A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 16 de diciembre de 2016

EL PAPA AFINA LA PUNTERIA Y EMPIEZA A ORDENAR LA TROPA


Por Julio Blanck
Después de largos meses de equívocos y contramarchas en la relación con el gobierno de Mauricio Macri, que ahora en parte se ha encaminado, el papa Francisco estaría decidido a afinar la puntería para ordenar su tropa y terminar con interpretaciones sesgadas de su pensamiento y sus actos. Tres laicos que tienen contacto cercano y frecuente con el Pontífice señalaron a Clarín que comenzó por desmalezar el terreno de voceros autoproclamados que contaminaban su relación con los actores políticos y sociales. El próximo paso sería señalar, con más precisión, quiénes son en la Iglesia y en la sociedad aquellos a los que considera sus intérpretes más fieles.
Si hubiese una lista de esos elegidos, de seguro sería encabezada por el arzobispo Víctor “Tucho” Fernández, rector de la Universidad Católica. Quizás antes de fin de año, mensajes simultáneos del Papa y de monseñor Fernández den cuenta de cómo se están acomodando esas cargas.
Al mismo tiempo, esas fuentes cercanas al Papa lamentan ciertos “excesos interpretativos” de las preocupaciones de Francisco. No creen que esas lecturas tremendistas –que incluyen supuestas alarmas papales por la gobernabilidad– sean fruto del entusiasmo o la desaprensión de quienes las promueven. Por el contrario, las interpretan como maniobras defensivas de quienes serían desfavorecidos por las próximas decisiones del Papa.
Según la mirada desde el Vaticano, entre los obispos argentinos puede establecerse un trazo diferenciador. Habría un sector más tradicional, expresado en el actual titular del Episcopado, monseñor José María Arancedo; y una corriente más identificada con el Papa, cuya cabeza visible es el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado, monseñor Mario Poli.
Hubo hechos que remarcaron esas diferencias. Por ejemplo, el intento de atribuir al conjunto de la Iglesia el auspicio a los movimientos sociales y su acuerdo con el Gobierno. Esa tarea, remarcan las fuentes, no fue una construcción colectiva de los obispos sino una tarea asumida por media docena de jefes de diócesis del Gran Buenos Aires, todos ellos nombrados obispos por Francisco.
Destacan dentro de ese grupo en ascenso la tarea del obispo de Merlo-Moreno, Fernando Maletti. Fue quien declaró que “los movimientos populares son la esperanza del cambio” y participó en la negociación con el Gobierno, que derivó en la ley de emergencia social aprobada ayer por el Congreso.
Maletti y los obispos del Conurbano operaron en un contexto propicio que incluyó a monseñor Jorge Lozano, titular de la Pastoral Social, y al jefe de su expresión porteña, el padre Carlos Accaputo.
Los que hablaron en los últimos días con Francisco sostienen que le preocupan el endeudamiento y la persistencia del profundo déficit fiscal en el país. Y ya en términos políticos, que Macri pueda perder las elecciones de octubre de 2017. No porque tenga una simpatía especial por el Presidente –que no la tiene–, por su proyecto ni por su visión del mundo. El problema es que no hay todavía una alternativa clara frente al macrismo. El peronismo atraviesa un proceso de renovación incierto y no parece estar en condiciones de poder ganar y gobernar el país hasta que esa tarea esté concluida, explican. Por eso, una derrota prematura de Macri podría abrir una etapa de fuerte inestabilidad. ¿Así de directo piensa Francisco o hay matices de su análisis que se pierden o se ocultan según el deseo de sus interlocutores?
Por de pronto, el Papa tendría especial cuidado por evitar cualquier foto con dirigentes opositores, que puedan después ser presentadas como expresión de un apoyo político que no es tal. Ya atravesó experiencias desagradables en ese sentido con un par de intendentes peronistas del Conurbano. La abstinencia fotográfica alcanzaría incluso a dirigentes que son sus amigos personales como el ex titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
En cambio, quien logró ser recibido en el Vaticano fue Juan Carlos Schmid, uno de los tres jefes de la CGT unificada, que el martes regresó desde Roma. Buscó acercarse a Francisco para interesarlo por el gravísimo problema de la droga en Rosario, su ciudad. Al Papa ya le habían recomendado conocer a este duro dirigente del transporte, surgido de la Confederación Latino Americana de Trabajadores (CLAT), tradicional expresión del socialcristianismo. Tampoco había pasado desapercibido el papel de Schmid en el acercamiento de la CGT con los movimientos sociales, un sector volátil por definición. Mejor que los contengan los sindicatos peronistas antes de que se vuelquen a la izquierda.
El encuentro entre el Papa y el gremialista fue breve y privado. A los muy pocos que comentó la reunión, Schmid les dijo que no escuchó al Pontífice referirse con preocupación a la gobernabilidad en la Argentina. Pero que tampoco hubo ninguna alusión al pasado reciente ni al kirchnerismo.
Schmid dijo que fue sencillo encontrar un denominador común entre la lucha contra tráfico de drogas y el aliento a los movimientos sociales: “En el fondo lo que está en disputa es el territorio de la miseria”.

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