Lorca muere fusilado la madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936 en Granada junto a dos banderilleros y un maestro de escuela. Es el último dato cierto que hay sobre el paradero del poeta. Ni la Ley de la Memoria Histórica ni los historiadores han sabido descubrir dónde está enterrado. Ni siquiera quien le dio sepultura -Manuel Castilla, apodado «El comunista»-, señaló el sitio correcto donde descansan sus restos.
Aunque es posible que nunca se sepa dónde está enterrado Lorca, puesto que la juez encargada del caso ha cerrado la causa alegando que los hechos investigados «no son constitutivos de delito», un recurso mantiene abierta la esperanza para encontrar al poeta granadino. De hecho, no es la primera vez que se intenta encontrar su tumba.
Hasta en dos ocasiones el enterrador del escritor, Manuel Castilla, señaló el mismo lugar de Alfacar (Granada) como la tumba de Lorca. Se lo dijo a un historiador americano de ascendencia española (Agustín Penón) en 1955 y luego al hispanista Ian Gibson en 1966. Tras la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica en 2007, quedaba abierta la posibilidad para «ajustar cuentas» con el pasado y buscar al poeta en ese sitio.
Muchas fueron entonces las tumbas de la Guerra Civil reabiertas. La fosa de Lorca no fue una excepción y con el testimonio de Manuel Castilla, las excavadoras llegaron a Alfacar. Mes y medio después tuvieron que dejar de trabajar. Ni Lorca está enterado allí ni lo ha estado nunca. Pero además resulta que en esa zona no hay señales de enterramiento alguno. La respuesta sigue sin aparecer. ¿Dónde está Lorca? Aún no se sabe nada y por el camino la Junta de Andalucía se ha gastado 70.000 euros en esta excavación sin resultados.
Y Garzón se sienta en el banquillo
El juez Garzón, que es quien ordena en 2008 al amparo de la Ley de la Memoria Histórica la exhumación de la fosa del poeta granadino, debe dejar poco después que sea una juez de Granada quien decida sobre el asunto. No es el único varapalo para el magistrado, puesto que la propia familia de Lorca se niega a que se abra su tumba.
La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH) no ha tardado ni un día en recurrir la sentencia que archiva el caso. Ahora la historia vuelve a los Tribunales. Se esperan sentencias, recursos y contrasentencias. Y cuando finalmente haya una decisión firme sobre si buscar o no a Lorca, queda descartado Alfacar.
Pero aún hay una posibilidad: El Caracolar, una zona de monte a unos 450 metros de Alfacar que podría ser la verdadera tumba del poeta. El problema ahora esque tienen que coincidir muchos elementos - que haya sentencia en firme, voluntad de buscar, que encuentren dinero para excavar...- para que se reinicien los trabajos. Mientras tanto, la pregunta sigue sin respuesta: ¿Dónde está Lorca?
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