Desde siempre la vuelta del santiagueño a su tierra, tiene dos fechas principales, para Año Nuevo y mas aun para los carnavales. Cuando corrían los trenes "Mixto" demoraba un montón, el "Estrella del Norte" y el "Expreso Buenos Aires-Tucuman", este si era de lujo, pasaba algo curioso. Cuando el "Estrella" se aproximaba a la Estación de La Banda, los pasajeros que viajaban en clase turística (la mas barata), o primera (la intermedia), comenzaban a correrse para bajar de los vagones de la clase mas cara, pullman. De esta manera algún conocido que aguardaba en el anden decía: "Miralo al sucio...viaja en pullman, se ve que le va bien". Cosa de santigueños.
El carnaval se jugaba en todos lados; entre vecinos en los barrios con baldes, pomos, las bombitas "Bombuchas", con la cámara de bicicleta atada en un punta, la que se llenaba de agua; harina, pintura, hasta barro.
Los clubes organizaban bailes a la siesta o de noche. "Que nadie duerma la siesta que Sarmiento esta de fiesta" era una de las publicidades mas escuchadas; a es hora tambien estaban los bailes de Comercio, Estudiantes y los del campo. A la noche, el Parque Aguirre, Moreno, las trincheras de Union, Red Star, el Solar de los Deportes y tantos otros.
El Carnaval, que se festejaba en toda la provincia, duraba once días, desde el topamiento de las comadres hasta el entierro.
Los campesinos alistaban sus caballos para asistir a las trincheras. Estas consistian en cercos de troncos que resguardan la cancha, donde la gente iva a caballo tratando de ingresar, y los que estabana dentro tratan de impedir la entrada. Los invitados bailaban, se arrojaban almidón y serpentinas.
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