Por Armando Eduardo Peláez - 1990.
No hace más de treinta años, se comportaba de una manera totalmente distinta y se lo respetaba... hasta existían indicaciones en los lugares donde había que aplicarlo.
En las salas de espera de algún consultorio, clínicas, sanatorios y hospitales era infaltable el cuadro con la fotografía de la antigua y famosa enfermera... con su dedo índice de la mano derecha transversal a sus labios, que simbolizaba al silencio.
Y los carteles callejeros colocados en el borde del cordón, con letras bien visibles... Silencio Hospital... se acuerdan.
En Semana Santa las radios transmitían solo música... que le decíamos música sacra, que no era otra que la sinfónica... pero contagiaba a un silencio de recogimiento.
Existían campañas ayudándolo, como la que se implementó en el tránsito... Prohibido Tocar Bocina.
Realmente el silencio era otro... un verdadero y sano silencio... que se potenciaba con el slogan "El Silencio es Salud"...
El no pudo estar ajeno a los cambios y hoy se asemeja a la Película... "El Grito del Silencio"... y hasta nos parece que no lo conocemos... ni el chistido de una maestra en el aula puede recuperarlo.
Hoy el pobre silencio está contaminado, desorientado y desubicado...
Defendió tanto la recuperación de un paciente en cualquier clínica, sanatorio y hoy fue reemplazado por un televisor con monedas... y no hablemos de los sectores de terapia intensiva, que todas las conecciones terminan en aparatos que generan sus propios sonidos...Pi...Pi...Pi...
Viviendo eso, debe imaginarse él... que hay más silencio en el Senado que en un Sanatorio.
El pobre está totalmente desorientado y desubicado... porque está, donde no debería estar... donde debería estar... no está...
Hablamos más alto, escuchamos la música más fuerte, acortamos la noche... más que acortar, la eliminamos, nos cruzamos los que venimos del boliche, con los que van a trabajar... y él que velaba nuestro sueño, con mucha pena, vió que perdió vigencia.
Y lamenta mucho... él mismo sabe que dejó de ser sano... como el slogan...el silencio es salud.
La actualidad lo arrastró... está si se quiere en lo prohibido, en lo malo... en los pactos de silencio... en el silencio... ese que se sabe, pero no se habla... y todos los otros que no conocemos... justamente por él, por el silencio.
Creo que el silencio sano, se cansó de nosotros... de la ciuad y de sus hábitos... hoy vive lejos... hoy vive en el campo...
En las salas de espera de algún consultorio, clínicas, sanatorios y hospitales era infaltable el cuadro con la fotografía de la antigua y famosa enfermera... con su dedo índice de la mano derecha transversal a sus labios, que simbolizaba al silencio.
Y los carteles callejeros colocados en el borde del cordón, con letras bien visibles... Silencio Hospital... se acuerdan.
En Semana Santa las radios transmitían solo música... que le decíamos música sacra, que no era otra que la sinfónica... pero contagiaba a un silencio de recogimiento.
Existían campañas ayudándolo, como la que se implementó en el tránsito... Prohibido Tocar Bocina.
Realmente el silencio era otro... un verdadero y sano silencio... que se potenciaba con el slogan "El Silencio es Salud"...
El no pudo estar ajeno a los cambios y hoy se asemeja a la Película... "El Grito del Silencio"... y hasta nos parece que no lo conocemos... ni el chistido de una maestra en el aula puede recuperarlo.
Hoy el pobre silencio está contaminado, desorientado y desubicado...
Defendió tanto la recuperación de un paciente en cualquier clínica, sanatorio y hoy fue reemplazado por un televisor con monedas... y no hablemos de los sectores de terapia intensiva, que todas las conecciones terminan en aparatos que generan sus propios sonidos...Pi...Pi...Pi...
Viviendo eso, debe imaginarse él... que hay más silencio en el Senado que en un Sanatorio.
El pobre está totalmente desorientado y desubicado... porque está, donde no debería estar... donde debería estar... no está...
Hablamos más alto, escuchamos la música más fuerte, acortamos la noche... más que acortar, la eliminamos, nos cruzamos los que venimos del boliche, con los que van a trabajar... y él que velaba nuestro sueño, con mucha pena, vió que perdió vigencia.
Y lamenta mucho... él mismo sabe que dejó de ser sano... como el slogan...el silencio es salud.
La actualidad lo arrastró... está si se quiere en lo prohibido, en lo malo... en los pactos de silencio... en el silencio... ese que se sabe, pero no se habla... y todos los otros que no conocemos... justamente por él, por el silencio.
Creo que el silencio sano, se cansó de nosotros... de la ciuad y de sus hábitos... hoy vive lejos... hoy vive en el campo...


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