HISTORIA DEL HOTEL PROVINCIAL

ALEJANDRO BUSTILLO EL PADRE DEL HOTEL PROVINCIAL

VOLVIO UNA NOCHE. DANIEL SCIOLI LE ENTREGA EL PROVINCIAL A
 ALDREY IGLESIAS

LOS ESTREPITOSOS SONIDOS DEL SILENCIO

Emblemático como pocos, majestuoso como pocos, polémico como pocos y sufrido como ninguno, nuestro Hotel Provincial (digo “nuestro” ya que integra el patrimonio tangible de la comunidad) ha vivido, desde su construcción, vicisitudes que le han hecho más daño que las contingencias climáticas a la vera del mar y las del paso del tiempo.

EL PODER Y LA GLORIA

Símbolo de poder, su administración y explotación del gran hotel provincial  no ha mostrado, en casi 70 años, una mayor excelencia, excepto en pocos y  recordados períodos operado por algunas empresas hoteleras concesionarias, de sapiencia, tradición y jerarquía.

Un mal que viene de lejos, desde antes de su explotación, cuando aun no era un plano arquitecto en la mente de Bustillo.

 Hay que recordar que corría el ultimo año de la década del 30, (1939) cuando el arquitecto Alejandro Bustillo, inició la construcción, (en su actual emplazamiento) del complejo Casino, por orden del entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Fresco, caudillo del Partido Conservador y como tal, representante de la oligarquía vacuna argentina, dueño de dos estancias en la Provincia.

La relación del ya prestigioso arquitecto con el Gobernador no era casual. Su hermano desempeñaba, a la sazón, el Ministerio de Obras Publicas Provincial y el casco de las dos Estancias de Fresco fueron diseñadas “casualmente” por Bustillo, quien provenía .de familia de linaje ganadero, y era autor entre muchas otras obras, del Hotel Llao Llao de Bariloche y del Palacio Municipal de Mar del Plata,(en época del entonces Intendente Camusso, también Conservador) además de la Residencia El Mesidor en Villa La Angostura (¿la ubica, doña?, ahí donde la abeja lo pico a Menem). Poco después vendría el Gran Hotel Provincial, inaugurado en 1950

PERON LO TUVO ENTRE CEJA Y CEJA

El origen político del Hotel, sus mármoles, su magnificencia y destino de servicio a las clases más pudientes de Argentina, no podían caerle bien a Juan Domingo Perón,  que, dicen los que saben, desde 1943 miraba de reojo, con poca simpatía, ese Monumento  a la opulencia conservadora que significaba el Hotel, en el corazón de las playas, por décadas frecuentadas por la oligarquía y el jet set argentino, máxime cuando la Segunda Guerra Mundial impedía viajar a Paris a “tirar manteca al techo”

Ya en 1945, Perón señalaba: “Pensamos estructurar el turismo social en forma que no sea un privilegio de los pudientes oxigenar o yodificar su cuerpo después de un año de trabajo. El mar y la montaña deben ser accesibles a todos los hombres, ricos o pobres, porque la salud no reconoce distintos grados de necesidad; el obrero sin un desembolso que pueda perjudicarlo para el resto del año debe poder pasar 15 ó 20 días anuales en las playas o en las sierras.”

UN HOTEL DE PELICULA

 Y fue, tal vez, una de las pocas oportunidades en que Perón hizo uso de las fastuosas (para entonces) instalaciones ·”presidenciales” del cuarto piso del  Hotel, en ocasión del I Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en que –dicen-  fue la Lollobrígida una de las figuras más fotografiadas junto al General.

El primer Festival se llevo a cabo el 8 al 14 de marzo de 1954 con sede en el Hotel y su magnificencia y la de la Rambla que lo rodea fue noticia y fotografías en todo el mundo., y mencionado por su calidad espectacular y  por la notable presencia del estrellato mayor de la pantalla mundial.
Hollywood se vio representado por Errol Flynn, Mary Pickford, Joan Fontaine, Claire Trevor y Anne Miller entre otros. Francia por Viviane Romance y Jeanne Moreau. Italia por Gina Lollobrígida, Alberto Sordi e  Isa Miranda. España por Fernando Fernán Gómez, Aurora Batista y Ana Mariscal. Como invitados especiales estuvieron a Lil Dagover de Alemania y Norman McLaren de Canadá.

Nacido para alojar “ricos y  famosos” el Hotel inició su explotación en manos del Estado, en  este caso, el Estado Provincial que, hasta la fecha, detenta su dominio aunque, a fuer de verdad, se asienta, como es sabido, en tierras que son del ejido municipal (larga historia de peleas y reivindicaciones de los Gobiernos Municipales por el dominio, también de las arenas de uso turístico y las ramblas),

En 1974, la Provincia cede la administración de las playas al municipio, entregando tan solo el “usufructo, uso y goce” aunque no el dominio. La Provincia se queda con la explotación del Hotel Provincial, el desocupado Hotel Casino (Que explotaba la Asociación de Hoteles, Bares, Confiterías, Restaurantes y afinas y donde funcionaba  una Escuela de Hoteleria) ubicado sobe los techos del Auditórium, con este complejo cultural y con el edificio del Casino Central, que · “alquila” al  Estado Nacional.

El dominio y el poder, fuente eterna de peculados, corrupción  y prevaricato  rigen y dominan  las decisiones y el destino de toda la conflictiva “área Casino”,

 (Pero esa es otra historia)

EL ESTADO  Y LOS CONCESIONARIO

Así transcurren los años, algunos con éxito comercial y rentabilidad en las explotaciones y otros con conocidas bancarrotas, de las que los especialistas señalan como responsable primario a la propia administración Provincial, que realiza licitaciones y hace adjudicaciones “precarias”, donde los Concesionarios no invierten un peso en mantenimiento  y, por el contrario, tratan de medrar con la explotación (nunca tan bien llamada) explotando al máximo posible  la “manzana de oro”

HOTEL “FOR SALE”

 Fue allá por 1995 cuando la fracasada gestión de la Empresa Hotelera Americana, liderada por Miguel Ángel Guido Spano, el entonces Gobernador Eduardo Duhalde, finalizando su primer periodo, hizo pública su decisión de desligar al Estado Provincial de la Administración del complejo hotelero hasta entonces en manos de concesionarios.

 Claro que Guido Spano no fue el único que tuvo que irse y se fue, no sin escándalos.

Los memoriosos recuerdan, como una de las mejores administraciones por concesión, la de Nicolás D’Onofrio, cuando el Provincial era sede de los mas importantes Congresos y Convenciones que se conocieron en Mardel y de las brillantes fiestas sociales en el Salón de las Américas.

Luego de  cinco años, con el hotel cerrado y en franco deterioro, la Provincia sanciona la Ley 11.902, que establecía la venta del hotel en 42 millones de dólares, con otros 15 en obras de mejoramiento y puesta en valor. Pablo Vacante, entonces Subsecretario de Turismo de la Provincia y conocido vecino de la ciudad,  confesaría, en privado y rueda de íntimos, que el llamado a licitación para tal venta había fracasado .Los presuntos compradores (Se hablaba de un grupo financiero Yanky que montaría un Casino, onda Las Vegas)  hicieron números y se fueron al mazo, lo mas campantes. El anuncio de Duhalde de venderlo   no paso de ahí

UNA CAIDA EN PICADA

Sin mantenimiento, con la decisión de no prorrogarlas a medida que finalizaban las concesiones de todos los locales, tanto del GHP como del edificio Casino, las filtraciones de lluvia, rajaduras  ,falta de pintura, y sus reparaciones  pasaron al olvido y los concesionarios “precarios” que iban quedando  expresaban "Para que voy a poner plata si el verano que viene me rajan " olvidando los años que habían medrado con un Estado permisivo  y lejano.

SE FUE UNA NOCHE

 El conocido Hotelero, gastronómico, editor periodístico y dueño de radioemisoras y de canales de TV por cable (y algunas otras cosillas), Dn Florencio Aldrey Iglesias, tuvo también anteriormente  su período de explotación del Hotel, que terminó abruptamente  con cruce de juicios entre el empresario y la Provincia, con públicos denuestos, amenazas de sanciones por incumplimiento y un  abandono forzoso del Establecimiento,  rumbo a su otro Hotel, el Hermitage, portando, (dicen sus enemigos), valiosos bienes patrimoniales del Hotel. Cosa que, si fue real, no habría sido comprobado por la justicia, si es que tal comprobación fue decidida y se llevó a cabo, cosa que no se conoce y nadie pregunta-. 

Desde su inicio, (con perdón a la sapiencia de Bustillo), conocidísimos hoteleros del país y del exterior señalaban que, el hacer dos edificios gemelos, con frentes idénticos,  para tan distinto uso, como el CASINO Y EL HOTEL hacen que éste no sea funcional ya que dispone de muchísimos metros cuadrados de circulaciones, sin posibilidades de rentabilidad y dificultades   para alojar pasajeros masivamente, en particular dentro de la pretendida categoría 5 estrellas que establece la ley nacional 18828 que califica y clasifica la hotelería del país

Con ventanas igualitas a las del Casino, Bustillo tuvo que crear laberínticos pasillos casi en espiral con una relativamente reducida cantidad de habitaciones "exteriores", en proporción con las 478 piezas reales de las que dispone el establecimiento, con muy pocas "cocinas periféricas" (para preparar los desayunos americanos, por ejemplo) De origen,  el Hotel dispone de un sistema de calefacción que obliga a cortar todo un sector de los cuatro pisos, para hacer una reparación en una habitación cualquiera, y lo mismo con los servicios centrales de agua caliente. Ni hablar del "Agua caliente de mar "que obligaría a reconstruir la toma, abajo de las piedras del Torreón, tirar la cañería hasta el Establecimiento  y rehacer las conexiones internas, pieza por pieza.

VOLVER, SIN LA FRENTE MARCHITA

Desde la asunción de Daniel Scioli como Gobernador Provincial, se viene hablando de un “nuevo” llamado a licitación para la exploración del establecimiento, trámite administrativo que no ha tenido mayo difusión ni de los pliegos de Bases y Condiciones y su contenido, ni de los resultados de esa licitación

Lo concreto es que, a finales del verano 2008, sin ninguna alharaca,  se sabe que el poli empresario Florencio Aldrey Iglesias, que ya es titular allí  de la explotación de un Casino, un Mall , los balnearios   y los Barcitos de la ex Bristol,  a los que une con un ducto-shoping  subterráneo  a su remozado y ampliado hotel Hermitage, ha ganado la nueva (e ignota)  licitación, que el establecimiento le ha sido adjudicado y  entregado   y  que, al día de hoy  el laborioso empresario se encuentra realizando obras en su interior, de secretas características, tan secretas como el destino de uso y explotación  del hotel, donde, como siempre, rondan los fantasmas. QUE de si se hará allí un gran Shoping, si será, definitivamente el Centro de Convenciones que, por décadas, Mar del Plata reclama, si quedarán habitaciones y suites presidenciales  en el cuarto piso, si será un anexo “de lujo” del Hermitage y si, por fin, puede Bustillo descansar en paz sin su obra prostituida.

LOS SONIDOS DEL SILENCIO

Y como siempre pasa cuando falta información (cosa que conoce muy bien Dn Florencio), en un tema tan trascendente para el futuro turístico de la ciudad y tratándose de un bien emblemático de patrimonio colectivo, , el silencio, que genera desconocimiento,  es reemplazado por  opiniones prejuiciosas, (que no se difunden por los medios periodísticos que domina el titular actual del Hotel)  pero que abren el camino  a la siempre peligrosacadena de rumores, que son más veraces a medida que más,  trascienden sin desmentidas.  

 Y es cuando toda la comunidad escucha los estrepitosos sonidos del silencio y se pregunta si es verdad que el poder concentrado de la prensa,  lo puede todo.

 Y si ese poder no es perjudicial para la ciudad y con ella, el bienestar de sus habitantes.

 Que de eso se trata.

 Por: Lucho Martínez Tecco