Antonio Roma, arquero de Boca Juniors en la década de los 60 hasta su retiro en 1972 y cinco veces campeón con el club de la Ribera, falleció esta mañana a los 80 años, confirmaron a la agencia Télam sus familiares y ex compañeros.
El recordado Tano Roma estaba internado en el hospital Santojanni, en el barrio porteño de Mataderos, a raiz de un virus intrahospitalario, que lo afectó desde enero pasado, señaló su amigo y ex compañero en Ferro y en Boca Juniors Silvio Marzolini.
Además de jugar en Ferro en el comienzo de su carrera, el arquero también fue parte del seleccionado nacional en los Mundiales de 1962 en Chile y en 1966 en Inglaterra.
En diciembre pasado, se habían cumplido 50 años de su jugada más recordada: el penal que le atajó a Delem, que le permitió a Boca ganarle a River en la penúltima fecha para quedarse con el título. A ese encuentro llegaban los dos equipos igualados en 39 puntos.
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El día que le atajó el penal a Delem se recibió de ídolo...
Para que te des una idea, yo ese día salí de la cancha a las 9 de la noche en un camión, dentro de una caja abierta y tapado con una lona. ¡La calle era una fiesta! Pitos, bocinas, disfraces, cornetas? ¡Y todavía no habíamos salido campeones! [N. de la R.: en la última fecha, el equipo xeneize goleó 4 a 0 a Estudiantes y dio la vuelta]. Pero era un Boca-River, y todo lo que pase en ese partido se festeja muchísimo de ambos lados.
Para que te des una idea, yo ese día salí de la cancha a las 9 de la noche en un camión, dentro de una caja abierta y tapado con una lona. ¡La calle era una fiesta! Pitos, bocinas, disfraces, cornetas? ¡Y todavía no habíamos salido campeones! [N. de la R.: en la última fecha, el equipo xeneize goleó 4 a 0 a Estudiantes y dio la vuelta]. Pero era un Boca-River, y todo lo que pase en ese partido se festeja muchísimo de ambos lados.
¿Volvió a verlo a Delem?
Claro que sí. Después de que le atajé el penal, fui y lo abracé. Otros pasaban y le metían rodillazos. Después fuimos íntimos amigos. Compartimos mucho tiempo el "Equipo de las Estrellas" y más tarde él tuvo una flota de camiones y yo le hacía los seguros. Pobre, él se tuvo que masticar todos los chicles. Imaginate: tanto los de Boca como los de River lo castigaban por errar ese tiro.
Claro que sí. Después de que le atajé el penal, fui y lo abracé. Otros pasaban y le metían rodillazos. Después fuimos íntimos amigos. Compartimos mucho tiempo el "Equipo de las Estrellas" y más tarde él tuvo una flota de camiones y yo le hacía los seguros. Pobre, él se tuvo que masticar todos los chicles. Imaginate: tanto los de Boca como los de River lo castigaban por errar ese tiro.
Antonio, 50 años después, ¿se adelantó o no para atajar ese penal?
Muchos dicen que me adelanté, pero es mentira. Lo que pasa es que la pelota me había pasado, el cuerpo barrió, por la tirada, y las piernas llegaron a la puerta del área chica. Pero la pelota la agarré bien atrás. La gente de River fue a reclamar, y el árbitro Nai Foino les dijo: "Penal bien pateado es gol. A otra cosa".
Muchos dicen que me adelanté, pero es mentira. Lo que pasa es que la pelota me había pasado, el cuerpo barrió, por la tirada, y las piernas llegaron a la puerta del área chica. Pero la pelota la agarré bien atrás. La gente de River fue a reclamar, y el árbitro Nai Foino les dijo: "Penal bien pateado es gol. A otra cosa".
¿Lo sorprende que hoy se siga hablando de aquel penal?
Me sorprende enterarme de todo lo que generó ese penal. Hay gente que se ha jugado tractores, animales, campos. Hay hinchas de River que por culpa mía tuvieron que ponerse la camiseta de Boca por un mes para cumplir apuestas. Cada hincha que me cruza me cuenta en qué sector de la cancha estaba esa tarde. Me parece mentira que haya pasado tanto tiempo. Para mí, es como si aquel partido se hubiera jugado ayer. Y pararme en este arco a los 80 años, y hacerlo sano y bien físicamente es maravilloso.
Me sorprende enterarme de todo lo que generó ese penal. Hay gente que se ha jugado tractores, animales, campos. Hay hinchas de River que por culpa mía tuvieron que ponerse la camiseta de Boca por un mes para cumplir apuestas. Cada hincha que me cruza me cuenta en qué sector de la cancha estaba esa tarde. Me parece mentira que haya pasado tanto tiempo. Para mí, es como si aquel partido se hubiera jugado ayer. Y pararme en este arco a los 80 años, y hacerlo sano y bien físicamente es maravilloso.
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