El hombre fallecido ayer por disparos de la Policía mientras intentaba comerse la cara de otro, ha sido identificado como Ruby Eugene, de 31 años y con un extenso historial de consumo de drogas a sus espaldas.
Según informan hoy varios medios locales, el«Hannibal Lecter» de Miami habría consumido una nueva droga conocida como«sales de baño» y que trae de cabeza a las autoridades de EE.UU. Según los especialistas, una vez fumada, esnifada o inyectada, esta sustancia afecta a los neurotransmisores del cerebro y provoca un agudo síndrome de dependencia, además de alucinaciones, paranoia, aceleración del ritmo cardíaco y pensamientos suicidas.
Según relató un testigo del suceso, la Policía se vio obligada a disparar a Eugene, que «no paraba de masticar» la cara de su víctima e incluso «intentaba arrancarle los ojos». Sin embargo, un primer impacto de uno de los agentes no fue suficiente para detener al agresor, que continuó con su propósito hasta que fue finalmente abatido. Los datos de la víctima de Eugene y del policía que lo abatió no han sido, sin embargo, revelados por las autoridades.
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