Este sábado se desveló el rival de San Lorenzo en las semifinales del Mundial de Clubes. Se trata del neocelandés Auckland City, campeón de Oceanía. Lo curioso es que en aquel equipo hay un argentino que llegó casi por casualidad al fútbol. El santiagueño Emiliano Tade dejó sus estudios de abogacía y se fue a trabajar a Nueva Zelanda. Por las dudas, guardó en la valija también sus botines, con los que un día dio una prueba y quedó como jugador del equipo que ahora sueña con una final en Marruecos.
"No me lo podía ni imaginar, era impensable jugar contra San Lorenzo. No se podía ni imaginar, pero ahí estamos y trataremos de disfrutarlo", le dijo a la agencia AFP antes de abandonar el estadio de Rabat. "El día del sorteo vi que Auckland iba por el lado de San Lorenzo y es humano poder soñar con jugar ese partido, o con poder enfrentarte al Real Madrid en la final, pero una cosa es lo que uno sueñe en su casa y otra lo que se consiga. Es algo muy grande lo que hemos hecho", agregó.
Tade, de 26 años y autor del gol que le dio a su equipo el título en la última Liga de Campeones de Oceanía, llegó al Auckland casi por casualidad. Haciendo estudios de abogacía decidió cambiar de vida e irse a trabajar a un país tan diferente a Argentina como Nueva Zelanda. Reconoce que se llevó los botines casi por casualidad, pero consiguió una prueba y finalmente logró hacerse un hueco en el Auckland City, con el que disputó los cuatro últimos Mundiales de Clubes. En los tres anteriores el equipo había caído en la primera fase.
Antes de viajar a Marruecos, este hincha de Boca bromeó con varios de sus amigos de San Lorenzo sobre la posibilidad de enfrentar al equipo de Edgardo Bauza. "Me decían que me mataban si hacía algo contra los cuervos", admitió entre risas, antes de montar al autocar para hacer la maleta y poner rumbo a Marrakech en la manaña del domingo.
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