A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

domingo, 10 de mayo de 2020

ALBERTO FERNANDEZ Y UN SHOW CON TONO TRIUNFALISTA

  
Por Ricardo Roa
El Italiano está entre los hospitales de punta de la Ciudad. Había proyectado que para estos días tendría unas 400 camas ocupadas por pacientes con coronavirus​. Y tiene unas 20. Las camas vacías son una buena noticia para todos aunque para el hospital sea puro costo. Está claro que lo que los especialistas temían no se produjo. Pero no está claro que esto que tenemos sea todo lo que vayamos a tener. Es algo que los mejores epidemiólogos no pueden predecir. Ni acá ni en ningún lado. Italia tiene ya 30 mil muertos: el virus explotó en el norte rico y la onda expansiva casi no se sintió en el sur pobre. España pasó los 26.000 y el vecino Portugal, apenas supera los mil. Y Grecia, 150. Hay mucho en esas diferencias que espera ser explicado.
Nadie sabe tampoco por qué Taiwan con 26 millones de habitantes sólo tiene 6 muertos o Singapur 20 o Tailandia 55. Estados Unidos, primera potencia del mundo, la más desarrollada y tecnológicamente más avanzada es un ejemplo de lo peor: acumula más de 75.000 muertos. Y el pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, no llega a 3.000. Otra vez cosas que hasta ahora no se alcanzan a entender.
¿Y por casa cómo andamos? Para empezar, bastante embolados con una cuarentena que ya es una cincuentena. Es un cansancio parecido al de los italianos que empezaron diez días antes que nosotros. O al de los españoles que empezaron cinco días antes o al de los tres días antes de los franceses. Si uno mira hacia Estados Unidos verá el Central Park de Nueva York lleno de gente o las playas de California prohibidas pero repletas. Y son dos estados anti Trump.
Como en otras partes, la misma gente que había asumido con responsabilidad la cuarentena está tomando la decisión de resistir la cuarentena. Y eso se ve en la calle. En la cantidad de autos y en la cantidad de gente. El Gobierno no ignora lo que pasa pero ha decidido seguir apostando a la cuarentena: reforzar algo que en los hechos se había aflojado o había empezado a aflojarse. No habrá flexibilización fase cuatro como se esperaba para la Ciudad y el Conurbano. Apenas un módico paseo para los chicos y algo para los comercios chicos.
Alberto Fernández volvió a compararse con otros países para ufanarse de que la Argentina está ganando por goleada la pelea contra el virus. Y volvió a atacar a quienes piden prestar atención al parate económico como si no les importara la vida de la gente. Fue un show con Larreta en un papel de copiloto que le sale sin ningún esfuerzo. Y con Kicillof que hizo un esfuerzo ilimitado para mostrar su complacencia con el presidente.
Con la cuarentena, Fernández acumuló un capital político grande. Su problema es que la cuarentena no puede ser para siempre. Otro problema es que entrar a la cuarentena fue relativamente fácil pero salir es inevitablemente difícil. Mucho más sin un plan de salida que hasta ahora no tiene o no muestra. Fuera de lo que dice Fernández, la gente dice que su aguante está al límite. La economía no habla pero está claro que está pasando el límite.

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