A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 3 de mayo de 2014

LA HISTORIA SECRETA DE LAS HERMANAS FERNANDEZ


Las hermanas Fernández no pueden pasar mucho tiempo juntas. Por algún motivo, la más famosa de las dos siempre termina huyendo de la otra, que aún es una desconocida para el gran público.
El último encontronazo ocurrió luego de que la Fernández famosa, Cristina, la Presidenta, se sometiera a la delicada operación en el cráneo que la obligó a ausentarse durante un mes y medio del Gobierno. Durante todo ese tiempo convivió en la Quinta de Olivos con su hermana Gisele, la desconocida. No lo soportó.
Cada vez que Gisele le daba una orden a ella o a los médicos, Cristina explotaba. Su hermana, médica clínica, la trataba como a su paciente y desautorizaba a los profesionales que cuidan a la Presidenta, todos expertos de renombre. Además, Gisele le sacaba el control remoto del televisor y solo dejaba que Cristina viera comedias románticas y sitcoms inocuas.
Los noticieros estaban prohibidos, incluso el de Canal 7, y también le censuró su serie favorita, “Game of Thrones”, porque a su criterio contenía escenas de violencia que podían perjudicar a la paciente en reposo.
Pero no eran solo esas pequeñeces las que terminaron irritando a Cristina. Era Gisele en general: su voz estridente, su actitud mandona, sus problemas, las eternas discusiones entre hermanas que la retrotraían a un tiempo que creía superado.
Los médicos que seguían su evolución en Olivos fueron los primeros en advertir que la presencia de Gisele era nociva para la Presidenta. Le habían recomendado evitar las situaciones de estrés. Y su hermana, básicamente, la estresaba. Entonces cortaron por lo sano: “Pase solo el tiempo necesario con ella”, le dijeron a la Presidenta, que acató la orden con una mezcla de culpa y alivio. 
Y su médico de cabecera, Facundo Manes, de la Fundación Favaloro, le recomendó algo más: que invitara a sus amigas, que no se encerrara en el círculo que conforman sus hijos, su madre, su hermana y algún que otro funcionario, como Carlos Zannini o el camporista “Wado” De Pedro.
—Mi entorno es lo que ve, doctor —respondió Cristina, seca.

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