A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 17 de julio de 2012

QUINO EL PAPA DE MAFALDA CUMPLE 80 AÑOS




Joaquín Salvador Lavado nació el 17 de julio 1932, en Mendoza. Hoy cumple 80 años. Desde chico lo llamaron Quino para diferenciarlo de su tío, Joaquín Tejón, dibujante profesional, quien lo alentó a dibujar desde muy pequeño. Al pequeño Joaquín le fascinaban las historietas, tal vez porque sus primeras lecturas coincidieron con la década de oro de la historieta argentina. En esa época, las revistas se multiplican y alcanzan grandes tiradas. En el año 1936, aparece la "Revista Patoruzú", de Dante Quinterno. En 1938, en el diario "La Prensa", aparece "Don Fulgencio", de Lino Palacio. Hacia 1940, Guillermo Divito comienza a crear sus grandes personajes y, en 1944, junto a un grupo de amigos, fundaba la revista "Rico Tipo", que pronto se convertiría en la vanguardia del humor escrito y dibujado, llegando a vender 350.000 ejemplares. De niño, Quino soñaba con publicar "Rico Tipo", lo que logró en 1952.
Quino reconoce entre estos dibujantes a sus primeros maestros: de Lino Palacio “lo que más me gusta es la pulcritud de su línea, la elegancia para plantar la figura y la armonía en la proporción de sus personajes. Lo que más influyó sobre mí fueron sus historias sin texto y el manejo del tiempo entre un cuadro y otro, también una temática más amplia y universal que el resto de los dibujantes argentinos”; de Divito recibí no sólo "la influencia a distancia", o sea, ver sus dibujos en las revistas que llegaban a casa, sino también, una vez que lo conocí, verdaderas lecciones personales de dibujo. Cuando yo trabajaba en "Rico Tipo" le llevaba mis dibujos en lápiz, él me los corregía y me decía ‘Esto estaría mejor de tal manera, aquí sobra este árbol o esta nube, etc.’, luego yo los pasaba a tinta y recién entonces, si le parecía que estaban bien, me los publicaba. Aprendí de él una conducta profesional, jamás copiar ideas o, descaradamente, la línea de otros dibujantes, además de un respeto por lo que se le debía dar al lector”. Sin embargo su gran maestro fue Oski –seudónimo de Oscar Conti–: “Oski me enseñó, ante todo, a mirar y poder extraer algo de lo que uno mira, ya se trate de un cuadro, una catedral, una mujer, un gato o una zanahoria, pero además esto va acompañado de una disciplina: documentarse seriamente antes de dibujar. También supo inculcarme una moral de trabajo que incluye el respeto a la profesión, al lector y a uno mismo. También el tomarse cada dibujo, por insignificante que parezca, como si se tratase de decorar la Capilla Sixtina y de ahí también la obsesión por documentarse sobre el tema a dibujar.”

También lo influenciaron el humor de dos dibujantes franceses que publicaban en el semanario francés "Paris-Match", Bosc y Chaval: “Conocer a Bosc y Chaval fue para mí la revelación de cuál era el tipo de humor que a mí me interesaba, sintético, sin texto, directo, con una gran dosis de surrealismo pero, sobre todo, completamente alejado del humor costumbrista con el que tanto se machacaba”. No olvida la influencia del rumano Saúl Steinberg a quien considera “el más grande humorista gráfico que haya dado el siglo XX” y su admiración por Sempé, de quien con humor comenta “digamos que lo considero un hermano, no de leche porque sólo estuve fugazmente una vez con él, pero sí de tinta”.

La gran popularidad de Quino se debe a “Mafalda”, un personaje que, dado su resonante éxito, ha rezagado injustamente al resto de su obra a un segundo plano. No obstante, “Mafalda” y sus amigos por tal impertinencia le han retribuido generosamente. En 1963, la agencia Agnes Publicidad le encarga a Miguel Brascó, un personaje para la campaña de electrodomésticos “Manfield” y cómo no estaba en su línea de trabajo se lo ofrece a Quino. (Una curiosidad: el empleado de la agencia que le encargó la tira era el actor Norman Briski.) Así nace Mafalda, aunque la campaña nunca se realiza y queda archivada. Al año siguiente, presenta la historieta al semanario "Primera Plana" que la publica y a los pocos años se convierte en un éxito rotundo.

“Mafalda” es una lúcida sátira social donde, a través de sus personajes, se reflejan las múltiples miradas que conviven en la sociedad argentina de los ’60: Mafalda –el pensamiento progresista de una clase media preocupada por la humanidad, la injusticia y la irracionalidad social–, Susanita –atrapada por los medios, burguesa, consumista y conformista–, Manolito –representante del egoísmo capitalista, materialista y con muy pocas luces–, Felipe, Miguelito y Libertad –soñadores, narcisistas, ingenuos y anaquistas–. Despliega un mundo donde los adultos, en su aceptación acrítica de la realidad se comportan como niños seducidos por la televisión y sus pequeños sueños; y el mundo de los chicos que desde su propia lógica perciben la fragilidad del mundo de los adultos. Así, “Mafalda” opinó sobre la guerra de Vietnam, la carrera espacial, el movimiento tercermundista, el asesinato de Kennedy, los derechos humanos, el sexo, la represión, el psicoanálisis, el feminismo y la religión, entre otros muchos temas. El tratamiento de los temas candentes de su época es lo que propició la entusiasta recepción que Mafalda tuvo en Latinoamérica y en Europa. En 1969, el semiólogo italiano Umberto Eco presentó así a Mafalda en Europa: “Puesto que nuestros hijos se preparan para ser –por elección nuestra– una multitud de Mafaldas, no será imprudente tratar a Mafalda con el respeto que merece un personaje real.”

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