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| SCCOCIMARRO, LA PRESIDENTE Y REPOSO |
La Casa Rosada ya se estaba despoblando cuando llegó el aviso: “Habla el Corcho”.
La mayoría de los integrantes del equipo del vocero presidencial ya había apagado sus máquinas y se había marchado; por eso, varios de ellos debieron regresar para la conferencia de prensa decidida pocos minutos después de las 22 horas.
Los ruidos de algunas cacerolas en diversos puntos de la Ciudad de Buenos Aires conforman una imagen que irrita a la propia Presidenta, quien dio la orden de imponer el tema de tapa de los diarios del día siguiente y ordenó lo previsible: chau Reposo.
Dos días antes, Miguel Ángel Pichetto y Amado Boudou contaron los porotos con Cristina y le dieron la mala nueva: no pasaba el pliego del candidato oficial a la Procuración.
El voto negativo de Carlos Reutemann –anticipado por Clarín- y la abstención de la también santafesina Roxana Latorre, terminaron de inclinar la balanza del peronismo disidente.
Los hombres del Senado se fueron de la Residencia de Olivos con el ceño fruncido. El vicepresidente tal vez haya perdido su última oportunidad de que el oído presidencial tenga en cuenta su humor y sus ocurrencias
Su caída en desgracia definitiva tendrá en la senadora Latorre una compañera de infortunio: su decisión de abstenerse en el tema Reposo ya generó que algunos le quiten el saludo, como inicio de las hostilidades por venir.
Pero en las filas del peronismo disidente hubo convencimiento de que apoyar a Daniel Reposo después de su triste paso por la Cámara alta era inviable. Y las menciones a posibles acuerdos con el oficialismo –con la especial mirada que recibían los senadores de San Luis- colmaron de temor a los legisladores.
En tanto, el Gabinete nacional vive tiempos de cambios que nunca se anunciarán de modo rimbombante pero que son efectivos y concretos.
Julio De Vido se consuela con que se sacó “un hierro caliente de encima” con la Secretaría de Transporte. Rara conclusión cuando fue en el ministerio de Planificación donde se despidió con aplausos a Juan Pablo Schiavi y desde donde surgió el nombre de un intendente santafesino para reemplazar al saliente secretario.
Florencio Randazzo recuperó manejo y voz autorizada. Su influencia en la vida política bonaerense medió, en tiempos de pelea política con Daniel Scioli y a un año de una elección legislativa, donde se necesitan hombres y mujeres con conocimiento del territorio
Gabriel Mariotto no lo tiene ni lo consiguió, desde su silla de vicegobernador. Y los jóvenes de La Cámpora cometieron ya varias chambonadas, con José Ottavis a la cabeza.
Por eso, Randazzo y Alicia Kirchner son las puntas de lanza para la tarea política en las tierras donde Scioli aún goza de los mejores números, incluso por arriba de “la Jefa”.
Esto último, algo tan irritante como la reaparición –tibia- de los caceroleros, a los que hay orden superior de no cruzarlos ni responderles.
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