobierno suyo. En todos los casos el candidato reclamó disciplina, trabajo cohesionado y confianza en que él sabría cómo llevar las cosas a buen puerto.
Uno de los problemas de Scioli –si se quiere también de Macri– es que la decisión sobre quién será el futuro presidente ya no depende de quiénes los han votado hasta ahora. Los que definirán, obligados a elegir entre uno y otro, serán básicamente los 5.200.000 votantes de Sergio Massa y, en menor medida, los casi 1.900.000 ciudadanos que eligieron a Nicolás Del Caño, Margarita Stolbizer y Adolfo Rodríguez Saá. Es tanta la discordia oficialista, que ni siquiera hay una postura común frente a esta realidad que no requiere demasiada sutileza para ser entendida.
Scioli ya intentó hablarles a los votantes de esos cuatro candidatos; pero sobre todo le mandó mensajes a Massa y dejó trascender la posibilidad de acuerdos políticos que se reflejarían en cargos de un futuro gobierno. Zannini, en cambio, trató con desdén a Massa: “Salió tercero, poco puede importar lo que diga”, declaró ayer.
Por cierto, Massa no había contemplado los requiebros de Scioli. Desde el día después de la elección empezó a emitir señales en el sentido de apoyar la corriente de cambio y rechazo a la continuidad que se expresó en la votación. El miércoles llegó a decir “no quiero que gane Scioli”. 
Quizás Scioli pensaba insistir con su seducción, o con la de los dirigentes y votantes peronistas que están con Massa. No hay espacio de pelea que se pueda resignar en las actuales condiciones. El destrato de Zannini hacia Massa no facilita el intento.
En el peronismo, con más resignación que grandeza, los gobernadores y los intendentes que ganaron y salvaron la ropa se proponen “ayudar a Scioli”. Algunos todavía creen que la elección se puede ganar. 
“Los de adentro no se dan cuenta de lo que está pasando y los kirchneristas le están tirando ácido en la herida”, graficaba ayer un intendente bonaerense victorioso que, como sus compañeros, apuesta a salvar todo lo que se pueda del peronismo si el naufragio es inevitable.
“Todavía se pueden dar señales que la sociedad perciba”, decía junto a otro colega triunfante. “Scioli tiene que decir cosas, mostrar que es el jefe, pedir renuncias”, se entusiasmaban brevemente. 
No sabían de la advertencia severa de Zannini a Scioli si se atreve a cambiar el discurso. Ni habían escuchado aún los discursos de anoche de Cristina en la Casa Rosada, en su primera aparición después de las elecciones, para recordarnos que a ella la eligieron dos veces presidente con el 45% y el 54% de los votos. Le refregó a Scioli cuatro veces ese recuerdo.
La Presidenta, con generosidad desacostumbrada, también felicitó a María Eugenia Vidal por su triunfo en la Provincia y a su esposo, Ramiro Tagliaferro, que alcanzó la intendencia de Morón. Entre los asistentes aplaudieron, disciplinados, los derrotados en esas pulseadas electorales: Aníbal Fernández y Martín Sabbatella.
Eso fue antes de que dedicara largos, apasionados, sustanciosos párrafos de su mensaje, a la defensa sin fisuras de todo lo hecho en estos doce años kirchneristas.
En su reaparición, con aire de despedida, Cristina dejó claro que se quiere ir entera. Para ella todos los demás son de afuera. Y los de afuera son de palo.

viernes, 30 de octubre de 2015

DIAGNOSTICO CONFIRMADO: CRISTINA ES BIPOLAR


Todo comenzó cuando en noviembre de 2006 la revista NOTICIAS publicó una nota que tuvo un gran impacto. El tema: el trastorno bipolar que padecía Cristina Fernández de Kirchner. Más allá de cualquier especulación política, una serie de interrogantes de difícil respuesta cubrió con un manto de duda el núcleo mismo del poder. ¿Esa información era cierta? ¿Podría una enfermedad de este tipo condicionar de alguna manera la toma de decisiones de quien se perfilaba como la futura presidenta? ¿Sería un rasgo difícil de ocultar en el estilo de conducción de la aspirante a la primera magistratura del país? ¿Se verían afectadas esporádicamente sólo cuestiones de tipo formal —tonos, humores, reacciones y cambios repentinos de ánimo— o implicaría un estado de permanente inestabilidad anímica que dejaría su sello en cuestiones de fondo trascendentales para la vida política del país? El tiempo despejó algunas de estas dudas; las otras serán cuestiones que trataremos aquí con la rigurosidad del criterio médico de especialistas que directa o indirectamente participaron en el seguimiento de la salud de la Presidenta.
Los trastornos bipolares constituyen un problema de observación clínica cada vez más frecuente en la sociedad contemporánea. Representan un espectro de afecciones que comprometen el estado de ánimo y las conductas de las personas, caracterizadas por la presencia de períodos de euforia que alternan con otros de depresión. El período de euforia es el que corresponde a la fase maníaca o hipomaníaca de la enfermedad que, en su expresión más extrema, puede derivar en una verdadera psicosis. La manía es una fase que se extiende por un período de al menos una semana y que se manifiesta por un estado de ánimo elevado y acaso irritable, que puede acompañarse de euforia, en el que el paciente presenta algunos de estos síntomas: habla excesivamente y de manera rápida e ininterrumpida, se distrae fácilmente, experimenta la sensación de pensamientos que se agolpan y que alteran su capacidad de discernimiento, exhibe un aumento en el nivel de actividades orientadas hacia un objetivo, llegando así a concretar actos de alta impulsividad y riesgo como, por ejemplo, la hipersexualidad o el derroche de dinero. El enfermo se siente imparable e imbatible. En casos extremos, pueden aparecer cuadros de psicosis con conductas violentas y peligrosas.
Fue nuestro colega Franco Lindner quien tuvo el enorme mérito de dar la primicia en la revista NOTICIAS acerca de esta afección padecida por Cristina Fernández de Kirchner. Al cabo de un minucioso trabajo de búsqueda, localizó en septiembre del 2006 al psiquiatra que trató a la Presidenta.
Años después de ese encuentro, Franco Lindner está frente a mí recordando algún detalle más de aquella entrevista. Como todo buen periodista observante del carácter secreto de una fuente de semejante importancia, no me revelará jamás el nombre del médico. A pesar de ello, no fue difícil descubrirlo: se trata del doctor Alejandro Lagomarsino, un prestigioso y destacado psiquiatra, nacido en 1951 y fallecido, a causa de un cáncer de colon, el 18 de junio de 2011. En su destacado currículum consta que fue director del Centro Regional de Salud Mental (Crisamen) de la Fundación ACTA; director asociado del Centro Privado de Psicoterapias de Buenos Aires; presidente honorario del Capítulo de Psicofarmacología de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA); profesor de Psicofarmacología del Instituto Superior de Formación de Posgrado de APSA; International Fellow de la Asociación Americana de Psiquiatría; fundador y primer presidente de la Fundación Bipolares de Argentina (FUBIPA). Por esta razón y de manera unánime, los miembros de esa fundación decidieron denominarla “Doctor Alejandro Lagomarsino” luego de su desaparición.
Volvamos ahora al diálogo que ese mediodía del 15 de septiembre de 2006 mantuvieron Lindner y Lagomarsino:
—Le preguntaba recién si tiene pacientes famosos, doctor, porque sé que usted atiende a Cristina Fernández.
El psiquiatra levantó la vista de su plato.
—Ajá… —respondió sorprendido.
—Lo sé por gente muy cercana a ella. En realidad, por eso vine a verlo.
—Ya veo.
—¿Hace mucho que la atiende?
Al hombre se lo notaba incómodo. Dijo:
—Mirá, te quiero aclarar que no todos los casos son iguales de graves. Hay cuadros que son más leves, como ya dije antes…
—Entiendo. Lo de Cristina no es algo grave.
—No. Pero entendeme, de esto no puedo hablar…
—Claro, por el secreto profesional.
—¡Claro! ¡Nos matan si hablamos de los pacientes!
—Sólo una pregunta más: ¿cómo llegó Cristina a usted?
—No, basta —se rehusó el médico, inquieto—. Aunque vos apagues el grabador, es lo mismo. Yo no puedo hablar de esto con nadie.
La información obtenida por Lindner era concluyente. Sin embargo, era necesario seguir investigando para conocer más detalles, enfrentando el mayor de los escollos: la muerte de Lagomarsino.
Con la prudencia y la objetividad que un tema de esta magnitud requiere, me enfoqué en el entorno profesional de aquel maestro de la psiquiatría convencido de que un hombre solo no podía haberse llevado a la tumba todos los secretos de una actividad que le dio la posibilidad de tratar quizás al paciente más importante que un médico podría tener: el presidente de la Nación, en este caso la Presidenta, como gusta de ser llamada la jefa de Estado. No fue fácil, pero tampoco imposible reconstruir la historia, que refleja una sucesión de hechos que desnudan el interior de una persona muchas veces atormentada por el poder.
Testimonio. “No éramos amigos con Lagomarsino, aunque manteníamos un contacto cordial. Lagomarsino era un profesional excelente, la referencia obligada en temas vinculados a la bipolaridad. La atención de Cristina era una pregunta vedada. Alejandro respetó el secreto profesional en todo momento; nunca dijo con nombre y apellido que atendía a la Presidenta, pero ese era un secreto a voces”. El que habla es un calificado profesional de la psiquiatría que mantiene la misma distancia al ser consultado sobre el tema. Lagomarsino mantenía viva la incógnita acerca de la naturaleza de esa relación médico-paciente que, como veremos más adelante, le pesó y mucho. Una paradoja del destino que golpeó la vida personal y profesional de un hombre que dedicó su existencia a ayudar a los demás.
Como es lógico en una investigación periodística, intenté desandar el camino e ir al comienzo preguntándole a mi interlocutor si sabía cómo fue que el doctor Alejandro Lagomarsino había llegado a tratar a la Presidenta.
La respuesta fue contundente: se trataba de una eminencia en la materia; él había organizado la Fundación Bipolares de Argentina y fue uno de los primeros que estudió la cuestión en el país y en el exterior. “La pregunta hubiera sido ‘¿cómo la Presidenta no habría de llegar a él?’, ya que la asociación entre la especialidad y Lagomarsino era automática”, sentenció el psiquiatra que lo conocía y que se sorprendió –como el resto de sus colegas– por su repentina muerte.
—¿La trató mucho tiempo?
—Me parece que no. Al menos no todo lo que él hubiese querido. No era sencillo atender a la Presidenta.
—Se sabe que Gisele, la hermana de Cristina, es bipolar…
—Sí, claro. Pero no conozco los pormenores del caso.
El otro tema desconocido sobre este aspecto de la salud de la Presidenta es el tipo de medicación que se le suministró y cómo se desarrolló el tratamiento. Esto último permanecerá quizás como una incógnita. Con respecto a los fármacos empleados, las fuentes médicas que están al tanto de los detalles del caso y su evolución sostienen que se utilizaron estabilizantes del ánimo. “En realidad esa es la regla. La bipolaridad puede presentar cuadros complejos. No hay enfermedades, hay pacientes y cada caso es único. Lo que funciona con un paciente a veces no es igual en el otro”, se apresura a aclarar un especialista en la materia que pidió reserva de su nombre. “La clave de estos cuadros es la depresión bipolar. Pero los antidepresivos pueden producir efectos no deseados, entonces es mejor evitarlos y recurrir a los moduladores de ánimo. El clásico es el litio, que produce resistencia en los pacientes por construcciones muy particulares y personales. Las otras medicaciones habituales son el ácido valproico, para controlar los estados de euforia, y la lamotrigina, para modificar la melancolía y la depresión”.
Más allá de cualquier diagnóstico, siempre desempeña un papel central la personalidad del enfermo. En algunos, la bipolaridad es un cuadro más difícil de tratar. Una importante fuente médica, que siguió de cerca el caso de la Presidenta, aseguró que, justamente por este motivo, se sugirió recurrir al ácido valproico.
Volviendo al diálogo con nuestra fuente, en su exposición habló sobre la incidencia que tienen los rasgos personales: “Yo creo que esa medicación para una personalidad como la de Cristina funciona como un dique de contención muy valioso. Porque aparecen la elación, la grandiosidad, la sobreestimación que, en el marco de una persona sin duda inteligente, es una combinación peligrosa”.
La interacción con el contexto es uno de los indicadores que los médicos observan para medir ciertos rasgos de la conducta de las personas. Al respecto, son demostrativos los actos de gobierno y la infinidad de cadenas nacionales donde el “Aló Presidenta” deja para el análisis un discurso cargado de datos y formas desmesuradas. A pesar de ser una brillante oradora –cuyo esplendor ya despuntaba en sus épocas de senadora–, fueron apareciendo en su discurso algunas frases dignas de una película de ciencia ficción, o al menos muy alejadas del contexto de la vida cotidiana de los argentinos.
Pero volvamos a nuestra fuente médica para recoger otros aportes cuya vinculación con la realidad no son pura coincidencia: “Cuando se suspende un estabilizante del ánimo, se percibe en la conducta del paciente rápidamente. Aparece el núcleo reivindicatorio. La reivindicación lisa y llana. Políticamente puede ser acertada como estrategia, porque el nuestro es un país periférico en el marco de relaciones globales desiguales, y otras explicaciones convincentes. Pero cuando la reivindicación se transforma en un método permanente, en el eje rector de momentos prolongados, entramos en un terreno patológico. En Cristina parecería haber un núcleo de hostilidad reivindicatorio cercano a una paranoia reivindicativa. Ocurre en personas muy inteligentes que tienen con qué sostener ese proceso. En estos casos, el ácido valproico ayuda mucho a poner un distanciamiento afectivo con las ideas”.
Los bajones anímicos de Cristina se exteriorizan a través de períodos en los que deja de aparecer en público. El especialista en esta patología que conoció al doctor Lagomarsino despeja algunas dudas: “Los retiros son parte de la vida de un bipolar. Luego de la euforia y cierto desenfreno, hay momentos de depresión muy intensos que implican ausencias prolongadas”. Por lo general en estos momentos el paciente toma conciencia de la necesidad de su tratamiento, cuando está lejos de la idea de “todo lo puedo”. No obstante –continúa nuestro interlocutor–, “con un adecuado manejo de la tristeza puede generarse un buen momento para conducir, para ejercer el mando, porque permite la empatía con el otro. No la depresión sino la tristeza. El bipolar ve a la tristeza como un componente extraño a sí mismo porque la tristeza le propone detenerse, reflexionar y pensar. La persona que no está capacitada para este proceso de reflexión centrado en sí misma ve las culpas de todo en el otro. Es probable que en algunos casos la responsabilidad sobre un determinado asunto sea del afuera pero si todo se centra en el otro, se entra en una persecución paranoica que impide construir superando el error”.
Quien habla es un destacado profesional de la medicina que no está ajeno a los vaivenes de la vida política y es, además, un agudo observador de la realidad.
Antes de que como periodista pueda objetar sus argumentos poniendo de manifiesto la delgada línea que separa algunos de los comportamientos descriptos de una estrategia política aplicable a un momento dado, el médico aclara que “la reiteración de episodios donde se responsabiliza de casi todo a terceros de manera enérgica y visceral muestra un costado patológico y el estilo dice mucho. Las formas dicen mucho de lo que le sucede a uno. El estilo tiene una conexión muy fuerte con el inconsciente, deja escapar lo que realmente le pasa a la persona y no hay manera de ocultarlo”.
Paciente y psiquiatra. Concluye el diálogo con el especialista que conoció a Lagomarsino:
—¿Observa usted, doctor, una personalidad narcisista en la Presidenta?
—Indudablemente. Todos tenemos un lado narcisista. Pero el sujeto que ejerce el poder lo tiene mucho más exacerbado, y a veces, es necesario que así sea para conducir. Pero un narcisismo exagerado es difícil de soportar. Ocupa el centro de la escena. Las personas así son controladoras, quieren conocer todo, quieren digitar, manejar toda situación y cualquier desvío los torna perseguidos.
—En su vínculo de pareja tanto afectivo como político, ¿Néstor funcionaba como contrapeso?
—No me cabe duda. Cuando murió dije: “Ahora vamos a tener problemas”. Era evidente que él conducía y dominaba el narcisismo de su mujer. Lo acotaba.
—Los que conocían cómo se comportaba Cristina en vida de su esposo afirman que cuando ella terminaba sus discursos lo primero que buscaba era hablar con él…
—Es probable. Eso es sinónimo de cierta humildad ante un conductor. La desaparición física de Néstor Kirchner ha tenido consecuencias en ella porque aparecía el dilema de “si no es él, ¿quién?”. Ahí surge la permanente muletilla de “Él” para referirse a su difunto compañero, una especie de intención de tenerlo presente pero sin nombrarlo. Es evidente que ahí faltó una ayuda al duelo y una mirada terapéutica.
—Vuelvo a pensar en el doctor Lagomarsino… Teniendo en cuenta lo que hablaba con sus colegas y compañeros más cercanos, ¿cree que lo perturbó tenerla como paciente? ¿Afectó su vida personal o profesional de alguna manera?
—Sí, lo perturbó.
—De lo que usted sepa y me pueda referir, ¿el tratamiento que se le indicó a la Presidenta fue exitoso? ¿Resultó dentro de los parámetros corrientes?
—No lo sé. Lo que sí le puedo decir es que terminó antes de lo estipulado. Debió extenderse por más tiempo. Tampoco sé si ella continuó su tratamiento con otro colega. En esto hay que ser claro: más allá de cualquier contratiempo o situación extraordinaria, si una persona con trastorno bipolar controlada está bien tratada puede llevar su vida con normalidad y desempeñarse profesionalmente como los demás.
—¿Un paciente con trastorno de bipolaridad amerita un tratamiento prolongado?
—Por supuesto. Diríamos que de por vida. Los fármacos no curan. Tratan. La bipolaridad se encuentra en el rango más próximo a lo curable pero para ello es muy importante que, además del tratamiento farmacológico, se realice una psicoterapia. Siempre debe haber alguien que señale qué conductas son pertinentes de acuerdo con la patología de la persona, a su personalidad y a su posición. Sin embargo, no parecería que hubiese en Cristina un diálogo interpersonal fluido que implique un “no estoy bien”. Es lo que en psiquiatría llamamos castración: mostrarse afectado por algo, vulnerable, y a partir de ahí pedir ayuda y trabajar en la mejoría. Es muy difícil aceptar esa realidad para alguien que está en una posición de poder permanente. El contexto es definitorio para este tipo de patologías. La conducción de un país implica un entorno claramente perturbador. Se debe contar con una paz psicológica y mental así como con una estabilidad del ánimo muy fuerte para poder conducir y evitar complicaciones.
—Y si así no fuera, ¿cuál es la capacidad de acción de un paciente bipolar cuando atraviesa una crisis?
—Cuando alguien está en crisis no puede decidir. Tiene la decisión interdicta, suspendida. La crisis de bipolaridad es una crisis psicótica. La crisis hace que uno tenga el juicio catatímico (cuando el juicio está condicionado por el ánimo). Si uno tiene un ánimo exacerbado muy probablemente el juicio no se ajusta a la realidad. No se puede conducir sin juicio de realidad. Esto se aplica a la Presidenta o a cualquier otro ser humano. Las crisis no siempre requieren de internación pero sí de un control muy estricto con participación familiar que incluya licencia laboral, bajar los niveles de responsabilidad y carga, etcétera. El ejercicio de la Presidencia no parece representar el contexto adecuado en cuanto a la tranquilidad necesaria para quien sufre de este trastorno.
La influencia que en las decisiones políticas y la actividad pública de la Presidenta ha ejercido esta patología que, según la evidencia disponible, se le diagnosticó y trató en algunos momentos de su vida, constituye un interrogante abierto a la especulación que, a la luz de sus comportamientos y expresiones púbicas, merece ser analizado en profundidad. Será algo inexorable que ocurrirá cuando el tiempo acalle las pasiones y el presente pase a formar parte de la historia.

jueves, 29 de octubre de 2015

FOTO DEL TREN DEL ORO


Fotos enviadas por una fuente anónima a un medio polacomuestran al tren nazi, desaparecido en 1945, atrapado en un oscuro y húmedo túnel. Ahora se debe comprobar la autenticidad de las mismas, dado que hasta ahora nadie se atrevió oficialmente a asegurar que no son reales
El Ejército de Polonia realiza un operativo especial en el lugardonde puede estar escondido el legendario tren del oro. La nueva prueba consta de una serie de seis fotos que rápidamente se convirtieron en imágenes virales.
La publicación holandesa De Telegraaf dedicó una nota a “las fotos enigmáticas” que “surgieron de un túnel polaco”, donde está estacionado el tren nazi “cargado con cajas de madera, llenas de posibles barras de plata”.
Las fotografías muestran un antiguo tren de guerra sobre rieles, con una carga en cajones de madera, algunos rotos, donde se observan barras de plata desparramadas en el suelo. Según un funcionario del Museo Nacional del Ferrocarril de Varsovia, se puede ver una locomotora alemana Panzertriebwagen 16, de la que hay una copia en una exposición en la capital polaca.
El experto en diseño de videojuegos Thomas Pruski, por otro lado, afirmó que las imágenes no se parecen a una captura de pantalla de algún simulacro digital sino que pueden haber sido simplemente elaboradas en un programa de gráficos tridimensionales.
Habrá que aguardar que el gobierno de Polonia, o bien el Ejército brinde algún tipo de dato que permita comprobar la autenticidad o no de las fotografías.
Historia. El mito del tren fantasma nazi comenzó a tomar cuerpo cuando un ciudadano alemán y otro polaco revelaron a través de su abogado el descubrimiento del vagón repleto de oro y joyas. El letrado marcó que sus clientes señalarían la ubicación del tren siempre y cuando se les asegurara el cobro del 10 %, del valor de la carga. 
Luego de la publicación de la información la ciudad polaca de Walbrzych se convirtió en un paraíso para los cazadores de tesorors. “Exhorto a que cesen las búsquedas hasta que termine el procedimiento oficial para garantizar la seguridad de este descubrimiento", añadió el mismo comunicado. (Perfil)

miércoles, 28 de octubre de 2015

EN LA PRIMERA ENCUESTA GANA MACRI

a consultora González-Valladares realizó la primer encuesta de cara al balotaje y en el sondeo, de 1000 casos, el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, se impondría con el 45,6% de los votos, que proyectado alcanzaría el 50 por ciento, ante un 41,5% de su rival por el oficialismo,Daniel Scioli, que llegaría al 45,5 %
Federico González dialogó conPerfil.com y sostuvo que, según el resultado de la encuesta telefónica realizada bajo el sistema IVR, “hay un grupo de votantes que como agenda principal lo que quería era un cambio, pero más allá de si era (Mauricio) Macri o era (Sergio) Massa. Estaba claro quequería terminar con el kicrhneismo”.
La encuesta, a menos de un mes del balotaje, señala que Macri capta el 45 por ciento de los votantes que se inclinaron por Massa en la primera vuelta, mientras que Scioli concentra el 22, 3 por ciento de los electores del tigrense.  Ante esta situación, González explica que “hay algunos que en realidad no les gustaba el peronismo de Scioli, no les termina de cerrar. El peronista que no les cierra, capta una parte y la otra no la capta porque esos son votantes son los que eligieron a (Sergio) Massa ysimultáneamente son antikirchneristas y no quieren saber nada con ninguna de sus variantes”.
“Scioli es un híbrido, y no quieren híbridos. Quieren terminar con el kirchnerismo y creyeron en Massa , que es el que puso un límite al tiempo reelecionista de Cristina eterna”, agregó.
Por otra parte, un dato interesante que entrega la encuesta es que el 54 por ciento de los votantes que sufragaron en favor del candidato del FIT, Nicolás del Caño, se volcarían a votar en blanco y demostrarían una postura orgánica granítica. 
Motivos. “El factor más importante que provoca el cambio en realidad son muchos factores, y lo que rompió el dique con la dinamita fue lo ocurrido con Aníbal Fernández y María Eugenia Vidal, porque Aníbal era ‘piantavotos’ y María Eugenia era el aire fresco de la política, por constaste, Vidal parecía la salvadora de la Provincia y eso rompió el dique y la inercia del corte de boleta que fue descomunal y, asi como en 2007 Macri ganó la jefatura de gobierno de la Ciudad con una ayudita de (Gabriela) Micheti, ahora fue la ayuda de María Eugenia, aunque eso no le quita mérito”, analizó González. (Perfil)

martes, 27 de octubre de 2015

EL TRIANGULO DE LAS BERMUDAS


El Triángulo de las Bermudas es un área geográfica con forma de triángulo equilátero situado en el océano Atlántico entre las islas BermudasPuerto Rico y la ciudad estadounidense de Miami (en el estado de Florida). Al unir estos tres puntos con una línea imaginaria se forma un triángulo de unos 1600 a 1800 km de lado, y una superficie de 1,1 millones de km²aproximadamente.
El término fue creado en 1953, por varios escritores que publicaron artículos en revistas acerca de la presunta peligrosidad de la zona. Sin embargo, las estadísticas de la Guardia Costera de Estados Unidos no indican que en esa zona haya más desapariciones de barcos y aviones que en otras zonas de igual tráfico.

Contexto

Las naves que viajaban a Europa pasaban continuamente por esta zona para aprovechar los vientos dominantes y la corriente del Golfo. Luego, con el desarrollo de las máquinas de vapor y los barcos con motores de combustión interna, gran parte del tráfico del Atlántico Norte siguió cruzando (y todavía lo hace) a través del área del supuesto «Triángulo de las Bermudas».
La corriente del Golfo, un área con un tiempo muy inestable (conocida por sus huracanes), también pasa por el triángulo al abandonar el mar Caribe. La combinación de un denso tráfico marítimo y el tiempo tempestuoso. Otras áreas que a menudo se insinúa que poseen características inusuales son:
  • El Triángulo del Dragón, Triángulo del Diablo, o Triángulo de Formosa, conocido por esos 3 nombres ubicado en el mar del Diablo, cerca de Japón. Solo es conocido en la literatura acerca del Triángulo de las Bermudas. En Japón no es conocido debido a que la mayoría de los botes perdidos son pequeñas embarcaciones pesqueras sin radio.
  • El Vórtice de Marysburgh ubicado al este del lago Ontario (entre Estados Unidos y Canadá).

Historia del Triángulo de las Bermudas

La primera mención documentada acerca del Triángulo de las Bermudas se hizo en 1951: E. V. W. Jones —periodista de Associated Press— escribió respecto a algunos barcos perdidos en la zona de las Bahamas. Jones dijo que las desapariciones de barcos, aviones y pequeños botes eran «misteriosas». Y le dio a esta zona el apodo de «Triángulo del Diablo».
Al año siguiente (1952) George X. Sand afirmó en un artículo de Revista de Destino que en esa zona sucedían «extrañas desapariciones marinas».
En 1964, el escritor sensacionalista Vincent Gaddis (1913-1997) acuñó el término «Triángulo de las Bermudas» en un artículo de la revista amarillista estadounidense Argosy. Al año siguiente publicó el libro Invisible horizons: true mysteries of the sea (‘Horizontes invisibles: los verdaderos misterios del mar’), donde incluía un capítulo llamado «El mortal triángulo de las Bermudas». Generalmente, Gaddis es considerado el inventor del término.

Popularización del Triángulo de las Bermudas

En 1974 —diez años después de la invención del Triángulo—, el pretendido misterio se convirtió en un verdadero mito gracias a Charles Berlitz (1914-2003), escritor neoyorquino de ciencia ficción, que publicó el superventas El Triángulo de las Bermudas, donde copió bastante texto de Gaddis y recopiló casos de desapariciones (muy manipulados y mal presentados), mezclados con falsedades y flagrantes invenciones exageradas.
El Triángulo de las Bermudas ha recibido el crédito de muchas desapariciones que ocurrieron muy lejos de sus límites «oficiales». A la fecha, unas 50 naves y 20 aviones se han perdido en esa área particular del océano Atlántico. Aunque la mayoría de estas desapariciones pueden explicarse, otras no pueden serlo, y el tema continúa siendo un debate entre creyentes y escépticos.
  • 1909, noviembre: The Spray, un pequeño yate del aventurero canadiense Joshua Slocum (20 de febrero de 1844 - 14 de noviembre de 1909, o días después).
  • 1917: se hunde el SS Timandra, que se dirigía a Buenos Aires desde Norfolk (Virginia) con una carga de carbón y una tripulación de 21 personas. No emitió ninguna señal de radio, a pesar de que tenía la capacidad para ello.
  • 1919: se hunde la nave carguera USS Cyclops (AC-4) con 308 hombres a bordo, debido a un huracán.
  • 1921: se hunde la nave carguera Carroll A. Deering en el cabo Hatteras (a 1050 km al oeste de las islas Bermudas y unos 800 km al noroeste del triángulo).

Lista cronológica de incidentes informados por Charles Berlitz

Los incidentes más populares se listan a continuación:
  • 1840: el HMS Rosalie, barco que se dirigía a La Habana (Cuba), fue hallado sin tripulación.
  • 1872: el Mary Celeste (hundido entre las islas Azores y la Península Ibérica, a unos 5000 km de distancia de las islas Bermudas); se debe tener presente que a cada lado del triángulo se le atribuye solo 1500 km.
  • 1902 (4 o 21 de octubre): el Freya, buque alemán encontrado a la deriva «poco después» de zarpar de Manzanillo (Cuba), hacia Chile. En realidad había dado la vuelta aSudamérica por Punta Arenas (sur de Chile) y fue encontrado frente a la costa occidental de México (varios meses después de zarpar de Cuba), arrastrado por las corrientes del océano Pacífico.
  • 1925 (21 de abril): el Raifuku Maru se hunde con testigos en medio de una tormenta a 1063 km al norte de las islas Bermudas) totalmente fuera del Triángulo.
  • 1925, octubre: se pierde el carguero estadounidense SS Cotopaxi, «que desde la costa de Florida transmitió que el clima se encontraba en calma, y no envió ninguna señal de auxilio». En realidad, Meyers (capitán del barco) informó por radio que el barco estaba escorando y que tenían la bodega llena de agua.
  • 1926: se hunde el SS Suduffco, debido a un huracán (un capitán que salió en su búsqueda lo llamó «el peor clima que he visto en mi vida»).
  • 1938: se hunde el HMS Angloaustralian en las islas Azores (a más de 4000 km al este del Triángulo), después de emitir «en la tarde hemos pasado Faial. Todo bien».
  • 1942: el submarino francés Surcouf es embestido por el carguero estadounidense Thompson Lykes cerca del Canal de Panamá (a unos 1800 km al sur de Miami; muy lejos del Triángulo).
  • 1945: desaparecen 5 aviones TBM Avenger (el famoso Vuelo 19) de la Marina estadounidense.
  • 1947: se hunde el Army C-45 Superfort a 160 km de las Bermudas (fuera del Triángulo).
  • 1948: se hunde el SS Samkey (Berlitz dice que se hundió en 1943, pero ese fue el año de inauguración). Dio su posición: 41° 48’ N 24° O (200 km al noreste de Azores, y a 4200 km fuera del Triángulo). Solo transmite: «Todo va bien».
  • 1948: desaparece la aeronave Tudor IV Star Tiger, con 31 pasajeros.
  • 1948: desaparece un avión DC-3 NC16002, con 28 pasajeros y la tripulación.
  • 1949: desaparece el segundo Tudor IV, Star Ariel.
  • 1950: desaparece un avión Globemaster, de la Fuerza Aérea estadounidense.
  • 1950: se hunde el carguero estadounidense SS Sandra (de 350 pies), después de pasar por San Agustín (Florida) en su ruta hacia Puerto Cabello (Venezuela).
  • 1952: desaparece un avión de transporte British York con 33 personas a bordo.
  • 1954: desaparece un avión Lockheed Constellation, de la armada estadounidense, con 42 pasajeros a bordo.
  • 1956: desaparece una avioneta de la marina estadounidense, el Martin P5M, con 10 tripulantes.
  • 1962: desaparece un avión KB-50 Tanker, de la fuerza aérea estadounidense.
  • 1963: se hunde el Marine Sulphur Queen, probablemente al desembarcar de Dry Tortugas; cargaba azufre fundido (posiblemente sin medidas de seguridad).
  • 1967: desaparece un avión militar YC-122 convertido en avión de carga.
  • 1967: se hunde el crucero Witchcraft a una milla de Miami; realizó una llamada a la guarda costera, pero a los 19 minutos ya se había hundido completamente.
  • 1970: se hunde el carguero francés Milton Latrides cuando navegaba desde Nueva Orleans hacia Ciudad del Cabo; llevaba una carga de aceite vegetal y soda cáustica.
  • 1972 (aunque Berlitz dice 1973): se hunden en una tormenta dos cargueros alemanes: el Anita (de 20.000 toneladas, con una tripulación de 32) y su barco gemelo, el Norse Variant (ambos con carga de carbón). Un sobreviviente de este último fue encontrado flotando en una balsa; describió la pérdida del barco en medio de un huracán. Las olas rompieron la tapa de la compuerta y hundieron rápidamente la nave.
  • 1976: se hunde el SS Sylvia L. Ossa en un huracán al oeste de las Bermudas (fuera del triángulo).
  • 1978: se encuentra abandonado al SS Hawarden Bridge en las Indias Occidentales. Se presume que se debió a un crimen cometido. Meses antes, en febrero, la Guarda Costera de los Estados Unidos lo había detenido en Cape Knox y había encontrado marihuana.
  • 1980: se hunde el SS Poet en un huracán, cuando transportaba granos hacia Egipto.
  • 1995: se hunde el carguero Jamanic K (construido en 1943), tras zarpar de Cabo Haitiano.
  • 1997: se hunde un yate alemán.
  • 1999: se hunde el carguero Génesis después de zarpar del puerto de San Vicente; su carga incluía 465 toneladas de tanques de agua, tablas, hormigón y ladrillos; informó de problemas con una bomba de achique un poco antes de perder el contacto. Se realizó una infructuosa búsqueda en un área de 85 000 km² (33.000 millas cuadradas).
Otros barcos
  • Atalanta.
  • Connemara IV.
  • Gloria Colite.
  • John and Mary.
  • Rubicon (desaparecido en medio de una tormenta tropical; aunque Berlitz afirma que desapareció en clima normal).
  • Stavenger (barco inexistente inventado por Berlitz).
Debe notarse que algunos de los casos listados anteriormente, que popularmente están asociados con el Triángulo de las Bermudas, realmente no estuvieron en el área del Triángulo en el momento de su desaparición.

El Vuelo 19 (1945)[editar]


TBM Avenger volando en formación
Uno de los incidentes más conocidos y probablemente el más famoso sobre el Triángulo de las Bermudas es acerca de la pérdida de un escuadrón de cinco bombarderos TBM Avenger de la marina de Estados Unidos durante un vuelo de entrenamiento que salió de Fort Lauderdale (Florida) el 5 de diciembre de 1945.
De acuerdo con el escritor fantástico Charles Berlitz (1914-2003), el caso consistía en que varios aviadores navales simplemente desaparecieron después de que informaran de varios efectos visuales extraños, una afirmación que no es completamente acertada. Además, Berlitz afirmó que debido a que los restos de los TBM Avenger flotarían por largos periodos de tiempo, estos debieron ser encontrados al día siguiente considerando que esos días se registraron con marea tranquila y cielo despejado.
Sin embargo, no solo no pudieron ser encontrados, sino que un avión de búsqueda y rescate de la Marina que mandaron también se perdió. (Los Martin Mariner tenían muy mala fama entre los pilotos de la época debido a que sus tanques de combustible se inflamaban muy fácilmente; por lo que, un destello visto al poco de despegar la nave, pudo corresponderse con su explosión). Adicionalmente, la intriga se incrementó al conocer que el informe del accidente de la Marina lo atribuyó a «causas o razones desconocidas».
Mientras que algunos hechos de la versión de Berlitz son esencialmente exactos, no describe algunos detalles importantes. La visión de un experimentado escuadrón de aviadores de combate perdiéndose en una tarde soleada es inexacta. Para cuando se recibió la última transmisión de radio del Vuelo 19, había comenzado un tiempo tormentoso.
Tan solo el líder de vuelo, el Teniente Charles Carroll Taylor, tenía experiencia de combate y un tiempo de vuelo significativo, pero al mismo tiempo tenía muy poca experiencia en esa área en particular, menor que la de los aprendices bajo su servicio, Taylor fue descrito como un líder calmado y confiado. En cambio, las transmisiones de radio del Vuelo 19 revelaron a un Taylor desorientado, con una carencia de confianza en sus decisiones, y completamente perdido.
Además, las afirmaciones exageradas establecían que todos los aviones tuvieron problemas con sus brújulas. Sin embargo, los informes navales y registros escritos de las conversaciones entre el Teniente Taylor y otros pilotos del Vuelo 19 no indicaban esto. En cuanto al informe de la Marina, se afirmó que el informe original atribuyó el accidente a la confusión del comandante de vuelo. El Teniente Taylor previamente había abandonado su nave en dos ocasiones en medio del Pacífico después de haberse perdido, para regresar al portaaviones. Sin embargo, el informe se alteró para retratar otra situación debido a los deseos de su familia.
Otro factor a considerar es que las naves TBM Avenger nunca fueron diseñadas para el acuatizaje, contrario a las afirmaciones de Berlitz. La experiencia de combate en el Pacífico demostró que un avión Avenger se hundía muy rápidamente si este amaraba. Para un Avenger sería muy difícil amarar, especialmente con pilotos novatos al mando, y al dejarlo en los mares peligrosos del Triángulo de las Bermudas.
Sin embargo, el hecho de que hasta la fecha no se ha descubierto rastros o algún resto de las naves ha llevado al misterio, y, en sí mismo, es un caso raro. En un documental sobre este evento de The History Channel, se hizo notar que un piloto puede confundir fácilmente su ubicación si permite que su imaginación controle su razón.
En este documental el escenario más probable fue que el líder de vuelo, el teniente Charles Taylor se confundiera y se desorientara. Siendo indeciso en última analogía de la situación del vuelo, habría creído incorrectamente que estaban lejos del sureste de Florida Keys, y girado bruscamente hacia la derecha, creyendo que encontrarían tierra. En cambio, ellos se ubicaban exactamente donde debían estar, fuera de las Bahamas, y al girar a la derecha los llevó más adentro del océano hacia el Atlántico. Esto también podría explicar por qué los aviones todavía no han sido encontrados, ya que muy pocas búsquedas se han concentrado en las inmensas áreas abiertas del océano.
Por consiguiente, la explicación generalmente más aceptada por entusiastas navales y civiles que han investigado minuciosamente este incidente coincide en que el Teniente Charles Taylor se confundió y se desorientó, llevando a su tripulación al mar abierto donde se les acabó el combustible y aterrizaron en aguas tormentosas durante la noche. Y aunque los pilotos estudiantes sabían que él estaba equivocado sobre su ubicación; él era el líder de vuelo y estaba al mando.
Para cuando él tomó el consejo de uno de sus aprendices pilotos sobre volar hacia el oeste, ya se encontraban muy lejos como para aterrizar sobre tierra firme. La posición oficial de la Marina estadounidense sobre el incidente no refleja ningún misterio relacionado con lo que le pasó al Vuelo 19, describiendo el hecho de que la culpa residió completamente en el Teniente Charles Taylor. El único misterio para la Marina estadounidense es dónde se estrellaron los aviones del Vuelo 19.
Otra hipótesis en ese mismo documental declara que los aviones realmente pudieron haber estado donde Taylor creyó que ellos estaban, y que se estrellaron en los pantanos de Georgia. Sin embargo, esa hipótesis se ha tomado con escepticismo.
En 1991, los restos de cinco Avengers fueron descubiertos frente a las costas de la Florida, pero los números de serie del motor revelaron que no eran del Vuelo 19.1 Los registros revelaron además que estas aeronaves descubiertas, habían sido declaradas obsoletas —no aptas para el mantenimiento/reparación— y fueron simplemente eliminadas en el mar.
Los registros también mostraron accidentes de entrenamiento entre 1942 y 1945 que representaron la pérdida de 95 elementos de personal de la aviación de NAS Fort Lauderdale2 Los investigadores han ido ampliando su ámbito para incluir más al este, en el Océano Atlántico, pero los restos del Vuelo 19 todavía no han sido confirmados como encontrados.3
Un hidroavión de rescate PBM Mariner también desapareció sin dejar rastro durante la búsqueda del Vuelo 19, tal como Berlitz declaró en su libro. Esto incrementó la especulación sobre fenómenos sobrenaturales y el Triángulo de las Bermudas, y aunque Berlitz aludió en su libro a la casualidad sobre el Triángulo de las Bermudas, se formula en cierto modo que algunos puntos también son misteriosos y desconocidos, cuando de hecho no lo fueron.
El SS Gaines Mill informó de una explosión por encima del agua poco después de que despegó el PBM Mariner, en el lugar donde debía de estar este. Se pudo divisar una mancha de aceite en ese punto, pero el mal tiempo impidió que se recobrara cualquier resto, y para cuando el tiempo tormentoso terminó, todos los rastros del accidente ya no estaban ahí. El escenario más probable fue que una fuga de combustible causó la explosión que desintegró el avión.

lunes, 26 de octubre de 2015

LOS GRANDES PERDEDORES

Cristina Kirchner
Logró hacer perder al PJ en Buenos Aires. Le cargó a Scioli las mochilas de Aníbal F y Zannini. Es la gran responsable de la derrota.
Aníbal Fernández
El nuevo Herminio Iglesias. Con su candidatura, el FpV volvió al estigma del cajón de 1983. Anoche desapareció temprano.



Daniel Scioli
Victoria perdida. Eligió someterse a Cristina antes que buscar el voto independiente. No advirtió que se terminaba el ciclo kirchnerista.


Eduardo Fellner
Bajo el signo de Milagros Sala. El gobernador de Jujuy y presidente del PJ no pudo o no se atrevió a poner límites a la violenta dirigente.
Martín Sabbatella
Doble derrota. Arrancó su vida política como progresista y acabó abrazándose a Aníbal. También perdió su feudo en Morón.


Hugo Curto
El último cacique. El ex tesorero de la UOM perdió después de 24 años la intendencia de Tres de Febrero. Era el de más tiempo en el cargo.
Julián Alvarez
Cámpora puro. El ulta K número dos del ministerio de Justicia perdía la intendencia de Lanús ante el macrista Néstor Grindetti.
Francisco De Narváez
El Borocotó de la elección. Arrancó como candidato a gobernador por Massa y terminó insólitamente apoyando a Scioli.



Julio Alak/Alejandro Tullio
Manipulación informativa. Demoraron seis horas la difusión de los resultados para evitarle un disgusto a Cristina. Papelón.
Francisco Gutiérrez
Otra víctima de Aníbal. Se alió con el jefe de Gabinete para retener Quilmes. No pudo retener el apoyo de los vecinos. (Clarin)