A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

domingo, 7 de febrero de 2021

FESTEJAMOS LA VACUNA, ¿APLAUDIMOS A PUTIN'?


 Por Gonzalo Abascal

La publicación de los estudios de Fase 3 de la vacuna rusa se festejó en el Gobierno y sus adyacencias con una euforia que demostró dos cosas: la alegría por la buena noticia y el temor con que muchos en el oficialismo transitaron la falta de información inicial. Hubo felicidad pero también el alivio de quien se saca de encima el peso de la incertidumbre.

Ahora se sabe que la Sputnik V resulta efectiva, y también que la información técnica de la vacuna se ocultó demasiado tiempo sin motivo, siguiendo el deseo del gobierno ruso.

Pero el episodio sirvió también para descubrir definiciones como la de Carlos Bianco, jefe de Gabinete y mano derecha del gobernador Kicillof. Luego de chicanear a la oposición con un “déjense de joder”, sugirió con indisimulable sesgo ideológico: “el argumento que ponían ellos, sin mucho conocimiento, es que solamente iba a estar claro que la vacuna era buena si se publicaba en una revista occidental y cristiana”.

La ironía hacia la idea de lo occidental evidencia la mirada del mundo de Bianco y el valor que le otorga al acceso y la libre circulación de la información.

Porque lejos de cualquier burla, la efectividad de la vacuna sólo quedó certificada cuando los datos fueron publicados en The Lancet. No alcanzaba con la información del gobierno ruso y no hubo allí desconocimiento de la oposición. Pero además Bianco demuestra su desprecio hacia la información verificada de modo independiente, atributo estructural de las democracias. ¿Cómo se explica sino el sentido irónico de revista occidental? Que un funcionario de primer orden del gobierno de la provincia de Buenos Aires utilice esa calificación con sentido peyorativo es un dato que debería preocupar.

¿Acaso Bianco prefiere el silencio y el secretismo ruso?

En estos días en que Alberto Fernández se comunica con Vladimir Putin, le agradece los envíos de la vacuna y le anuncia una visita a Rusia, no habría que perder de vista que el hombre fuerte de Moscú atraviesa una de las peores crisis de su extendido mandato (está en el poder desde 1999), acusado de corrupción, de intentar asesinar por envenenamiento al opositor Alexei Navalni y de reprimir y ordenar detener a más de 4.600 personas durante las manifestaciones de protesta la semana pasada. Para empeorar las cosas, su respuesta a las críticas internacionales fue expulsar a diplomáticos de AlemaniaSuecia y Polonia, en una grave crisis diplomática. Pierde así cualquier resto de hábito democrático. Pero Bianco no ironiza sobre eso.

El Gobierno deberá agradecer la vacuna, que le permitió al menos cumplir con la promesa de tenerla antes de fin de año (nada más, por ahora se está lejos de una campaña masiva). Pero también cuidarse de no aplaudir o avalar otros gestos de un presidente y un régimen seriamente cuestionados.

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