A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 19 de mayo de 2014

LO NECESITABA DESPUES DE LA NOCHE OSCURA


River volvió a ser River. ¡Ahora sí! Necesitaba este título de campeón para reivindicar su gloriosa historia después de la noche oscura, con ese hiriente descenso golpéandole en la conciencia. Ya está. Ahora River es River, el multicampeón, el heredero del gran Bernabé, de la Máquina, de Adolfo Pedernera, del Charro Moreno, de Amadeo, de Angelito Labruna, del Beto Alonso, de Enzo Francescoli y de todos los otros próceres futboleros que construyeron el impecable prestigio de un siglo de vigencia.
Y la consagración llegó con el brillo que necesitaba el cierre de un torneo Final sin resplandores. Con una goleada. Con la justificación de Fernando Cavenaghi como goleador restaurado. Con la confirmación de Gabriel Mercado, hombre seleccionado. Con el broche de oro de Cristian Ledesma, el equilibrista, el distribuidor, y su golazo espectacular. Con el aporte de los tres colombianos. Y Teo Gutiérrez, con seriedad, sin estridencias, con su calidad y su efectividad expuestas. Entonces, la cuenta salió redonda. Y redonda para Ramón Díaz, el entrenador más ganador de la historia del club. Después de las dudas y los cargos, que hasta habían condicionado su continuidad. La regla clave del exitismo dice que los títulos olvidan pasados, sepultan pesares, calman los ánimos, evitan remordimientos, proyectan futuros venturosos. Y se cumple.
Los avatares de este fenómeno incomparable llamado fútbol dicen que todo se puede transformar de un momento para otro. Ríver había ganado el Clasusura 2008, su última conquista, de la mano del Cholo Diego Simeone. Ese mismo equipo, con el mismo entrenador, comenzó en el torneo siguiente su imparable declive. Estaba último en la tabla del Apertura (así quedó al final) cuando Simeone dejó su cargo. Y la hecatombe siguió su curso irremediable. Después de Gabriel Rodríguez, el entrenador interino, estuvieron en el intento fallido de la recomposición, uno tras otro, Néstor Gorosito, Leonardo Astrada, Angel Cappa y Juan José López. Y fue Belgrano de Córdoba -en los partidos de la Promoción- el que le provocó el dolor inédito del descenso en 2011. Fue el Pelado Almeyda (ahora triunfador en Banfield) quién transitó el costoso camino de la vuelta a Primera.
Pasaron seis años desde el último título. Y todos los disgustos. Y hoy que River volvió a ser River, que pudo gritar su reivindicación, lejos, en España, el Cholo Diego Simeone, responsable de aquellas dos sensaciones extremas, logró su máxima consagración ganándole la Liga al poderoso Barcelona. Y al Real Madrid. Entonces, se puede decir: ¡Bendito sea el fútbol!

Horacio Pagani

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