A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 15 de febrero de 2013

LOS MISTERIOS DE CAMPO DEL CIELO




Impactantes imágenes se registraron esta madrugada en Cheliábinsk, la novena mayor ciudad de Rusia, ubicada al este de los montes Urales, al caer un meteorito que causó graves daños y casi mil heridos, entre los que hay decenas de niños. La noticia recorrió el mundo. Aquí en Argentina Telenoche le dio gran espacio y hablo de otros lugares en el mundo en donde se dan estos fenómenos. De refilón se nombro a Campo del Cielo, limite entre Chaco y Santiago, un lugar mundialmente famoso. 
Viene bien reproducir la nota del periodista de Clarín, Eduardo Pogoriles que titulo: "Los misterios de Campo del Cielo". La misma señala:
Hace cuatro mil años, dicen los científicos, un asteroide que pesaba 800 toneladas y venía del espacio sideral se desintegró al entrar en la atmósfera de la Tierra, a una velocidad estimada en 50 mil km por hora. El cuerpo del asteroide, puro hierro y níquel, se desintegró en un racimo de meteoritos. Esta lluvia de fuego cayó sobre la región del sudoeste de Chacoque hoy se conoce como Campo del Cielo , un área de 1.350 km cuadrados que fue rastreada por el investigador estadounidense William Cassidy desde la década de 1960, con apoyo tecnológico de la NASA.
Testigos de aquel cataclismo fueron los antepasados de los pobladores originarios tobas, matacos y mocovíes, que lo vivieron como una versión del Génesis. “Cuando el sol cayó sobre la Tierra y consumió a todos los seres vivientes”, dicen sus leyendas, ellos dieron a luz a la cultura. Así, las parejas humanas que sobrevivieron al cataclismo –cuatro, según los mocovíes– fundaron las tribus. Aquellos que se escondieron en el agua se convirtieron en yacarés o en nutrias, mientras los que treparon a los árboles se transformaron en monos.
Mucho después, cuando en el siglo XVI los conquistadores españoles soñaban con Eldorado y cruzaban los bosques chaqueños en busca de oro, encontraron que aquellos indios –que no conocían la metalurgia– usaban puntas de hierro para sus flechas. Así nació el mito del Mesón de Fierro, un “árbol de fuego” que encarnaba a la divinidad indígena. Para los científicos, sería un gran meteorito oculto bajo esas tierras que los tobas bautizaron con el nombre de “Piguem Nonraltá”, esto es, “Campo del Cielo”. Si bien algunos expedicionarios del siglo XVIII como el teniente Miguel Rubin de Celis –enviado por el virrey Vértiz desde Buenos Aires– llegaron a dibujarlo, las coordenadas geográficas del Mesón de Fierro se perdieron. Hace dos siglos que nada se sabe de él, pero su búsqueda llevó a descubrir otros meteoritos. Algunos de ellos están en el exterior. En el Museo Británico de Londres descansa desde 1825 el “Runa Pocito”, de 634 kilos. El Instituto Smithsoniano de Washington y el Planetario de Buenos Aires comparten desde 1962 fragmentos de “El Taco”, de 1.998 kilos. Pero nada se compara con la experiencia de ver meteoritos en su ambiente más típico, al aire libre en un bosque de algarrobos y quebrachos.
Esa es la función de la Reserva Natural “Piguem N’Onaxa” (“Campo del Cielo”, en lengua mocoví) que se inauguró en el año 2005 en el paraje Las Víboras, ubicado a 15 km al sur del pueblo chaqueño de Gancedo. Este pueblo está a 350 km de Resistencia, sobre la ruta 89. La reserva es un parque provincial de 100 hectáreas, con comodidades para los turistas, donde se pueden ver de cerca auténticos tesoros. Es el caso del meteorito “Chaco” (37.000 kilos) o el “Santiagueño” (7.800 kilos), montados sobre pedestales de piedra. Existe el proyecto de crear aquí –junto a la provincia de Santiago del Estero– un Parque Nacional del Meteorito, equipado con un centro de interpretación.
En 2011 hubo una polémica en la provincia por un proyecto artístico que se proponía trasladar el meteorito “Chaco” hacia Kassel, Alemania, para presentarlo en la prestigiosa muestra “Documenta 13”. Esto nunca se concretó: hubo fuerte oposición de la comunidad mocoví –para ellos el “Chaco” es un símbolo de su cultura– y varios científicos criticaron la idea. Muchos se enteraron así de que el “Chaco” es uno de los meteoritos más grandes del mundo. El primero en esa lista es africano, se llama “Hoba”, pesa 66 toneladas y está en Namibia.
Aunque la reserva “Piguem N’Onaxa” puede visitarse en cualquier época, el clima de la zona es más tolerable entre mayo y octubre. Todos los años, durante el primer fin de semana de septiembre, se hace en este parque la Fiesta del Meteorito, que incluye desde visitas guiadas y conferencias científicas hasta ferias de artesanías y la presentación de cantantes populares.
En el anfiteatro de este parque han cantado, entre otros, Los Carabajal, el Dúo Coplanacu, los Cantores del Alba y El Chaqueño Palavecino. “La fiesta anual nos ha hecho más conocidos, vienen más de 25.000 personas, es un ambiente familiar donde el público aprende a valorar el patrimonio cultural que estos meteoritos representan, porque son a la vez un tesoro geológico y un símbolo de la historia regional”, dice el intendente de Gancedo, Alberto Korovaichuk. Es que Campo del Cielo es un sitio encantado, escenario de mitos y búsquedas.
Para los aborígenes, fue un sitio de culto y peregrinación. Los tobas decían que la Luna, atacada por jaguares, había perdido partes que cayeron a la Tierra en la lluvia de fuego. Los mocovíes creían posible volver a “poner el sol en el cielo”. Los conquistadores españoles buscaban oro y descubrieron el Chaco. Hoy, científicos y turistas confirman el encanto.

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