Un explorador sueco adoptó a un perro callejero en Ecuador después de correr una maratón por la selva ecuatoriana. El encuentro entre Mikel Lindor y animal ocurrió en una de las últimas etapas de la Adventure Racing (AR) World Series, una competencia que reúne a los mejores atletas en carreras de aventuras.
El sueco se encontraba junto a sus cuatro compañeros de equipo cuando vio que el perro lo estaba mirando. Como le dio pena, se acercó a darle algo de comida, y desde ese momento el animal no se separó de él. El increíble perro, fiel a la persona que lo ayudó, acompañó al equipo por la travesía, de unos 30 kilómetros, que incluyó atraversar un río en kayak, escalar montañas, nadar y caminar por la selva.
"Vine a Ecuador para ganar un campeonato del mundo. En lugar de eso, ahora tengo un nuevo amigo", escribió Mikael en su Facebook
El sueco se encontraba junto a sus cuatro compañeros de equipo cuando vio que el perro lo estaba mirando. Como le dio pena, se acercó a darle algo de comida, y desde ese momento el animal no se separó de él. El increíble perro, fiel a la persona que lo ayudó, acompañó al equipo por la travesía, de unos 30 kilómetros, que incluyó atraversar un río en kayak, escalar montañas, nadar y caminar por la selva.
"Vine a Ecuador para ganar un campeonato del mundo. En lugar de eso, ahora tengo un nuevo amigo", escribió Mikael en su Facebook
Durante la carrera, la organización del evento le advirtió al equipo que llevar al animal podría poner en peligro su participación en la competencia. Mikel intentó dejarlo atrás, pero no tuvo suerte. Cuando el equipo atravesó un río en kayak, lo dejaron en la orilla. Pero el perro no quiso quedarse solo. Se animó y cruzó el río nadando a su lado.
"En un momento de la carrera tuvimos que tomar un descanso y el perro estaba totalmente destrozado. Abrimos dos latas de comida y le dimos, porque en la selva no pudimos encontrar comida para él", recordó el maratonista.
"En un momento de la carrera tuvimos que tomar un descanso y el perro estaba totalmente destrozado. Abrimos dos latas de comida y le dimos, porque en la selva no pudimos encontrar comida para él", recordó el maratonista.
Después de seís días de trekking por la selva, Mikel y su equipo decidieron adoptar al perro y llamarlo Arthur. "Estaba en muy mala forma cuando lo encontramos. (...) El veterinario me dijo que tenía heridas infectadas y parásitos desde hacía tres o seis meses", contó Mikael.
Según un informe del Daily Mail, los maratonistas debieron someter al animal a una gran cantidad de exámenes antes de subirse al avión. Cuando aterrizó en su nuevo país, Arthur tuvo que permanecer en un centro de aislamiento en Suecia para comprobar su estado de salud.
Según un informe del Daily Mail, los maratonistas debieron someter al animal a una gran cantidad de exámenes antes de subirse al avión. Cuando aterrizó en su nuevo país, Arthur tuvo que permanecer en un centro de aislamiento en Suecia para comprobar su estado de salud.
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