El pasaje de Mateo que dice que María Magdalena y la otra María vinieron al sepulcro "pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana" ha causado cierta confusión (Mateo 28.1). El problema radica en que no hay una indicación clara de la hora en que Cristo fue resucitado.
Lucas dice que Jesús fue sepultado en el día de la preparación. De acuerdo a ciertos escritos rabínicos, las pocas horas que precedían al comienzo del sábado eran consideradas como la preparación. Sin embargo, con el correr del tiempo, el término fue aplicado a todo el día que antecedía el sábado. Aunque los romanos tenían la costumbre de dejar los cuerpos de los criminales suspendidos en los maderos indefinidamente, la Ley judía estipulaba que el cuerpo del malhechor tenía que ser sepultado el mismo día de su muerte (Deuteronomio 21.33). José de Arimatea y Nicodemo tomaron el cuerpo de Jesús, lo envolvieron en una sábana y lo pusieron en un sepulcro abierto en una peña. "Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo"(Lucas 23.54).
Marcos distinguió claramente entre ambos días, poniendo el sábado en tiempo pasado: "Cuando pasó el día de reposo" (Marcos 16.1). Aunque no indica cuánto tiempo había transcurrido desde que pasó el día de reposo, se puede inferir que habían sido unas doce horas (el sábado había terminado a las seis de la tarde del día séptimo). Luego las mujeres vinieron a la tumba muy de mañana, el primer día de la semana. Un ángel les dijo: "ha resucitado" (Marcos 16.6). Más adelante Marcos enfatizó: "Habiendo, pues resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana" (16.9).
Otro evento que conduce al hecho incuestionable que Jesús fue levantado de la tumba el primer día de la semana fue la conversación con los dos discípulos que ocurrió en el camino a Emaús, en una de sus apariciones. Lucas dice que era el primer día de la semana cuando las mujeres vinieron a la tumba trayendo especias aromáticas que habían preparado (Lucas 24.1).
Luego el versículo 13 del capítulo 24 nos habla de los dos discípulos que iban en camino a Emaús, una aldea que quedaba a unos once kilómetros de Jerusalén. Lucas dice que "iban el mismo día". Este mismo día es mencionado en el versículo 1, el primer día de la semana. Y mientras iban hablando de todas las cosas que habían acontecido,Jesús se acercó a ellos y caminaba con ellos, pero no lo reconocieron. El hizo preguntas en relación a su conversación. Aquéllos se quedaron sorprendidos de que hubiera alguien que ignorara los últimos acontecimientos, entonces Jesús preguntó: "¿Qué cosas?" (v. 19). De esta manera ellos procedieron a contarle acerca de Jesús nazareno, un varón profeta, poderoso en obra y en palabra que fue entregado a los principal sacerdotes y gobernantes para ser crucificado. Luego dijeron: "Hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido" (v. 21). Cristo había profetizado que sería resucitado el tercer día (Mateo 16.21; 20.19; Lucas 9.22; 18.33).
Otro punto de controversia ha sido la cuestión en cuanto a los tres días que Jesús permaneció en la tumba. Jesús mismo había dicho: "Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres día y tres noches" (Mateo 12.40). Hay quienes han intentado tomar este pasaje literalmente, no estando satisfechos a menos que se pueda comprobar que Jesús estuvo en la tumba 72 horas. Si nuestras conclusiones en este estudio son correctas, Jesús no permaneció en la tumba todo ese tiempo. El fue sepultado el día viernes, cuando el sábado estaba a punto de iniciarse. En vista de esto, no permaneció mucho tiempo en la tumba el día viernes. Lo que sí es seguro es que permaneció sepultado las 24 horas del día sábado. Como Jesús resucitó el primer día de la semana muy de mañana, esto quiere decir que había permanecido en la tumba varias horas, ya que el día domingo se había iniciado a las seis de la tarde del día de reposo.
Fuente: La Voz Eterna
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