A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 2 de mayo de 2020

LA SECTA DE LA SANGRE ALEGRE

LA GORDA PEÑAFORT, MARIONETA DE CRISTINA


Por Alberto Amato

En la que fue la primera amenaza de uno de los tres poderes del Estado a otro, en treinta y siete años de democracia, la directora de asuntos jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, emplazó a la Corte Suprema a “decidir ahora si vamos a escribir la historia con sangre o con razones, porque la escribiremos igual”. Lo hizo para que el Tribunal fallara sobre una presentación de la mandante de Peñafort, la presidente del Senado y vicepresidente de la Nación, Cristina Fernández. Sucedió la semana pasada.
No pasó inadvertido, pero está olvidado bajo el manto de la pandemia. Fernández hizo suyas las palabras de Peñafort de manera inmediata. Las hizo suyas porque eran suyas. Es ella quien mueve los hilos de sus marionetas. Peñafort sólo desempeña de modo brillante un papel en lo que Salman Rushdie llama “la cultura de la ignorancia agresiva”. De modo que parece claro cuál es el perfil del futuro que el kirchnerismo tiene pensado para la Argentina: su voluntad, o sangre. El desborde de Peñafort y la patética alianza de su mandante, se califican dentro de la fatal soberbia de quienes siempre proclaman “cobremos valor y vayan”. La amenaza a la Corte, en boca de Peñafort, no parece sino el descaro de una adolescente embriagada por el frenesí de la militancia, sólo que no se trata de una adolescente, sino de una profesional que ocupa un cargo público en el Senado; es mucho más grave la adhesión de la vicepresidente, que está ya lejos de la adolescencia: “Imperdible”, calificó el disparate de Peñafort.
Hace medio siglo, cuando se esparció en la Argentina el embrión de la violencia, los primeros golpes guerrilleros en un país atenazado por años de dictadura, despertaron casi el mismo júbilo inconsciente, la misma desfachatez desbocada, el mismo cinismo acrítico que exhibe Peñafort cuando habla de la sangre, festejada por su jefa. La bestia que nació de aquel embrión dejó al país deshecho, con cicatrices que todavía no han cerrado. Siempre es doloroso repasar aquellos años. Pero es preciso recordar, porque la vergüenza no tiene memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario