A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 21 de noviembre de 2020

JORGE BRITOS, EL BANQUERO DE LOS PERONISTAS


 Por Fernando Gonzalez (Clarin)

Un economista había estado con Jorge Brito la semana pasada. Lo había notado contento y también más delgado. El banquero había bajado ocho kilos y a sus 68 años se sentía en la plenitud de la vida. Algunos días antes había almorzado con el Presidente, con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y con otro empresario, el también banquero y ex presidente de YPF durante el primer kirchnerismo, Sebastián Eskenazi. Lo preocupaba mucho la situación del dólar y, quienes hablaron con él, juran que se fue del encuentro con imágenes de color pesimista. Aunque le gustaba la economía, Brito era un banquero al que lo apasionaba la política. La posición dominante del Banco Macro en el norte del país lo habían acercado a varios gobernadores. A Jorge Manzur en Tucumán, a Gerardo Morales en Jujuy, a varios de los que gobernaron Misiones y a Gustavo Sáenz, el gobernador salteño con el que almorzó en la finca Las Moras antes de emprender el último vuelo en helicóptero. El que terminaría con su vida.

Por estos vínculos, algunos lo llamaban “el banquero de los gobernadores”. Otros preferían ajustar el foco y le decían, más simplemente, “el banquero de los peronistas”. Su dirigente preferido era, sin dudas, Sergio Massa. El presidente de la Cámara de Diputados lo despidió con un tuit cálido que hablaba de la amistad y de las familias. No por casualidad, la camiseta de Tigre lleva al Banco Macro de los Brito como sponsor en las camisetas de sus jugadores.

Había tenido un privilegio de pocos. En plena pandemia, lo visitó en su propia casa Cristina Kirchner. Hablaron largo con la Vicepresidenta y nadie sabe si ella le anticipó que su hijo, Máximo, iba a avanzar con el impuesto a las grandes fortunas. Lo cierto es que Brito pronunció tal vez la más fuerte de las frases de oposición al proyecto kirchnerista. “Sólo creará una rebelión fiscal como nunca se ha visto”, vaticinó el banquero que iba a tener que pagar una suma muy importante de acuerdo a su patrimonio.

De todos modos, el mayor enojo de Brito de los últimos tiempos con la política era con Mauricio Macri. Se conocían desde hacía mucho tiempo pero las devaluaciones que puso en marcha el ex presidente a partir de 2018 encendieron una enemistad que no cedió ni siquiera por la intercesión de su hijo, Jorge Pablo, muy influyente entre la dirigencia macrista hasta que su actividad como vicepresidente de River le devoró la mayor parte de su tiempo.

Los jueves y los viernes se dedicaba a su pasión de los últimos años. Brito viajaba a Salta desde donde estuviera hasta los campos y el feed lot que había desarrollado en la zona de Joaquín V. González, bien el norte de la provincia. Se metía hasta en la genética de las vacas y se mostraba orgulloso del nivel de las carnes que lograba en su Cabaña Juramento. Hacia allí iba justamente el viernes a media tarde cuando un cable de acero le cambió los planes para siempre.

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