A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 5 de junio de 2012

EL MITO DE DRACULA HECHO REALIDAD


La acción de clavar una estaca a un vampiro no es una leyenda que aparece en la novela «Drácula» –que recopiló el autor irlandés Bram Stoker en 1897 sobre los cuentos populares de la Europa del Este– o un mito como se ha plasmado en tantas películas de terror, donde los muertos vivientes perseguían a los vivos, sino que el apuñalamiento en el tórax no es ficción, es una realidad.
Arqueólogos de Bulgaria han desenterrado dos esqueletos de la Edad Media –de hace 800 años– perforados con barras de hierro en sus pechos. Los han hallado en una excavación al lado de un monasterio en la ciudad Sozopol, junto al Mar Negro.
«Estos dos esqueletos apuñalados con barras de hierro ilustran una práctica que era común en algunos pueblos de Bulgaria, hasta la primera década del siglo 20.», explicó el director e historiador del Museo Nacional de Bulgaria, Bozhidar Dimitrov en un medio búlgaro.
En los últimos años, se han encontrado a más de 100 cadáveres apuñalados en Bulgaria. Esta práctica se hacía para evitar que las personas que habían tenido mala reputación a lo largo de su vida se convirtieran en vampiros. Por ello, antes de ser enterradas se les clavaba una vara de hierro o de madera antes de ser enterrados para que no se levantasen de sus tumbas a medianoche, comentó el historiador.
«No sé por qué esta práctica se hizo tan común y popular. Tal vez por el misterio de la palabra "vampiro"», agregó Dimitrov. Según el director del Museo Nacional de Bulgaria, la mayoría de estos vampiros eran aristócratas y clérigos. Y «lo curioso es que no hay mujeres entre estos hallazgos. No tenían miedo a las brujas».
Sin embargo, hace dos años, el antropólogo forense italiano Matteo Borrini descubrió en una fosa común de 1576 en Lazzaretto Nuovo (a tres kilómetros de Venecia) el cadáver de una mujer, considerada como «mujer vampiro». La hallaron con un ladrillo en la boca para evitar que siguiera «mordiendo y chupando sangre». Esta práctica también se realizaba porque se apoyaba en la creencia medieval de que los vampiros estaban detrás de la propagación de la peste. El esqueleto fue desenterrado en una fosa común de la plaga veneciana de 1576 –durante la que murió el pintor Tiziano– y que fue empleado como un sanatorio para enfermos de la plaga.
La sucesión de plagas que asolaron Europa entre los años 1300 y 1700 fomentó la creencia en los vampiros, debido a que la descomposición de los cadáveres no se comprendía bien, explicó Borrini.
Los sepultureros veían a los muertos en todos sus estados de descomposición. Esto incluía hinchazón abdominal combinada con «fluidos de purga» secretado por la nariz y la boca, que “podían fácilmente ser confundidos con sangre succionada por un vampiro.”, comentó Borrini.
Además, a los muertos se les cubría sus caras con mortajas, que a menudo se descomponían debido a las bacterias en la zona de la boca. Incluso, por ello, pasaron a conocerse como«comedores de mortajas».

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