A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 8 de enero de 2021

TERAPIA PARA ALOCADOS


 Por Alberto Amato

El presidente Alberto Fernández mandó al periodismo nativo al terapeuta. No hizo distinción entre psicología y psiquiatría. Dijo: “Hay un periodismo alocado que necesita terapeutas para sacarse el odio que cargan encima”.

¿No deberíamos contemplar una ampliación de las sesiones? En cuanto a lo que cada uno carga encima, hay que recordar que quienes han puteado a la oligarquía, o soñado con manejar un camión por la 9 de Julio contra manifestantes opositores, son personajones que aplauden al gobierno de Fernández, que es quien se escandaliza por el odio.

Quien sea el terapeuta que agarre este lodazal, va a tener mucho trabajo. Para colmo, el pasado domingo, la prestigiosa revista británica “The Economist” fustigó al gobierno argentino. Dijo que el empeño en imponer la vacuna rusa contra el Covid obedece a un plan geopolítico de Cristina Fernández, que quiere contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región dando alas a Rusia y a China.

O el periodismo alocado es una epidemia mundial, valga la metáfora chusca, o algo huele mal en Dinamarca. Ahora, ¿quién se hace cargo de la terapia de los colegas británicos? ¿El Pami? ¿Las obras sociales? ¿La medicina privada?

Para completar el sainete, el presidente Fernández dijo el domingo que el Gobierno, se supone que es él mismo, debe “meter mano en la Justicia”. Con leyes, aclaró, no vaya a ser cosa. Pero meter mano al fin. Se supone que tal intromisión de un poder en otro no es algo alocado; pretender cargarse a la Corte Suprema no merece ir a terapia; a terapia que vayan quienes ven en algo tan simple un ataque al sistema democrático, pobres muchachos engañados.

Las grandes crisis políticas argentinas siempre estuvieron precedidas del ridículo y del grotesco. Nunca fueron preludio de buenaventura, sino augurio de tragedias. 

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