A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 23 de septiembre de 2019

UN JUICIO QUE PUEDE CAMBIAR LA HISTORIA


Por Ricardo Roa
A veces vivimos la historia sin darnos cuenta de que la estamos viviendo. Por volumen, pruebas y personajes involucrados es histórico que el juez Bonadio eleve a juicio oral la causa de los cuadernos, que retrata mejor que ninguna la trama de coimas en la obra pública que montó el kirchnerismo apenas llegó al poder.
Los cuadernos que el sargento chofer Centeno redactó con lógica de agente de inteligencia registran lugares, montos, días y horas de los sobornos. Quiénes ponían la plata, quiénes trasladaban la plata y a quiénes le llevaban la plata. En un año de investigación, nada común para la justicia argentina, se esclarecieron cientos de hechos de corrupción. Algo comparable al Mani Pulite de Italia o al Lava Jato de Brasil.
172 procesados: 22 ex funcionarios, 14 testaferros y 136 empresarios, que al comienzo se refugiaron en la omertá. Luego, en la cárcel, unos cuantos se quebraron y empezaron a contar y a cantar lo que sabían. Hay 31 arrepentidos y una multitud de pruebas corroboradas. La casi totalidad de los empresarios admitió haber pagado coimas para obtener contratos o beneficios del Estado. La confesión es la reina de las pruebas. Algunos o muchos pagaron coimas porque si no pagaban coimas no trabajaban. Otros fueron socios del poder.
Ahora, en el juicio oral, se podrá confrontar los testimonios de los que pagaban con lo que digan u oculten los que recibían los pagos. Sobran pruebas que faltaron otras veces. Y por primera vez los privados, y entre ellos gente muy notoria, van a estar en el banquillo.
El juicio es también histórico porque ocurre a semanas de las elecciones en las que Cristina, acusada de encabezar la asociación ilícita que se manda a juicio, se presenta para vice y tiene, por lo que pasó en las Paso, sino todas casi todas las posibilidades de ser elegida. El fallo electoral, que formalmente no debiera ser para nada vinculante, será anterior al de los jueces y muchos piensan que va a tener influencia en los estrados. La historia también muestra eso: poder político mata ley.
En ese caso habrá que ver qué actitud asumen la Oficina Anticorrupción, la UIF que combate el lavado de dinero y la Procuración General, todos organismos que tendrán nuevos jefes nombrados por Cristina y Fernández. También habrá que ver qué hace la Corte, si decide arrancar rápido el juicio o lo dilata.
El kirchnerismo sigue empeñado en descalificar la investigación. El esfuerzo es sobre todo visible para salvar a Cristina, que como eventual vice o como actual senadora queda al margen del riesgo de prisión. La maniobra principal es la contracausa de los cuadernos que ejecuta Ramos Padilla desde Dolores, sin otro objetivo que el de debilitar o derribar la causa de los cuadernos.

La prensa jugó un rol clave. El de la justicia está y estará más a la vista. De ahí sale una novedad de este tiempo: las propuestas de fiscalizaciones para jueces y periodistas. Ya se sabe para qué. Si todo queda en la nada en este juicio histórico, ganará la causa de los sobornos y, peor, será un triunfo histórico de la impunidad. Uno más, pero no uno más.

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