Por Leandro Contento (Ole)
La mecha se encendió el domingo a la madrugada en el boliche Capítulo I de Lanús, pero la bomba explotó ayer en Paraguay, durante el único día libre de la pretemporada. La noticia estalló por la tarde y no tardó en llegar a oídos de Guillermo Barros Schelotto, principal -por no decir el único- impulsor de la vuelta de Ricardo Adrián Centurión a Boca. ¿Qué pasó ahora? El volante de 24 años, que hoy debía abrochar su regreso a Boca, volvió a ser protagonista de un hecho policial y hoy es nuevamente noticia por un caso que poco tiene que ver con lo que sucede dentro de una cancha. Tuvo un cruce con un grupo de jóvenes dentro de un local bailable y terminó siendo sacado del lugar encapuchado y en patrullero para evitar que lo trompearan a la salida. ¿Se cae el pase? Acá, detalle por detalle de lo que sucedió: Desde el club habían sido claros con Centurión antes de tomar la decisión de comprarle el pase. Si su conducta puertas adentro del plantel había sido “intachable”, como contó Schelotto, fuera del club debía ser ejemplar. Pero evidentemente el de Centu es un caso sin solución. Porque apenas 24 horas después de pisar suelo argentino (volvió de Italia, donde había viajado para firmar con el Genoa, lo que no hizo), Ricky quiso disfrutar con amigos y amigas de una de sus últimas noches en el país antes de sumarse a la pretemporada en Ciudad del Este. Y para no perder la costumbre, terminó envuelto en un escándalo.
1 ) Según pudo reconstruir Olé, Ricky ingresó al boliche más famoso de Lanús cerca de las 4.30 y se retiró custodiado alrededor de las 7. Su estado, aseguran, no era el mejor. Pidió una mesa en el VIP. En el medio se produjo la discusión que provocó el enésimo altercado del volante desde que es futbolista de Boca.
2) Un grupo de muchachos habitués del lugar (el 10 de Boca también lo es) se acercó a él para pedirle una foto, el ex San Pablo se negó y sus amigos reaccionaron mal: les arrebataron los celulares y los destruyeron contra el piso, mientras el mismo Centu cruzaba insultos y amenazas. Un detalle: la mayoría de esos muchachos practica boxeo. “Acá no vamos a hacer nada, pero afuera te matamos”, le advirtieron. No todo terminó ahí: a otro fan, de un grupo diferente, los laderos de Centu le habrían pegado en el pecho, también por una foto. Para colmo, en la fila del baño las amigas del jugador intentaron colarse y terminaron escupiendo en el rostro a unas chicas que esperaban por entrar...
3) Centurión llamó a su novia (no estaba en el lugar) y ella retiró su auto, estacionado a pocos metros, y lo esperó en la YPF de Máximo Paz e Yrigoyen, a tres cuadras del boliche. Y él mismo solicitó que la Policía se lo llevara camuflado y en patrullero para que nadie pudiera agredirlo. En Capítulo I, el mismo baile al que había acudido antes de su accidente automovilístico en septiembre del 2016 (su primer incidente en Boca), no lo quieren ver más...
4) Si bien desde el lado del jugador dicen que Centu está “bajoneado” por lo que pasó y que intentará hablar con el técnico en estas horas, en Boca volvieron a replantearse si realmente vale la pena comprar el pase (deben pagarle 4.200.000 dólares al San Pablo por el 70% y 1,5Ma Racing por el 30%) de un jugador que ya les trajo innumerables dolores de cabeza. La CD está harta de sus actitudes y sus problemas extrafutbolísticos y Guillermo, decepcionado. “Una vez que firme, me hago cargo yo de todo lo que pase”, cuentan que dijo el DT apenas se enteró de lo ocurrido, pero la postura de la dirigencia será clave.
4) ¿Opciones? Incluir cláusulas de conducta en el nuevo contrato o directamente prescindir de él. Hasta anoche, la primera opción era la más viable, aunque habrá que ver qué se resuelve hoy. Porque el de ayer,
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