Por Bruno Bimbi
Dos jóvenes de 20 y 23 años fueron detenidos a fines de marzo en la provincia indonesa de Aceh, denunciados a las autoridades por sus vecinos por ser una pareja gay. Luego de permanecer encerrados a la espera de la sentencia, decidida por un “tribunal” islámico, fueron condenados a recibir 83 azotes cada uno y el castigo fue ejecutado esta semana en el exterior de una mesquita, frente a una multitud que reía, festejaba y filmaba con sus teléfonos celulares: como en una película de ciencia ficción, escenas escalofriantes de la edad media fueron registradas y transmitidas online con tecnología del siglo XXI.
“Esto es una lección pública”, dijo a la multitud Abdul Gani Isa, integrante del consejo religioso local, antes de ejecutar el espectáculo de tortura. Luego de la denuncia de sus vecinos, la pareja había sido arrestada en su casa, sacados de la cama a la fuerza por una patrulla barrial que allanó el domicilio. Antes del castigo público, fueron torturados en el local de detención. Uno de ellos estudia medicina en la universidad, pero ahora es probable que lo expulsen por ser gay.
El Código Penal de Indonesia, sancionado en 1945 después de la independencia de Holanda, no incluye ninguna cláusula que criminalice expresamente la homosexualidad. Sin embargo, la influencia creciente del fundamentalismo islámico (87,2% de la población del país es musulmana) ha dado lugar a otras formas de persecución, denunciadas en el último informe de la organización internacional de derechos humanos ILGA. La ley de protección del menor, aprobada en 2002, estableció una edad diferente para las relaciones sexuales consentidas: 18 para los gays, 16 para los heterosexuales. Una circular enviada por el gobierno a los medios de comunicación advierte sobre la presencia de “varones afeminandos” y prohíbe cualquier tipo de representación de la diversidad sexual o de género. También existe una norma de 2012 que limita las expresiones sobre cuestiones LGBT en la televisión bajo el pretexto de “proteger a los niños” y han crecido las amenazas contra la continuidad de contenidos LGBT online en el país. La regulación gubernamental 61/2014 sobre salud reproductiva estipula que “una vida sexual sana” debe estar libre de “la disfunción o desviación de la orientación sexual” y “en consonancia con la ética y la moral”. De acuerdo con ILGA, informes publicados a lo largo de 2016 y a principios de 2017 indican mayores niveles de amenazas por parte de actores estatales y no estatales contra defensores de derechos humanos LGBT. El portal español Dos Manzanas informa también que en los últimos tiempos se han repetido episodios de razzias policiales y detenciones de personas homosexuales bajo otras acusaciones, usando tipos penales abiertos contra la pornografía.
La situación es mucho peor en algunas regiones autónomas del país rige la sharia o “ley islámica”. Es el caso de Aceh, donde estos jóvenes fueron azotados en público, y también de la región de Sumatra. El informe de ILGA detalla algunas de las leyes y disposiciones locales usadas para perseguir a la comunidad LGBT:
• Ordenanza Provincial para la erradicación de comportamiento inmoral (no. 13/2002), en Sumatra del sur: clasifica y penaliza las relaciones entre personas del mismo sexo como “comportamiento inmoral”.
• Regulación local de la ciudad de Batam no. 6/2002 sobre “orden social”, artículo 9: prohíbe la creación de asociaciones LGBT (las menciona explícitamente).
• Regulación local de la ciudad de Palembang no. 2/2014 sobre la abominación de la prostitución, capítulo V, Disposiciones de Prohibición, artículo 8: establece la ilegalidad de “homosexuales” y de la prostitución.
• Regulación local para la prevención, la erradicación y la acción contra los problemas sociales (no. 9/2010) en Padang Panjang, Sumatra occidental: su definición incluye relaciones entre personas adultas del mismo sexo dentro de su ámbito de aplicación.
• Ordenanza distrital sobre “orden social” (no. 10/2007) en Banjar, provincia de Kalimantan del sur: menciona los actos heterosexuales y homosexuales “anormales” (además de los “normales”) en su definición de “prostituta”. No se explica qué se entiende por actos “anormales” o “normales”. También se prohíbe la formación de organizaciones “que conducen a actos inmorales”. Estos se explican más adelante, dando ejemplos de organizaciones de gays, lesbianas, “y similares”.
• ordenanza sobre el “desarrollo de un sistema de valores en la vida social sobre la base de las enseñanzas del islam y normas sociales” (no. 12/2009) en la ciudad de Tasikmalaya, Java occidental: prohíbe el adulterio y la prostitución, sea heterosexual u homosexual.
• Reglamento provincial de Aceh no. 6/2014 sobre delitos penales en la sharia, que entró en vigor el 23 de octubre de 2015: establece una pena de 100 latigazos y/o hasta aproximadamente 8 años en prisión. La regla es aplicable a los residentes locales y a los extranjeros que se encuentren en la provincia por el delito de Liwat (penetración masculina) y Musahaqah (actividad sexual entre mujeres) en sus artículos 63 y 64.
Este último reglamento fue el aplicado a los jóvenes azotados en Aceh, acusados de mantener relaciones homosexuales.
“Este repugnante espectáculo, llevado a cabo delante de más de un millar de espectadores que insultaban a las víctimas, es un acto de la máxima crueldad. La emboscada que sufrieron en su propio domicilio fue una invasión forzosa de su intimidad, y el ‘castigo’ que se les ha infligido hoy estaba concebido para humillarlos, además de para causarles lesiones físicas. Las autoridades de Aceh y de Indonesia deben derogar de inmediato la ley que impone estos castigos, que constituyen un trato cruel, inhumano y degradante y podrían equivaler a tortura”, declaró en un comunicado Josef Benedict, director adjunto para el Sureste Asiático y Oceanía de Amnistía Internacional.
Como si fuera una tomada de pelo al mundo, Indonesia integra el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Bueno, también lo integra Arabia Saudita…
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