Por Mariano Obarrio
El gobierno de Cristina Krichner procuró no perder el control político de la reunión entre los gobernadores del PJ que tenía como objetivo definir la estrategia para normalizar el partido. Fue la Presidenta, desde Francia, la que le ordenó al secretario legal y técnico, Carlos Zannini , que se hiciera presente en la División Remonta y Veterinaria de Palermo, donde no estaba invitado. Sin embargo, llegó una hora tarde, cuando casi había terminado y todo estaba cocinado.
La mandataria no confió siquiera en que al encuentro iba a concurrir su jefe del Gabinete, Jorge Capitanich. El funcionario iba en calidad de gobernador de Chaco en uso de licencia. Es que la invitación era sólo para gobernadores.
Según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales, Zannini le pasó ayer a Cristina Kirchner, a su regreso de París, un pormenorizado informe de lo que alcanzó a escuchar de los gobernadores. ¿Qué buscaba el funcionario? "Cristina y su entorno son celosos, inseguros y siempre con teorías conspiradoras. Buscaron mantener el control sobre el peronismo y que no haya rebeliones hasta 2015", aseguró un funcionario que conversa frecuentemente con la Presidenta.
"Zannini es el botón mayor de la Casa Rosada. Menos mal que vino él para ahorrarle trabajo a (el jefe del Ejército, general Cesar) Milani, que podía mandarnos la inteligencia. Le hizo un informe a Cristina como corresponde", ironizó un dirigente que reporta al peronismo, pero circula mucho por Balcarce 50.
La Presidenta está de acuerdo con celebrar el congreso nacional del PJ el 9 de mayo próximo, para elegir la conducción peronista encabezada por el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner. El mandatario jujeño tiene buena relación con la Casa Rosada y también con todos los gobernadores peronistas, incluso los más díscolos como José Manuel de la Sota, de Córdoba, Daniel Peralta, de Santa Cruz, y Claudio Poggi, de San Luis.
El objetivo político del Gobierno es que la Presidenta pueda hacer competir en las primarias abiertas presidenciales del PJ para 2015 a sus propios candidatos, que podrían ser Sergio Urribarri o Florencio Randazzo. Pero en el Gobierno no descartan que finalmente la Presidenta terminará apoyando al gobernador bonaerense Daniel Scioli, a quien aún condiciona para que no se le escurra del todo el poder en los últimos dos años de su presidencia.
La mandataria quiere evitar que el diputado Sergio Massa, del Frente Renovador, compita dentro del PJ para 2015. Pero ése es el objetivo de gobernadores y funcionarios kirchneristas. Al igual que el ex presidente Eduardo Duhalde, quieren que Massa no se presente por fuera del PJ porque podría dividir el voto peronista y causar la derrota del partido frente a un candidato opositor y la pérdida de muchas gobernaciones. "Hay muchos que lo queremos adentro a Massa", señalaron en la Casa Rosada hombres vinculados al partido.
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