Fotografía: El vuelo de Jorge Saad en el Campeonato Argentino de La Pampa 1960 que registró Angel Rainoldi, de "El Gráfico". Fue para desviar el lanzamiento del cordobés Mario Sala.
"A estos 'turcos' les vamos a quitar la comida..."
La expresión textual, medio en broma y medio en serio, se disparó en los corrillos del básquetbol local y fue el desafío y la apuesta personal de Jorge "Tito" Saad, capitán del Inti Club.
Corría 1964 cuando su equipo y Juventud se aprestaban a enfrentarse en la final más esperada que se recuerde de un campeonato en Santiago del Estero. Correspondía al Anual de 1963.
Juventud era la entidad identificada con la fuerte colectividad siriolibanesa, de allí el apelativo de "turcos". En su equipo se alineaban entonces Alfredo Tulli, José "Quebracho" Torres, Roberto "Chiquito" Villalba, José "Negro" Flores (el base de la Selección Provincial) y hasta el mítico Rafael "Chafa" Lledó.
La noche del tercer y definitorio partido, en los salones de la Sociedad Siriolibanesa, una opípara mesa aguardaba a quienes -impulsados por la amplia victoria anterior- se estaban proclamando campeones por anticipado, con el exhultante entusiasmo de sus enfervorizados hinchas.
Pero ganó Inti.
Fue una final dramática y su definición derrumbó por completo aquel frenesí de Juventud. Entonces se produjo un hecho curioso: el plantel victorioso y sus allegados, más eufóricos que nunca, se apropiaron de la exuberante cena y el propio capitán Saad ¡se encargó de retirarla y transportarla a otro salón para el doble festejo!
La historia fue así. Ese Campeonato Anual santiagueño de 1963 Inti Club y Juventud lo definieron en una serie final al mejor de tres partidos. El viernes 20 de marzo de 1964 el Inti Club arrancó ganando por 49-46. Los goleadores fueron Carlos "Inqui" Ríos (26) en los vencedores y José Flores (15) en los perdedores.
Tres días más tarde, el lunes 23, Juventud igualó con un triunfo por paliza: 62-35. "Chiquito" Villalba fue el líder anotador, con 20 tantos. Por Inti, Manuel Leguizamón (8) y Esteban Demasi (8).
Empatados, el miércoles 25 se realizó el partido decisivo, el de la anécdota. En tiempo suplementario, tras el 47-47, Inti Club fue campeón al imponerse 50-48 en el tenso y muy parejo encuentro. Los anotadores de la primera vez volvieron a hacerse presente en el gol: Carlos Ríos (18) y, en Juventud, José Flores (14), cifra ésta que también convirtió Julio Vizcarra.
Si el básquetbol santiagueño tuvo figuras emblemáticas en diferentes épocas como Raúl Sánchez, Rafael Lledó, Alfredo Tulli, Gustavo Chazarreta, Benjamín Arce y Miguel Cortijo, merece incluirse en esa nómina al carismático Jorge Saad. Y será justicia, pese a que -cosas del destino- nunca lució los colores nacionales. Es "Tito" para sus cercanos y muchos amigos. Era "El Turco" para la tribuna.
Su ciclo de actuación duró una década y media, suficiente para afirmar que fue uno de los mejores defensores que se recuerde en el básquetbol santiagueño.
Jorge Saad compartió el juego entre pleclaras generaciones. Alternó con los olímpicos "Chafa" Lledó, León Martinetti y Arturo Ruffa, más "Paco" Barrientos y Carlos Cisneros en una primera etapa, y se codeó ya en pleno apogeo con la fulgurante nueva camada de Alfredo Tulli, Gustavo Chazarreta, "Quebracho" Torres, Benjamín Arce, Jose Flores, Roberto Villalba y el "Inqui" Ríos.
Garra, fibra, personalidad, fuerza, empuje y condiciones atléticas fueron sus características que resumían al arquetipo del caudillo, como en su hora fueron también, dentro y fuera de la cancha, Raúl Sánchez, Rafael Lledó o el "Amo" Tulli. Saad era un león en la cancha, si se admite este término metafórico.
Hijo de libaneses, nació el 14 de agosto de 1935 en La Banda, provincia de Santiago del Estero, y se formó allí, en Olímpico. El Inti Club de la ciudad capital, fundado el 21 de agosto de 1931, comenzando su período hegemónico, lo incorporó a sus filas en 1954. Obligado a jugar un año en reserva por la reglamentación de pases vigente, desde 1955 se fue convirtiendo en gran figura por sus notables condiciones y su creciente capacidad.
Fue el defensor excluyente por antonomasia del Inti y de la Selección Provincial, donde pasó a ocupar el lugar de León Martinetti, ya en retirada. Medía 1,78 m. y pesaba 82 kg. Con esa talla, el "Turco" no se arredraba a la marca de ningún adversario aun superior que él en estatura. También fue un rebotero excepcional en el tablero de atrás.
Con la divisa auriazul del nombre quichua que significa "sol", logró ocho Campeonatos Anuales de Primera División: 1955 / 1956 / 1957 / 1958 / / 1963 / 1964. En este ciclo Saad fue el capitán más representativo con el que contó el Inti.
Compartió aquel equipo con "Paco" Barrientos, los hermanos Hugo y Carlos Ríos, Juan Small, Manuel Leguizamón, Aníbal Jiménez, Dante Acosta, Pedro Carabajal y José Butiler, más la camada de juveniles que se fue abriendo paso hasta recalar en el "Negro" Miguel Cortijo, la última gran "parición" del básquetbol santiagueño. Era un Inti aguerrido que, con Saad, reforzó significativamente tal característica.
"No caben dudas de que fue un muy buen defensor y con gran versatilidad en sus desplazamientos, porque para el puesto era muy ágil y estaba en toda la cancha", recuerdaAlfredo "Amo" Tulli, quien reconoció, no obstante, que su déficit fue la falta de gol para ser del todo completo.
Juan "Johnny" Small, su compañero en el Inti de muchas temporadas, coincidió con el "Amo": "Tito era un defensor sólido y muy eficaz por su movilidad en todo el terreno de juego".
José "Paco" Barrientos, también compañero y uno de sus más entrañables amigos, remarcó sus dotes para frenar al adversario: "Era un férreo marcador dentro y fuera de su zona". Cuando dejó de jugar, fue su director técnico en el mismo Inti y en la Selección Provincial.
Efectivamente, Saad no tenía gol. Tiraba al aro esporádicamente desde posición detenida. Se frenaba, juntaba los talones y con las dos manos lanzaba el balón impulsando con flexión de brazos levantados a la altura de su cabeza.
Por cierto que probaba el tiro solamente si tenía un claro en la defensa rival y libre de marcas. No se le conoció otra forma de sacar un lanzamiento frente al tablero según las técnicas convencionales.
Pero sí se reservaba otra muy particular modalidad de llegar al gol: mediante electrizantes y raudas entradas definidas en bandeja y con doble salto, en otro modo de hacer sentir su presencia en la cancha. Se metía en la zona adversaria, con veloz dribbling de pique corto a la altura de las rodillas. Eran ráfagas sorpresivas que concluían en una suerte de "vuelo espacial" hacia el tablero, donde resaltaban su fuerza y su gran condición atlética. Resultaban imposibles de contener o concluían en infracción del rival.
Alfredo Tulli también recuerda: "Era muy difícil sacarle la pelota al Turco..."
Cierta vez, en 1960, se presentó Boca Juniors con Edgardo Borda y su famoso gancho. Enfrentó al Seleccionado de la Federación Santiagueña en el primitivo estadio de Estudiantes Unidos. Se estaba gestando aquel imbatible equipo de la "triple corona" que dirigió Abelardo Dasso.
En pocos minutos el equipo porteño sacó 8 puntos de ventaja ante un Santiago desorientado y muy respetuoso del rival, hasta que Jorge Saad dijo ¡basta! Sacó a relucir su garra y con varias de esas incursiones descriptas achicó diferencias al tiempo de levantarle el ánimo al equipo. Y ganó Santiago, como en otras ocasiones similares.
Era un ayuda base de hoy... pero sin códigos estratégicos o señales preparadas para orientar la ofensiva. Imperativamente imponía su voz de mando.
Y, cuando era necesario, buscaba el gol a su manera. Distribuía el juego asociado a "Paco" Barrientos y, con panorama, ordenaba a sus compañeros atacantes hacia la mejor posición de gol.
En 1959 conquistó el único título nacional de su trayectoria: el Campeonato Argentinos de Clubes Campeones. Esta competencia no se jugaba desde 1941 y volvió a disputarse en su quinta edición esa vez en Santiago del Estero. Su Inti Club fue campeón invicto, postergando al Arizu mendocino de Cecilio González, al Rivadavia Juniors santafesino de Aníbal Bolzicco y con el refuerzo de Ricardo Crespi y al Villa San Martín chaqueño de Carlos Lutringer.
Jorge Saad participó en once Campeonatos Argentinos luciendo la camiseta de Santiago del Estero. Este es el detalle completo con sus posiciones obtenidas:
Viedma 1953 (sexto), Córdoba 1954 (cuarto), San Miguel de Tucumán (retirado), Bahía Blanca 1957 (tercero), Santa Fe 1958 (noveno), Neuquén 1959 (séptimo), Santa Rosa 1960 (segundo), Formosa 1961 (cuarto), Mendoza 1963 (octavo), Salta 1964 (segundo) y San Salvador de Jujuy (cuarto).
En 1960 fue convocado como titular a la Preselección Nacional, pero renunció. Había sido subcampeón argentino, perdiendo la final 64-56 contra el Santa Fe del "Húngaro" Crespi, Carlos Candussi y Rubén Mascetti. Otros santiagueños también fueron nominados: Gustavo Chazarreta y Alfredo Tulli entre los titulares y Benjamín Arce y Carlos Ríos entre los suplentes. "Raúl Calvo, el entrenador nacional, le pidió para que integrara la Selección, pero Tito no contestó y finalmente no fue...", recuerda hoy "Paco" Barrientos.
En 1958, tras el Argentino de Santa Fe, había asumido idéntica actitud, argumentando "razones de índole personal".
Con 32 años, se retiró como jugador en 1967. Ya estaba dedicado a pleno a la actividad comercial en su panadería, pero sin desvincularse del básquetbol. Como director técnicodirigió dos veces a Santiago del Estero en el Campeonato Argentino. Fue en San Luis 1969 (tercero) y en La Rioja 1974 (segundo), cuando hizo debutar a un futuro crack: Miguel Alberto Cortijo.
También Saad tuvo actuación como dirigente. Fue vicepresidente, durante un período, del club Central Córdoba, institución con renombre en el fútbol regional y nacional.
Falleció el 4 de septiembre de 1974, víctima de una infección generalizada luego de sufrir también crisis emocionales. Tenía 39 años. Su deceso conmovió fuertemente al ambiente deportivo de Santiago del Estero. Tito no sólo fue un destacado basquetbolista, sino mejor persona y muy querido por su personalidad cuasi rayana a la de un chiquilín, sano de espíritu y de una gran generosidad. A través de su panadería ayudaba económicamente a su enorme legión de amigos, compañeros de equipo y hasta al propio Inti Club. Era, además, un tipo divertido, con la sonrisa siempre a flor de labios o la carcajada estridente que lo mostraban predispuesto a una fuerte y natural sociabilidad.
"Ha muerto mi mejor amigo", confesó consternado en aquella jornada de luto para el básquetbol santiagueño don Arturo Luna, entonces presidente del Inti, conocido delegado santiagueño cuando los congresos de los Campeonatos Argentinos eran verdaderas batallas dialécticas en las décadas del '60 y del '70.
La despedida en el club fue altamente conmovedora. Dante "Zoco" Acosta, compañero de equipo y en la Selección, y uno de sus protegidos, tomó su bombo, el mismo que llevó a varios Argentinos, para poner el toque folklórico y de puro contenido santiagueño. Con voz quebrada le cantó una chacarera, la que al "Turco" le gustaba...
No hay comentarios:
Publicar un comentario