A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 20 de julio de 2013

KIRCHNER YA SOSPECHABA DEL,NUEVO AMIGOVIO DE LA PRESI

Desde que es primera dama, el principal Carbone es el guardaespaldas más importante de Cristina Kirchner. La sigue a sol y a sombra, en el país, en los viajes al extranjero, los fines de semana cuando viaja a Santa Cruz. Cuando ella camina en público él es quien le abre paso, o la sigue a muy corta distancia, según la ocasión. Y cuando la Presidenta se acerca a los vallados a saludar a sus simpatizantes, debe lidiar con esas manos y dedos emocionados que buscan abrazarla, tocarla, apretujarla.
La relación entre Cristina, Carbone y el propio Kirchner ya había sido rescatada con una "anécdota" en el libro "Los Amores de Cristina", del periodista de Noticias Franco Lindner. Entre sus páginas 119 y 120, dice así: 
"Una vez le preguntaron a ella qué haría en caso de una infidelidad de su marido. Respondió:
—Si me engaña, primero lo mato. Y después me divorcio.
Los antiguos colaboradores de Kirchner recuerdan el día en que habría tomado de las solapas aun custodio de la Pre­sidenta, Diego Carbone, para gritarle:
—¡Te volvés a acercar a ella y te mato!
Kirchner creyó detectar alguna aproximación del custodio hacia Cristina y actuó en consecuencia. Y no le importó que Carbone años antes hubiera estado entre los que le do­naron sangre y le salvaron la vidacuando él sufrió una he­morragia gástrica.
Los secretarios de la jefa, a su vez, siguen repitiendo la historia de cómo Cristina hizo echar de una inauguración de obra en El Calafate a Ángela Girometti, viuda de un empre­sario de la construcción, dueña de hoteles en Santa Cruz y —lo más importante— amiga de Kirchner. La mujer se iba a sentar en el palco, pero no la dejaron.
Los colaboradores de él contraatacan: evocan las repeti­das escenas de celos que el gobernador varado en el Sur le hacía a la legisladora que brillaba en el Congreso nacional y pasaba cuatro días a la semana en Buenos Aires, sola en su departamento de Recoleta. Además, rememoran cómo años después, ya con Cristina en el poder central,Kirch­ner sistemáticamente esmerilaba a los hombres en los que ella pretendía apoyarse para gobernar. Lo saben muy bien Amado Boudou, Coqui Capitanich, Sergio Massa, Martín Lousteau y otros, y si Axel Kicillof lo ignora es porque lle­gó último: conoció a la Presidenta cuando Kirchner ya ha­bía muerto.
La lista de reproches mutuos es extensa y sórdida, pero muestra quelos celos eran un factor fundamental en el matrimonio, acaso el motor que mantenía viva la pasión. La Presidenta no se equivoca cuando dice que Kirchner fue el hombre de su vida, el que más la quiso y la prote­gió. Si hasta la coronó su reina, cuando nadie creía que él iba a cederle la Presidencia tras cuatro años de exitosa gestión propia. ¿Qué prueba de amor más elocuente pue­de pedírsele?".

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