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| La pelota impulsada por "Poro" Aranda viaja al gol |
La historia no es nueva. Se hablo tanto como años tiene la hazaña de este puñado de santiagueños, que fueron toros en rodeo ajeno aquel 15 de octubre de 1967. Algunos de aquellos heroes ya no estan, como es el caso de Marcelo "Poro" Aranda, que fallecio un 29 de enero del 2010 a los 66 años, demasiado joven para terminar de beber el netar de aquel triunfo en la mismisima Bombonera. Navegando por internet de aqui para alla encontre declaraciones del "Poro" de aquella epoca que bueno es recordarlas. Con una memoria envidiable, “Poro” fue desgranando los momentos más trascendentales de aquella jornada en Buenos Aires, donde se jugó la sexta fecha del torneo nacional. “Cuando salimos a la cancha nos faltaba el aire”, graficó aquel momento que aún da vuelta por su cabeza y difícilmente olvidará.
“El primer gol lo hice yo y el segundo Manuel” (Rojas) dice un orgulloso Aranda que parece todavía no poder dimensionar aquella hazaña que estuvo rodeada de varias características que la pintan de especial.
Y esto último se entiende a partir de que Central Córdoba era un equipo enteramente amateur, con la mayoría ocupado en distintos oficios y algunos bajo bandera como Rojas que estaba cumpliendo el servicio militar en el Batallón de Ingenieros de Combate Nº 141. Compañero de colimba era otro ilustre santiagueño Roberto "Pupi" Vozza.
Pero los recuerdos perduran imborrables y una muestra de ello es el relato fiel de Aranda de los momentos previos al primer gol. “Era una jugada de un tiro libre, de unos 30 metros. Pateó Saganías que me dice que me haga un costado (…) Le pasa la pelota a Pereyra y este a mí. Le pego al arco con tanta suerte que la pelota da en la punta del botín de Madalena y descoloca a Roma".
“Era tan grande la emoción que no lo podía creer”, dice el número 7 ferroviario que cuenta que en un determinado momento del partido se acercó Silvio Marzolini, por aquellos tiempos considerado el mejor número 3 del mundo, quien con tono paternalista le dijo: “Pibe, usted juegue tranquilo”.
También recuerda a Rattín como “un jugador de un físico tremendo y muy duro”. Lo mismo de Simeone, padre de Diego Pablo, actual entrenador de Estudiantes de La Plata y jugador símbolo de la selección argentina.
“Eran grandes jugadores. A Marzolini no podía dejar de verle los botines que llevaba puesto. Qué que pinta que tenía ese tipo”, recuerda “Poro”.
Cuenta que cuando finalizó el partido la delegación santiagueña se fue al hotel donde los estaban esperando con la mesa servida y champaña. “Fue la primera vez que tome champaña”, dijo riéndose.
A la vuelta, ya en el avión, los festejos continuaban. “Recuerdo que la azafata nos invitaba masitas y Chaza (por Chazarreta) le decía a Manuel si no es de Carbonel no le compres”.
“Poro” Aranda se despide con la misma frescura que lo caracterizó en sus tiempos mozos, en que le tocó en suerte un rol protagónico en aquella tarde de La Bombonera y deja un pedido: “Que aquella gesta gloriosa forjada por jóvenes amateur, que jugaban a la pelota por amor a la camiseta, no quede en el olvido y sirva de ejemplo para las nuevas generaciones”.


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