Habia dos deportistas santiagueños que en la decada de los 60 se diferenciaban del resto. No solo por ser exitosos como deportistas, sino por haber tenido la suerte de viajar por el mundo. Uno era Alfredo Mackepran, quien cuando estuvo en la tercera de River Plate compartio una gira del primer equipo por Europa. El otro fue el "Benja" Arce con Atlanta.
Arce nació en Santiago del Estero el 13 de abril de 1941 y a los 13 años comenzó a jugar al básquetbol en el Club Juventud. Debutó en primera división en 1959 y estiró su carrera hasta 1978.
En su apogeo "Benja" Arce fue considerado una de las figuras más importantes del básquetbol argentino. Sin embargo, su mayor esplendor lo alcanzó jugando para Atlanta, en Capital Federal, equipo al que llevó a los primeros planos y lideró entre 1960 y 1971, junto a Luis Martínez, Eduardo Armer, Horacio Seguí, sus comprovincianos Hugo Ríos y Daniel Corvalán y Antonio Gornatti, y que en algún momento fue dirigido por León Najnudel.
Al tiempo que jugaba profesionalmente, estudió ciencias económicas y se recibió de contador en la Universidad de Buenos Aires.
En los Campeonatos Argentinos se convirtió en leyenda, por sus 17 torneos disputados, pero también por los títulos en Posadas’1962 y Santiago del Estero’1968, en la recordada final ante Provincia de Buenos Aires y que se considera la mayor gesta deportiva santiagueña.
Arce fue parte de una fantástica generación de jugadores santiagueños, entre los que sobresalieron Gustavo Chazarreta (h), Alfredo Tulli, Carlos “Inqui” Ríos, José “Quebracho” Torres, Roberto “Chiquito” Villaba y José "Negro" Flores, entre otros. Para Gustavo Chazarreta, otra gloria del básquetbol criollo, con la muerte de Arce, “se me fue un compañero, un amigo y un hermano”.
Es que el “Benja” Arce, más allá de sus méritos deportivos, fue valorado y querido por sus virtudes humanas, tanto por sus compañeros como por sus rivales.
El santiagueño hubiese sido en la actualidad un alero, pero que se movía mayormente cerca del cesto. Si bien tenía problemas de visión, por el contrario poseía generosas virtudes técnicas. Entre ellas sobresalía su famoso tiro en suspensión con giro desde el poste bajo. Lo curioso era que el giro lo realizaba al revés, hacia fuera, desorientando a sus marcadores.
En la selección nacional, Arce debutó en el Sudamericano de Mendoza de 1966, en el que Argentina logró el título regional, luego de 23 años. En el partido final un tiro libre del santiagueño (14 puntos en total) a 3 segundos del cierre le aseguró el triunfo a los argentinos por 54-52, siendo una de las figuras del torneo, junto al también inolvidable Ricardo Alix. Después participó de los Juegos Panamericanos de Winnipeg’1967 y el Sudamericano de Montevideo’1969. En total sumó 19 partidos y 138 puntos, con un promedio de 7,3 de media.
Benjamin Arce, o simplemente "Benja" fallecio un 11 de agosto del 2010 a los 69 años, por hacer lo que mas le gustaba, jugar al basquetbol
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