Por Lucia Salinas
Perfil bajo, poca exposición y buscó pasar sólo como el “primo porta apellidos” para minimizar su responsabilidad ante la Justicia. Carlos Santiago Kirchner está procesado en la causa que investiga una matriz de “corrupción en la obra pública” y el juez Julián Ercolini le trabó un embargo de $ 10.000 millones. A diferencia de otros ex subsecretarios indagados en la causa, no obtuvo la falta de mérito, muy por el contrario. En la Justicia señalaron que fue una “pieza clave” para permitir que Lázaro Báez obtenga 52 contratos viales por más de $ 46.000 millones.
Carlos Santiago Kirchner fue procesado por ser parte de una “asociación ilícita” destinada a “cometer delitos" para apoderarse ilegítimamente y de forma deliberada de los fondos asignados a la obra pública vial, en principio, en la provincia de Santa Cruz”, a favor de Lázaro Báez, el amigo y socio comercial de los Kirchner.
El primo del ex Presidente buscó pasar desapercibido en la causa en la que está procesada Cristina Kirchner, Julio De Vido, José López, el empresario K y siete ex funcionarios. “Sólo es portador de apellido, no tuvo nada que ver, sólo ocupó un cargo”, así lo describió su defensa en varias oportunidades ante la Justicia, buscando desligarlo de cualquier responsabilidad en la estructura de expedientes y contratos que terminaron en manos del Grupo Austral “plagadas de irregularidades”, como señala el procesamiento.
Cuando la causa avanzó y en la etapa de instrucción se analizó una gran cantidad de documentación, la firma de Carlos Kirchner era reiterada: expedientes, autorizaciones para liberar pagos, notas, un sin fin de papeles que terminaron de derrumbar la idea del “primo portador de apellido”. "Todo pasaba por sus manos, no era menor su puesto", replicaron varios ex funcionarios ante el Juez.
El ex funcionario, en su defensa dijo que a los Kirchner los unía una relación “familiar y afectiva” pero que con López mantuvo un vínculo “distante”. Y sobre Báez sólo dijo que tuvo un “contacto casual” al igual que con sus hijos.
Fue Subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal desde 2005 -cargo clave para coordinar obra pública en el territorio. Su defensa minimizó su rol pero se lo acusó de omitir “los deberes a su cargo” que incluían la autorización y control de los proyectos viales que financió Planificación Federal a través de Vialidad Nacional. Esto favoreció a Báez que continuó recibiendo fondos por obras que no realizaba y que tenían los plazos vencidos.
Todo fue negado por el ex funcionario aunque los papeles indican otra cosa. El ex subsecretario Hugo Rodríguez señaló que cada vez que quiso entrometerse en las cuestiones vinculadas con Vialidad Nacional, López “indicaba vehementemente que los temas relacionados con esa dirección eran competencia de Carlos Kirchner”.
Como un dato conexo, la Unidad de Investigación Financiera investigó el patrimonio del primo de los Kirchner, por "ocultar bienes" y por no poder explicar el incremento de su riqueza: En 2005 sólo tenía una casa y dos autos. Al dejar el gabinete tenía cinco inmuebles, cinco vehículos y una empresa que compró propiedades por $ 48 millones.
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