Dicen las malas o buenas lenguas que Jose Zavalia en su epoca de intendente, por hablar de mas en los meses que nadie cobraba en la Municipalidad, la castigo a estar sentada un largo tiempo en el portal de entrada del cementerio La Piedad de la capital santiagueña, sin tarea alguna. Susana Villagra, una empleada municipal con 32 años de servicio a la fecha, veía desde su lugar de castigo como varias personas al día llegaban al cementerio preguntando por sus muertos y nadie sabia nada. Se repetía la misma muletilla: "No hay registros". Vio allí una salida para abandonar su castigo. Hablo con concejales, funcionarios de segundo nivel, para que la dejaran, hasta que obtuvo un permiso light. No había libros de ingresos de personas fallecidas. En una tumba en muy mal estado encontró los registros. La humedad había dado cuenta de hojas de los enormes libros, algunas ilegibles. Con tres empleados del Cementerio se pusieron en la tarea de recuperar los mismos. Esto fue hace 14 años. Con recursos prehistóricos, como secándolos al sol o planchando las hojas se recuperaron varias, muchas fueron al cesto de la basura. Hoy gracias al trabajo titanico de Susana Villagra una buena parte se informatizo. Hoy la gente se va con una respuesta de la ubicación de sus muertos familiares o amigos. Todavía falta, pero se esta en camino. Hoy se tiene que censar a 60 mil muertos.
Susana también quiere reconstruir la historia del cementerio La Piedad. No hay fecha de fundación, solo se sabe que la fachada fue obra de un señor Overlander. Cree que pudo haber sido en 1887 durante el gobierno de Absalon Rojas. Pide a historiadores o gente común que pueda aportar datos sobre el lugar se lo hagan llegar a la administración del cementerio.
EL CEMENTERIO PUERTAS ADENTRO
Vidrios de los mausoleos rotos, cajones tirados en las calles internas, innumerables placas de bronce robadas, es el panorama que ofrece hoy La Piedad. El monumento familiar, en mi caso, se robaron todas las placas, hasta las letras del apellido que lo identifican. En algunos casos forzaron las puertas y se robaron las cruces y porta-retratos del interior. Eso si, dejan al menos la foto.
lapiedad
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