Martín Ocampo es el fiscal general de la Ciudad y tiene a su cargo parte de la investigación por los incidentes sucedidos el jueves pasado en el estadio de Boca.
El funcionario es el jefe de la fiscal porteña, Valeria Lancman, quien tiene a su cargo la averiguación de eventuales incumplimientos en la organización y en el operativo preventivoque posibilitaron la vulneración de la seguridad dentro del estadio y que podría llegar hasta involucrar al propio presidente de Boca, Daniel Angelici.
El presidente Xeneize y Ocampo son íntimos. Luego de la decisón de clasurar la Bombonera, el miembro de la justicia reconoció que son amigos “de toda la vida” y hasta reveló que además es el padrino de su hijo.
A pesar de esta relación, afirmó que si tuviera la causa en sus manos se "apartaría". Sin embargo, no puede dejar de considerarse que es el jefe de quien sí lleva adelante la investigación que podría involucrar ni más ni menos que a “su amigo de toda la vida” y a quien lo puso en el lugar que ostenta.
Aquí es donde radica la duda de si podrá ejercer una investigación transparente para evitar beneficiar a su amigo.
Hace pocas semanas atrás, Angelici dijo estar dispuesto a “blanquear” a la Barra de Boca y en el día de ayer manifestó “no tener espaladas” para enfrentarla.
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