A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 3 de marzo de 2014

CARLOS CALVO,VOLVER A MAR DEL PLATA


“Qué hermosa ciudad”, dice Carlín Calvo al salir del hotel Torres de Manantiales en la tarde del miércoles. El día está nublado, la temporada se desvanece y todos coinciden en que estuvo lejos de ser memorable. Pero para el hombre vestido de pantalón y campera de cuero negra, que acaba de regresar a Mar del Plata después de tres años y medio, todo es “extraordinario”.
En octubre de 2010, en el teatro Güemes al que ahora está a punto de volver, Carlín sufrió su segundo ACV. Repasaba la letra de su personaje, Stanley Gardner , minutos antes de salir a escena para el estreno de Taxi. El accidente le provocó una afasia (la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje), que hoy todavía sufre. En 1999 un episodio similar lo había tenido 11 días en terapia intensiva y le afectó la movilidad del brazo y la pierna izquierda.
Ahora se recupera en Buenos Aires con el apoyo de su ex mujer, Carina Galucci, de sus dos hijos, Facundo (14 años) y Abril (9), y de cuatro enfermeras que lo cuidan durante las 24 horas en su departamento de Palermo. El 21 de febrero, día de su cumpleaños 61, recibió un llamado de su amigo Javier Faroni (productor teatral con 20 años de experiencia). “Te tengo un regalo”, le dijo Faroni. “¿Sí? ¿Mar del Plata?”, contestó él.
Así surgió el viaje de los amigos en la camioneta Audi de Faroni, junto a Claudia, la enfermera que los acompañó. El regreso del hombre que hacía 56 puntos de rating conAmigos son los amigos, y que sumó más de 20 temporadas marplatenses con obras memorables como El RafaExtraña pareja y Money Money. El galán incansable, dueño de ese humor atorrante bien porteño. El que alguna vez dijo que el éxito lo deprimía, y que llegó a odiar a Carlín (el personaje), porque se convirtió en una caricatura de sí mismo. Hoy, ese hombre no lee ni escribe, pero pudo comunicar de un modo contundente su deseo gigante de volver al lugar que siempre elegía para sus temporadas. “Le cuesta el lenguaje. Expresa en pocas palabras cómo se siente”, cuenta Faroni.
Después de las horas de viaje y de una siesta, “Carlín” y Faroni entran juntos al teatro Güemes. Él camina lento, ayudado por su amigo a veces, y otras por la enfermera. Alguna gente se le acerca y otros lo saludan desde lejos. En el camarín se preparan las actrices de La casa de Bernarda Alba, la obra que encabeza Norma Pons. Faroni intenta hablar con Carlín.
¿Te acordás cómo saliste de acá? -le pregunta el productor. La respuesta tarda en llegar.
-Sí, pero mirá cómo estoy entrando.
Al rato dirá que fue una buena idea volver. Saludará a las actrices, se quedará unos minutos en los pasillos del teatro, y se irá a descansar.
En Buenos Aires, Calvo sigue una dieta estricta y un régimen de recuperación, que incluye fisioterapia y otras trabajos de rehabilitación. Durante los cuatro días en Mar del Plata se permite algunas concesiones, como dormir largas siestas y levantarse a las diez de la mañana, cuando en Buenos Aires está en pie a las 7.30. El miércoles elige cenar en el restaurante Sushi Club, que tres amigos suyos tienen cerca de la concurrida zona de Alem. Acompañado por Faroni, el actor come con ganas: primero piezas de pescado, después pizza y algo de langosta. No toma alcohol, sólo gaseosa. El viaje fue largo. Es hora de dormir.
Al día siguiente (jueves), el plan es sencillo. Carlín quiere caminar por la calle Güemes, llena de locales y cafés. Elige el Bar Hardi, y junto a Faroni y la enfermera Claudia se sientan en una mesa en la vereda. Son las once de la mañana y nadie tiene apuro. Los autos pasan lento. Dos señoras de unos 60 años -jogging y brushing- se acercan a saludarlo. Le acarician la cara con las dos manos, en un gesto maternal. “Estás hermoso, Carlín. ¡Qué bueno verte de nuevo por acá!”, le dice una. Él se queda callado a veces. Y otras logra agradecer. Luego, antes del almuerzo, se repetirá la escena en El Torreón del Monje, otro de los íco nos marplatenses, en el que se hace tiempo para las fotos. Unas chicas de Santiago del Estero quieren una imagen con él, aunque hayan nacido cuandoAmigos son los amigos ya era material de archivo. En el camino, el auto que lo lleva se cruza de casualidad con el de Carmen Barbieri, que se baja para besarlo. Enseguida se forma un grupo de cinco personas que escuchan la charla. Carlín le dice: “¿Tenés muchos novios?” Los dos se ríen. Ella ruidosa, él sin silencio. La piel pálida contrasta con el negro del jogging y las zapatillas.
Alguna vez , en una entrevista con la revista Gente a finales de los ‘80, dijo que era un enfermo de la taquilla, que no hablaba de otra cosa. “Acá, en Mar del Plata, los actores no se preguntan qué tal está la obra, sino cuántos espectadores hiciste. Es terrible”, decía. Pasaron más de 30 años, pero hay ciertas cosas inalterables. A la pregunta de Faroni sobre qué quiere ver, Calvo le retruca: “¿A qué obra le va mejor?” Eligen entonces la comedia Sé infiel y no mires con quién, que Fabián Gianola, Nicolás Scarpino y Carolina Papaleo protagonizan en el Provincial. Calvo y Faroni llegan sobre la hora.
Cuando la función termina, Gianola se la dedica. El teatro se viene abajo, primero con un aplauso cerrado y después con una gran ovación. Carlín se para y agradece levantando un brazo. A la salida, el saludo tradicional a los actores termina en otro homenaje a “Carlín” en el hall.
El viernes será el homenaje en el Concejo Deliberante de la ciudad, y luego seguirá un almuerzo en la playa. Cada tanto, él repite aquello de “qué linda ciudad”. El productor cuenta que insiste con la frase varias veces y que fantasea con la idea de mudarse; hasta se lo dijo por teléfono a su ex mujer. “Siempre le gustó Mar del Plata. Acá la gente lo adora. Y él la relaciona con ese cariño”, dice Faroni.
A la noche habrá una panzada de paella en lo de otro amigo. Y luego planear el tiempo del regreso. En algún momento, Calvo y Faroni vuelven a pasar por el centrico teatro Güemes. Como si fuese una amenaza, como si quisiera volver todo atrás y la afasia fuera nada más que un detalle molesto, Carlín levanta el dedo, optimista, y dice: -Que se agarren que vuelvo con todo. Voy a romper las boleterías.

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