Leido en "DESAYUNO CONTINENTAL" . Enviado por JULIO MUÑOZ
El hombre que estaba detrás del mostrador, miraba la calle en forma distraída.
Una nena se acercò al comercio y apretò la nariz contra la vidriera. Sus ojos de color del cielo brillaron cuando vio un collar de turquesa azul. Entonces, entró en el negocio y pidió verlo.
-"Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?", consultò.
El dueño mirò a la niña desconfiado y le preguntò:
-"¿Cuánto dinero tenès?".
Ella, sìn dudar, sacò del bolsillo un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Lo colocó sobre el mostrador y dijo:
-"¿Esto alcanza?".
Eran apenas algunas monedas que ella exhibìa orgullosa.
-"Sabe -continuò- quiero hacerle este regalo a mi hermana mayor.
Desde hace años cuando muriò nuestra madre, cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Hoy es su cumpleaños y ¡se que estará feliz con el collar, que es del color de sus ojos!".
El hombre puso el collar en un estuche, lo envolviò con un papel vistoso y le hizo un moño trabajado, con una cinta dorada.
-"Tomà -le dijo a la nena- llevalo con mucho cuidado".
Ella salió feliz; corrió y saltó calle abajo.
Estaba por terminar el día, cuando entró en el comercio una chica muy linda, de cabellos rubios y maravillosos ojos azules. Colocó sobre el mostrador el envoltorio ya conocido, ahora deshecho, y preguntó:
-"¿Este collar fue comprado aquì?".
-"Si, señorita", respondiò el dueño.
-"¿Y cuànto costò?", insistiò ella.
-"Ah, no. . . -dijo el señor del negocio- el precio de todos los productos de mi tienda siempre es un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente".
La joven continuò:
-"Pero mi hermana tenìa solamente algunas monedas. . . ¿El collar es verdadero, no?. Ella no tenía dinero para pagarlo. . .".
El hombre tomò el estuche, rehizo el envoltorio con extremado cariño, colocò la cinta, lo devolvió a la chica y le dijo:
-"Ella pagò el precio màs alto que cualquier persona puede pagar.
Dio todo lo que tenìa".
A MODO DE PRESENTACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario