Por Roberto Eduardo Vozza
La histórica revista “El Gráfico” fundada por los hermanos Vigil, hubo de constituirse durante muchos años en el gran espejo de los deportistas argentinos cuya aparición en la portada, implicaba no solo un reconocimiento a sus éxitos, sino significar esencialmente, ante sus pares, un orgulloso privilegio.
Ser tapa de “El Gráfico” implicó para quienes lo fueron el zumun de su trayectoria.
La portada de Rafael LLedó aparecida en una edición de marzo de 1948, tiene una curiosa historia de cómo resultó ser tal en aquel reconocimiento al gran basquetbolista santiagueño por parte de la afamada revista.
“Chafa” aparece en ella luciendo los colores que por esa época identificaban a la selección provincial. La clásica camiseta gris celeste y el pantalón blanco.
Por entonces, Santiago acababa de conquistar el maximo lauro en el concierto de los campeonatos argentinos al ganar en Resistencia su segundo certamen de la historia.
La selección argentina lo habia convocado entonces junto con José María Venturini a los entrenamientos con vistas al Sudamericano a disputarse en Brasil.
Estaban alojados en un hotel de Avenida de Mayo. Era siesta y como buenos santiagueños, entregados al paréntesis del descanso clásico de esa hora del día.
Suena el teléfono… atiende Venturini y una voz dice…”Hola, hablamos de “El Gráfico”… queremos tomarle una fotografía en la cancha de Palermo antes del entrenamiento”.
Venturini le pasa el telefono a LLedo diciéndole… “che, son de “El Gráfico”, atendelos vos”…
LLedó habla y pregunta… “ Si… qué desean?
La invitación del interlocutor se repite…
Chafa después de escuchar hace una pausa y le dice a Venturini… “Pichi, andá vos”… Venturini le replica… “no vete vos”…
Al cabo de algunos cabildeos entre ambos, LLedó responde medio refunfuñando… “Habla LLedó… Bien, voy para allá…
Llevó en su bolso el equipo que trajo consigo; se encontró con el fotógrafo de la revista y posó tal como se lo ve, sin imaginar que iba a ser tapa de “El Gráfico” tal como aconteció.
Esa portada luego habria de ser colgada en el dormitorio de la vivienda que ocupó con su familia el gran “Chafa” LLedó. Un testimonio ilustrativo finalmente del reconocimiento a quien en su paso por el basquetbol se erigió en una figura de reconocimiento internacional.
La anécdota fue recordada a quien escribe esta nota por José María Venturini.
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