A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 25 de mayo de 2020

ERAMOS POCO Y REAPARECIO FIRMENICH


Por Ricardo Roa
Si algo le faltaba a esta pandemia y no justamente de lo mejor, era que volviera Mario Firmenich, el jefe de los Montoneros y que vuelva para avisarnos por si no nos dimos cuenta que ya se está librando la tercera guerra mundial. Faltó que aclare algo: entre quiénes es la pelea y cómo encaja ahí su argumento de que el establishment mundial busca reducir la población del planeta en 3.000 o 3.500 millones de personas. El comandante Firmenich no se anda con chiquitas. Está claro que si Firmenich nunca fue un ideólogo ni un intelectual importante mucho menos lo es ahora. Y salvo la noticia de la tercera guerra mundial y la omisión de la lucha armada, las ideas que trae son bien parecidas a las que tenía hace 50 años, como articular un pacto con actores de entonces con nuevos nombres: los movimientos sociales, el Movimiento Evita, La Cámpora, pequeños empresarios y el agregado de intendentes del Gran Buenos Aires y gobernadores.
Es un dibujo semejante al dibujo que hace el cristinismo, excluyendo lo que el cristinismo incluye: la corrupción. Pero la novedad es la pandemia o la interpretación política que Firmenich hace de la pandemia: la prolongación de “una cuarentena ruinosa para millones de personas puede terminar en una rebelión social”. Y peor aún: dice que aunque finalice exitosamente, dejará un cuadro social y económico desolador.
Si nos descuidamos, en cualquier momento tendremos a Firmenich al frente de una consultora. En un punto que es un punto central, Firmenich es el Firmenich de siempre: ni una palabra de autocrítica sobre su responsabilidad en las muertes y en la violencia de los 70. Y un dato adicional: en el momento de la represión más brutal, él estaba afuera del país.
¿Qué les pasará a Cristina y a Fernández con la reaparición de Firmenich? Firmenich es como una marca de la política y es un outsider de la política: es probable que les pase poco. Fernández está enredado en cómo salir o no salir de la cuarentena. Cristina está enredada en cómo usar la cuarentena para salir de sus enredos judiciales. Cristina avanza y Fernández la deja avanzar. El dato es una explicación del acuerdo que dio origen a la alianza entre ellos.
La Oficina Anticorrupción renunció como querellante en dos causas por lavado de dinero contra Cristina y sus hijos: Los Sauces y Hotesur. Y por un problema con internet, el Consejo de la Magistratura frenó el juicio a Cristina por darle a Báez obras por $ 46.000 millones mientras Baez le alquilaba y no usaba los hoteles. Es el mismo Consejo que a pedido del cristinismo perdonó a los jueces Canicoba Corral y Rodríguez. Ahora vía Parrilli la jugada es voltear la causa de los cuadernos de la corrupción y vía Zannini, la del rarísimo acuerdo con Irán, donde Zannini está acusado junto a Cristina de encubrir la voladura impune de la AMIA. Y hay más.
Para Cristina la crisis de la pandemia es una oportunidad. Y la está aprovechando. A veces, Fernández se entera de esas movidas por los diarios. Está comenzando a pagar un costo por eso.

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