A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 5 de julio de 2016

FRUSTRADO INTENTO K DE MANEJAR LA CUSTODIA DE CRISTINA


Por Ignacio Ortelli
-No queremos custodia policial, nos vamos a encargar nosotros de cuidar a Cristina.
-De ninguna manera, Parrilli: la seguridad de una ex Presidente es responsabilidad del Estado, no de una agrupación política, por lo tanto va a encargarse la Policía Federal.
La comunicación telefónica, entre dos dirigentes que nunca se llevaron bien, terminó sin acuerdo posible. Se dio el sábado a la noche, cuando el ex secretario general de Presidencia y último jefe de la AFI de la gestión K, Oscar Parrilli, llamó a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich para pedirle que retirara los efectivos policiales del Aeroparque, con el objetivo de que La Cámpora se encargara del operativo de seguridad dispuesto en su regreso a Buenos Aires.
Acostumbrado a imponerse durante 12 años, Parrilli intentó varias veces persuadir a Bullrich para que ordenara retirar a la Federal y a la Policía de Seguridad Aeroportuaria La ministra, que supo padecerlo como opositora, se apoyó en la fina letra de la ley, que prevé custodia permanente para ex presidentes y sus familiares, y no se movió de su postura. Nervioso y tras elevar su tono de voz varias veces, Parrilli cortó la comunicación sin poder cumplir con su objetivo.
En rigor, el objetivo de Cristina, quien le dio precisas instrucciones. Ya en abril pasado, Cristina había dejado claro en pleno Aeroparque su malestar por la presencia de policías en el operativo. “Ustedes se van”, les dijo a viva voz a dos efectivos de la Federal en medio del caos que se generó en aquel multitudinario recibimiento que trazó La Cámpora.
En esa oportunidad, sin embargo, Cristina consiguió que, en virtud de su declaración indagatoria ante el juez federal Claudio Bonadio, la agrupación juvenil que fundó Máximo Kirchner custodiara los alrededores de Comodoro Py, una situación que le valió críticas al Gobierno de Macri, no sólo porque quedó liberada la zona a su merced sino también porque, en medio del acto, la periodista de radio Mitre Mercedes Ninci fue agredida por propios militantes K cuando intentaba hacer su trabajo.
Más allá de la decisión de Bullrich como responsable del Ministerio de Seguridad, en una época en la que se multiplican los escraches a funcionarios K, en el Gobierno no quieren dejar margen para que Cristina Kirchner sufra ningún inconveniente. Estiman que cualquier hecho, por más pequeño que sea, tendrá un costo político que no están dispuestos a pagar. Incluso, ni siquiera ante el expreso pedido de la ex mandataria.
Más cuando fue la propia Cristina quien, antes de dejar su cargo como Presidenta, dispuso una amplia tropa de custodios para su Seguridad, bajo el argumento que tiene un domicilio en Río Gallegos, otro en El Calafate y dos en la Ciudad de Buenos Aires.
Por eso, luego del fallido intento de Parrilli, cuando Cristina arribó el sábado a Buenos Aires, se encontró con un riguroso operativo: la Policía de Seguridad Aeroportuaria se había encargado de trazar un extenso vallado desde la salida misma de la puerta C, paralelo al edificio, de manera tal que la ex mandataria pudiera subirse al auto sin sobresaltos. Así La Cámpora, como corresponde, sólo pudo imponer condiciones a los militantes.

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