EL MAIL
Hermano, de nuevo en mi Santiago querido. Llegamos a las 10.30 luego de salir a las 13.30. Fue fantástico y no puedo de dejar de expresar nuestro agradecimiento por los momentos vividos. Hoy digo que hemos compartido tesoros a los que algunos no hallan valor, hemos compartido sueños e ilusiones, proyectos, triunfos y fracasos, juntos hemos estado en las buenas y en las malas, compartiendo tan solo, un pedazo de corazón. Podemos quizás estar distantes, en lugares lejanos: Santiago/ Mar del Plata, pero nunca estaremos separados, porque la distancia podrá abarcar muchas cosas, pero jamás, la separación de dos personas como vos y como yo..la eternidad existe.
El domingo fue un día especial para los dos, donde los problemas o conflictos vinieron a buscar el tibio nido de nuestro corazón. Aquí en Santiago tengo margen para reflexionar y encontrar en la espiritualidad laica, una historia urbana que viene a reflejar nuestra realidad.
Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Esa que necesitamos los dos. Muchos artistas intentaron . El rey observó y admiro todas las pinturas pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas. La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que rodeaban sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubles blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta. La segunda pintura también tenia montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba lo pacifico en lo mas mínimo Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miro tras las cascadas un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido, la paz perfecta.
El rey eligió la segunda sabes ¿ por que? El rey explica que la paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a a pesar de estar en medio de estas cosas, permanezcamos calmado dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz. La misma que te veía el sábado a la noche en medio de la locura de tu hija.
Creo que podemos reflexionar los dos, a pesar de la distancia y cambiar de actitud. La actitud es la respuesta afectiva que damos ante cualquier situación que se nos presenta.
Gracias Hermano del Alma.
Juan Gomez


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