A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

domingo, 4 de marzo de 2012

LOS QUE PUSIERON "COLOR" AL BASQUETBOL

                                                                                                                                                         Por Roberto Vozza

El baloncesto santiagueño, llevaba insita la idiosincracia del hombre nacido en el medio que sumaba a la pasión y fervor por el juego, su gracejo natural o sus notorias ocurrencias. De este modo, en un repaso de la memoria, nos habremos de encontrar con algunos de ellos, sea como jugadores o como meros espectadores, que en este último caso, dejaron improntada su personalidad en los escenarios donde se presentaba Santiago.
Por ende, la manifestación folclórica, tan identificada con esta tierra aportaba ese color distintivo a la provincia en las competencias nacionales. Y el instrumento infaltable e identificable, fue el bombo, con cuyos repiques al son de la chacarera y las palmas, sumaban el aliento al equipo desde cualquier rincón de un escenario deportivo.
Vale por caso, cuando el Campeonato Argentino de 1947 jugado en la Capital Federal, ese instrumento estuvo en manos de Gabino “Chichi” Montiel y el canto de zambas y chacareras, le puso la nota simpática al certamen con la presencia misma del entonces presidente Juan Perón, a quien Montiel en un raudo improntu, cruzó la cancha y burlando a los custodios  le hizo estampar su firma en los parches del instrumento.
Imaginemos ahora el sonido de un bombo santiagueño – que está fuertemente ligado al latido del corazón -  en un repique de ritmo de chacarera… la onomatopeya diría “ anaca na ná… anaca na ná… repetida varias veces, estamos frente al sonido de ese típico instrumento.
Quien pudo graficarlo así, permitió que un fervoroso hincha del basquetbol de Santiago la tuviera por identificación ”bautismal“.
Se llamó José Neder, “Joshela”; emparentado por línea de consanguinidad directa con Nilo, aquel periodista santiagueño que vivió en Córdoba y alcanzó respeto y renombre en esa actividad a la que se consagró desechando su titulo de médico.
“Joshela”, un simpático y carismático turquito bonachón, calvo, de bigotes, buen parecido, generosidad a manos llenas y excelente amigo se identificó entonces en muchos campeonatos argentinos dentro de la grey santiagueña como “anaca na ná”…
Y dentro de la cancha, tambien estuvieron aquellos con su gran impronta de personalidad y gracejo.
El mismo “Chafa” LLedó, cuando jugaba, manifestaba su liderazgo mandando  a sus compañeros y hablando de sus contrarios o del mismo referí. Lo hacia en voz baja, como dirigiéndose a los espectadores de la platea, que se solazaban con sus ocurrencias espontáneas o graciosas al ponerles apodos, o hacer algún chiste de tono burlesco.
José María Venturini, “Pichi” corpulento y rudo jugador de Estudiantes Unidos de esa misma época, defendió siempre a ultranza la divisa que representó de por vida y hasta siendo un veterano.
Fue protagonista, precisamente, de una anécdota tragicómica en un partido contra Olímpico de La Banda… Venturini venia reclamándole al arbitro “Luli” Suarez lo que consideraba desaciertos en sus fallos que perjudicaban a su equipo…En un momento, un vocabulario salido de la respetuosidad contra quien controlaba las acciones, fue determinante para ser expulsado. Terminó el partido. Estudiantes Unidos el perdedor…”Pichi” salió del vestuario entonces para desquitarse del árbitro a quien comenzó a perseguir a las corridas por toda la cancha en medio del público en una escena propia de un grotesco.  Finalmente le dio alcance, lo levantó de las solapas de la camisa y comenzó a aplicarle cachetazos, hasta que se lo pudieron quitar de las manos. Venturini fue suspendido por tiempo indeterminado, pero como era clave en la selección provincial, una “amnistía” general lo devolvió a las canchas…
En el Juventud de Alfredo Tulli, Benjamín Arce, y José Flores, jugó de banco “Espanto” Geréz. Su afición por el alcohol era motivo permanente de prevenciones a la hora de ponerlo en la cancha… Demostró tener cualidades. Estaba “mimetizado” con el tiro al aro de gancho que le copio muy bien al “prócer” LLedó.
Jugó algunas veces en la selección. Una noche le marcó mas de 30 puntos a Estocolmo de Montevideo… Pero era de cuidarlo en su estado porque sus ocurrencias bajo los efectos del vino resultaban imprevisibles, como cuando en un partido local metió un doble espectacular debajo del aro contrario, el mismo recobró la pelota y la tiró a la tribuna pegando un desaforado grito de “huijaaaaaa”… Inmediatamente, el DT “Bochín” Llapur decidió reemplazarlo.
“Espanto” se fue al sur donde además de radicarse laboralmente se dedicó a la promoción del basquetbol a mediados de la década del 60’. En 1967 llevó a Chubut a participar del campeonato argentino disputado en Entre Ríos con un equipo conformado por santiagueños.
Tuvo muerte trágica en Río Gallegos por una explosión de gas… Hoy el piso de una cancha  de Pico Truncado lleva su nombre. Alli fue un personaje inolvidable.
Y esta semblanza de los que le pusieron “color” al basquetbol santiagueño por sus ocurrencias, no puede terminar sin mencionar a Dante “Zoco” Acosta. Jugador y campeón con Inti Club… Actuó en varios campeonatos argentinos… Ejecutante del bombo y cantor de chacareras con estilo bien santiagueño, de voz aflautada y llorona.
Dentro de la cancha, tenía argucias antideportivas para marcar a sus adversarios, como en un cotejo contra Provincia de Buenos Aires donde a propósito lo hicieron ingresar para “anular” a un pivot imposible de frenar con su goleo… Cómo lo hizo? En un salto bajo el tablero de Santiago le bajó los pantalones al bonaerense quien reaccionó avergonzado  pegándole un manotazo en la cara… El arbitro expulsó a los dos… Santiago finalmente pudo ganar ese partido.
Vecino del barrio 8 de Abril, en su modesta casa elaboraba empanadas que salía a vender los domingos por las calles, y en los atardeceres era un asiduo pescador en el vecino Río Dulce.
Fue protagonista de uno de los momentos mas emotivos en la despedida de “Tito” Saad, su compañero y capitan del Inti cuando sus restos fueron velados en el club por unos minutos… El “Zoco” tomó su bombo y con tono plañidero y ante la conmoción de la enorme concurrencia cantó de despedida la chacarera que “al turco” Saad le gustaba.

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