Hoy ir a la escuela o a una cancha de fútbol da lo mismo en lo que hace a la vestimenta. Nada que ver la educción de hoy con la de ayer. Antes terminabas la secundaria y te recibías de maestro. Que orgullo era para la familia. Hoy te recibís de nada y si queres algún titulo tenes que ir a la universidad. En estos tiempos los chicos van a rendir matemáticas con la calculadora en la mano y a la vista de todos. En nuestros tiempos si no sabias multiplicar o sumar te faltaban dedos en la mano.
Pero volviendo a la vestimenta, los que pasamos la barrera de los cincuenta, íbamos al colegio de riguroso guardapolvo blanco almidonado. Los chicos abrochados adelante y las chicas con tremendos moños atrás y con tablas. Era la época de las galletas Manon, el vasito acordeon, la lapicera Parker, el libro de lectura "Platero y yo", el manual Estrada, cuadernos de hoja cuadriculada para matemática y caligrafía y rayado. Había superior.
Quien esto escribe fue hasta tercer grado al Colegio San José de Santiago del Estero. Cuando se murió el viejo, el presupuesto no daba para escuela privada y continuo en la Centenario. El secundario en la Industrial cuando el director era "Corchito" Maldonado, el profesor de matemáticas Ruso incansable comedor de caramelos, de historia la señora de Pellegrini, de Química Bianchi, que continuo visitándome cada verano en Mar del Plata, en Educacion Física los queridos e inolvidables profesores Cuba y Greco; en dibujo "Chiquito" Vela y tantos otros.
Hoy el gobierno se cansa de repartir netbook y con eso no alcanza. Necesitamos volver al ayer en educción en donde nuestros padres y familiares se sientan orgullosos porque a los 18 años nos recibimos de maestros y no de nada como ahora.
A MODO DE PRESENTACION
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario