A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 10 de abril de 2012

ALAGASTINO, EL FILOSOFO DEL BASQUETBOL



El pasado 15 de marzo cumplió 63 años. Para algunos es un filosofo del basquetbol. Para todos es uno de los mejores árbitros que dio el basquetbol nacional e internacional. Eduardo Alagastino fue el creador de un estilo único para dirigir. Payasesco, de gestos ampulosos provocaron no pocas risas en el publico en sus comienzos, allá por 1973, cuando el profesor José María Caballero había realizado un curso para árbitros, de donde surgió este gran juez santiagueño que llego a ser FIBA, junto a Mario Luis Tenti y Obdulio Zelada.
El "Mono" Alagastino era solicitado por los clubes para dirigir cuando éstos llegaban a la final, por ser uno de los mejores jueces. Dirigió en todos los niveles del básquetbol nacional, como así también campeonatos sudamericanos, preolímpico, premundial, mundial juvenil y juegos abiertos de Europa, y por último en el Juego de las Leyendas  que se disputó en Mar del Plata, junto a Rubistein y “Petete” García
El “Mono” dirigió 21 temporadas consecutivas en la Liga Nacional y representó al país en varias competencias internacionales. “Mi objetivo es volcar toda la experiencia. Quiero estar en contacto permanente con los árbitros para transmitirles los conocimientos que me permitieron llegar al éxito en mi carrera deportiva”, expresó Alagastino, quien puso especial hincapié en la formación cultural del árbitro para resolver diferentes situaciones del juego. 
Consultado por el nivel del arbitraje en la actualidad, destacó que con el paso del tiempo, el profesionalismo de los jugadores facilitó la labor del árbitro. “Antes, ganar de visitante era como lograr una hazaña. Los estadios eran una caldera”, recordó. Entre sus vivencias, no olvida el día que convirtió un doble en Santa Paula de Gálvez o cuando saltó hacia una tribuna en Pergamino para contener a un extranjero que quería pelearse con los hinchas locales o cuando recibió un zapatazo en la espalda en Villa Ángela.
Fernando Rodríguez de  "La Nueva Provincia" en una entrevista hace algún tiempo le pregunto:
--Si están escuchando los que están en la mesa de al lado pueden pensar que usted es un pastor, un político, un filósofo...
--¡Ese es el árbitro de básquet!
Eduardo Alagastino, de prolijo traje y engominado, 15 minutos antes del horario de encuentro había pedido un café y pasaba el tiempo leyendo "El arte de amar", de Erich Fromm.
"Desde 1980 estoy con un libro en la mano", aclaró.
El Mono, todo un personaje del arbitraje, fue uno de los pioneros en los inicios de la Liga Nacional de Básquetbol. Y cada vez que llegaba a algún lugar decían: `viene el árbitro del visitante'". Aunque él tiene sus razones para oponerse a ese pensamiento popular.
"¡Sólo un loco quisiera salir a las seis de la mañana por arriba de los techos porque ganó el visitante! Mi mentalidad --aclaró-- estaba focalizada en que ganara el mejor".
--Es decir, usted entiende que cuando dirigía a nivel profesional equiparaba las posibilidades de triunfo.
--Es que, ¿considerás que un equipo iba a recorrer 1000 kilómetros para que después yo desdibujara algo con tal de salir cómodo de la cancha? ¡No! Nunca lo hice. Por eso me recuerdan en cualquier mesa de café que hablen de arbitraje.
--Me imagino que más de un compañero le debe haber sugerido querer salir cómodo de la cancha. ¿Cómo lo manejaba?
--Abiertamente nunca me lo dijeron, pero a la hora de la siesta, cuando mi compañero de turno empezaba a dar vueltas en la cama, era evidente que le tenía miedo al partido.
--¿Notaba eso?
--En la vida no es más quien ha andado, sino quién más ha a observado.
--¿Se sentía protagonista?
--A mí me encantaba que me silbaran. El árbitro forma parte del juego, pero no por pretender ser la estrella. De todos modos, es imposible que el árbitro pase desapercibido. A mí, a veces me decían que quería ser protagonista, pero yo me sentía parte del juego, como podes sentirte vos llevando las estadísticas.
--Hay jugadores que se esconden en la última ofensiva. ¿Usted, como árbitro, era de los que quería tomar la decisión final?
--La gente dice que los finales cerrados son para un infarto, pero quiere eso. Y a mí, me pasaba de estar comprometido, participando del juego y tratando de no incidir en el resultado. Había partidos que no quería que terminen, porque disfrutaba.
A los 63 años Alagastino trabaja en el archivo de sentencia de Tribunales de Santiago del Estero y continua siendo un personaje del basquetbol y de la vida.


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