A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 24 de noviembre de 2012

UN LLAVERO, EL LEGADO DE FANGIO

MI SOBRINO, EL QUINTUPLE CAMPEON SUDAMERICANO, YO Y MI HERMANO, EN SANTA ROSA, LA PAMPA, EL DIA EN QUE LE HICE ENTREGA DEL LLAVERO  DE JUAN MANUEL FANGIO
EL DIA DE LA NOTA A FANGIO EN QUE ME HIZO
ENTREGA DEL FAMOSO LLAVERO




Los periodistas gozamos de ciertos privilegios. De viajar, de dialogar con celebridades, de sentarnos a la mesa de reyes y de humildes. Fue mi caso. Conocí el mundo gracias al diario El Liberal, cubriendo durante dos años la campaña de el "Lole" Reutemann en la Formula 1. Fue así como me hice amigo de un extraordinario tipo e inmenso periodista, Alfredo Parga de La Nación. De las muchas anedoctas que guardo de los viajes rescato dos, que vienen al caso. Era el Gran Premio de Monaco y el ingreso a boxes con Parga y Orlando Ríos de El Gráfico, coincidió con el del quintuple, Juan Manuel Fangio. Allí vi en vivo y en directo la inmensidad del balcarceño. Jacki Stewart, Denis Hulme, Emerson Fittipaldi, entre otros, se le acercaban para pedirle una foto y saludarlo. El "Chueco", era grande entre los grandes.
Después coincidimos en Long Beach, en la costa oeste de los Estados Unidos. "Venga Alfredo, le voy a presentar a un futuro campeón del mundo", le dijo Fangio a Parga. El piloto en cuestión era un desconocido brasileño llamado Nelson Piquet. No solo muñeca, sino también vista tenia el mas grande piloto que dio Argentina.
Luego lo vi en aquella carrera que se disputo por los caminos de Tucumán y Catamarca y de la que tomo parte el "Lole". De regreso compartimos un almuerzo en Santiago en un solitario restaurante a metros de Plaza Libertad.
Ya radicado en Mar del Plata y en el diario El Atlántico nuestros caminos se cruzaron en un par de oportunidades. La ultima fue en su Balcarce natal para la inauguración del museo que lleva su nombre. En esa oportunidad me dijo: "Tome esto como recuerdo de amistad". Y me dio una foto autografiada que aun conservo y un llavero con su cara en relieve. Durante años lo guarde como el mas valioso de los tesoros. Fue un 22 de noviembre de 1986, Pablo apenas caminaba.
Paso el tiempo. Mi sobrino crecio en el Barrio Jardin. Siguio los pasos de mi hermano, el "Ruso", y ya se perfilaba como el campeón argentino mas joven en la historia del rally, cuando viaje a Santa Rosa, La Pampa. Ente mis pertenencias había una bolsita de gamuza azul que en su interior tenia aquel llavero que me regalara Fangio, quien ya miraba las carreras desde el cielo. No se que me impulso a desprenderme de tan inmenso regalo. Se lo di a mi sobrino y le dije: "Llevalo siempre en el auto, Fangio no solo te protegerá, sino que guiara tu carrera". Fue una premonicion. Años mas tarde me di cuenta que había sido solo intermediario de un simple llavero que era una especie de legado del quintuple a otro quintuple

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