A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 14 de enero de 2012

EL BAILARIN DE LOS MONTES






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Era uno mas en Santiago. A Carlos Saavedra se lo solia ver por el centro montado en su bicicleta. En charlas interminables en las esquinas a puro cuento con su manera tan particular de hablar. Bromeaba con la Libertad y la curva (ahi se dobla para el cementerio) lugar donde vivia. Que bailo para Grace Kelly solo era un mojon en su vida errante. Su lugar en el mundo era Santiago. Ya veterano se junto con Carlos Carabajal y formaron "Los Carlos". En una oportunidad le dijo a quien esto escribe: "lo hacemos para divertirnos nomas...si hay un peso mejor, nos divertimos mas todavia".
En una oportunidad en un Festival de la Chacarera, en el club Union estaba actuando y subio al escenario el querido Tutti Uñates, en esa epoca reportero grafico del Nuevo Diario, para hacer una toma mejor, cuando lo vio Saavedra dijo: "Ehh cada cosa que se ven en Santiago (dirigiendose a Tutti) que es esto...pareces tarro de azafran". Le llovieron las criticas y pidio perdon. "Yo soy asi, medio burlisto...no lo hago de malo, de picaro nomas" dijo en aquella oportunidad.
Laura Falcoff cuando murio escribio en Clarin: Maravilloso bailarín de zambas y chacareras, avezado zapateador, Saavedra —como tantos artistas populares— nunca recibió clases formales de danza: "Cuando era chico trabajaba de llevar agua para llenar las bombitas en los bailes de carnaval; entonces espiaba a los bailarines, gauchos muy bien ataviados, y así fui conociendo los pasos. El resto del año vendía por la calle un pan que en Santiago del Estero llamamos chipaco. Había una academia que se llamaba El Rancho y en la entrada ponían un biombo para que los que pasaban por la calle no miraran; yo me tiraba panza al piso y lo único que veía eran los pies de los bailarines. Bueno, así aprendí."

Carlos Saavedra se definía como un bailarín de danzas nativas a las que les agregaba, decía, "un toquecito". Comenzó a trabajar en Buenos Aires en 1951, cuando lo trajo aquí el armoniquista Hugo Díaz. Saavedra tocaba el bombo y también bailaba con la esposa de Díaz: "Hacía las danzas al modo tradicional —explicaba en una entrevista hecha en este diario en el año 94— pero a Hugo se le daba por cambiar el ritmo de una manera endemoniada (estaba con una chacarera y de repente metía El manisero), así que había que estar atento. Actuábamos en los locales de aquella época: el Tibidabo, el Trocadero, el Marabú, el Piccadilly y muchos otros; imagínese lo que era antes el folclore".

Luego Carlos se independizó, comenzó a formar a su hermano Juan y más tarde a sus hijos Koki y Pajarín. Uno a uno los Saavedra fueron yéndose a Europa y más tarde crearon un grupo llamado Los Indianos. El conjunto resultó muy exitoso, con giras por Europa y por los países árabes y una temporada de ocho meses en Nueva York. En Montecarlo actuaron especialmente para el príncipe Rainiero y su familia: "Estaba la princesa Grace y también las hijas de ella, que eran chicas. Entonces mi hermano Juan va y me dice, fijate vos, hasta dónde nos llevó la chacarera."

Las cosas no les iban nada mal a Los Indianos, pero Carlos Saavedra no resistía la nostalgia; cuatro años después de haberse radicado en Francia y cuando estaban a punto de embarcarse en una gira a Cuba, cambió los pasajes y regresó a Santiago del Estero donde se instaló definitivamente. Su trabajo se concentró entonces en dar clases de zapateo y en algunas presentaciones. En 1994 lo llamó Santiago Ayala, el Chúcaro, para que diera clases al Ballet Nacional. "El fue un gran amigo. En una época me había invitado a bailar con él pero yo le dije, no, dejame así nomás.". Carlos Saavedra recorrió bailando su provincia y el país entero. "Hugo Díaz me decía que yo tenía que bailar para los que podían y también para los que no podían pagar para verme. Gracias a Dios tenía medios de movilidad y así nos largábamos con mi hermano Juan. Teatros no habría, pero siempre hay un club, y si no hay un club, hay una escuela. Peteco Carabajal y Jacinto Piedra también hacían esos viajes y nadie cobraba un peso; sólo lo que la gente tuviera voluntad de dar; si era nada, nada."

Carlos Saavedra tenía 71 años. 

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