«El hombre pájaro»… Nuestra especie, no se caracteriza por tener alas, como las aves. Pero el ser humano se las ha ingeniado para imitarlos. La creatividad, ha llevado al hombre a fabricar sus propias alas de metal. Los aviones, vehículos fascinantes que surcan los aires, nos sorprenden cada día por su tecnología. Corrían los años ’50, más precisamente el 4 de mayo de 1953. Un grupo de entusiastas de esta actividad, logran formar la primera comisión de lo que luego sería el Aero Club local. José Sebaste, fue el primer presidente, y el 25 de noviembre del mismo año, se oficializa la comisión. El 19 de enero de 1954, se habilita el campo de vuelo como aeródromo (cuarta categoría). También se logra la personería jurídica. Pero pasaron tres años de la creación del Club, para lograr tener los primeros aviones (1956). La Dirección Nacional de Aviación Civil, asigna la primera máquina: un Piper J3C, con matrícula LVXLP, y al poco tiempo llegó a Las Varillas la segunda aeronave: el Piper PA 11, con matrícula LVYNG. Y es aquí adonde nos queremos detener. Esta máquina norteamericana tiene una historia especial. Antes de pertenecer a nuestro Aero Club, fue propiedad del Aero Club de Santiago del Estero y allí fue donde logró el record mundial de looping. En una mañana diáfana del 16 de octubre de 1955 en el Aeródromo de Santiago del Estero, entre la 6,45 hs y las 10,23 hs, el Piper PA 11, conducido por un eximio piloto, Mateo Boix, surcó el cielo trazando 1385 giros, y logrando así el record mundial de looping. Los últimos once giros fueron con motor «plantado», ya que se había acabado el combustible............. |
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Este número echaba por tierra el record mundial del mendocino Arnaldo Maciel con 1100 giros. El looping es una acrobacia aérea que consiste en dominar el avión que da vueltas hacia atrás. Mateo Boix dijo «es una circunferencia vertical pasando por el vuelo invertido». El piloto santiagueño, nacido en Caspi Cuchuna, estuvo más de un año sacando elementos del avión que servían para la fumigación y así alivianarlo para lograr su tregua. A partir de este hecho muchos pilotos de distintas partes del mundo lo intentaron, pero no lo pudieron superar. A pesar del logro, la Aviación Civil Internacional, aclaró que el looping continuado no es un record oficial de la OACI, pero… ¿quién le quita lo hecho?. Ese avión que aguantó la fuerza centrífuga por más de tres horas, treinta y ocho minutos, hoy lo tenemos en nuestra ciudad como una pieza histórica, que también sirvió como escuela de pilotos. Su primer instructor fue Oscar Giacomo, y luego el recordado Fernando Bosi, que marcó toda una época. La primera promoción de pilotos locales contó con 19 alumnos, en 1957. Años más tarde, se recibió la primera mujer piloto, Griselda Calvetti. El PA 11, como se lo nombra en el Aero Club, sólo se dejaba tocar y arreglar por dos mecánicos como eran Juan Bastien y el Sr.Solero. Hoy, esta máquina está en proceso de restauración, luego de que la tormenta (tornado) que pasó por nuestra ciudad en el año ’94, la destruyera. La nueva comisión del Club, está haciendo mucho esfuerzo para ponerlo nuevamente en vuelo, y los nostalgiosos esperan escuchar el ruido característico de su motor. El espíritu de la hazaña de don Mateo Boix, seguirá surcando el cielo de nuestra patria.
Otro pedazo de historia santiagueña que se nos fue de las manos, como tantas cosas.
Fuente Consultada: Material enviado por Marcela Boix, hija de Mateo Boix y libro del Semanario El Heraldo-1975. |
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